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AL VUELO-chipote

AL VUELO-chipote

Por Pegaso

       Andaba yo volando sobre las solitarias avenidas, cabeceando las balas y contando los muertitos que van en ésta guerra de pandillas que más bien parece partido de fútbol, aunque aquí, en lugar de sacarles tarjeta roja les meten un pajuelazo entre ceja, oreja y sien.

        Tras mi vuelo matutino me puse a revisar los últimos chismes en las redes sociales para enterarme de los top trendings, noticias virales y memes que pululan en el ciberespacio.

        Y ahí ví algo que me llamó poderosamente la atención.

        Resulta que en un programa noticioso de la capirucha que titula la periodista Denise Maerker se transmitió una entrevista vía telefónica con la alcaldesa, Maki Ortiz, quien hacía referencia a la colaboración que el Municipio hace con las autoridades federales y estatales en el ámbito que le corresponde.

        Pedía que el Presidente Peña Nieto volteara un poquito a Reynosa para instrumentar un programa parecido a «Todos somos Juárez», que en su momento dio buenos resultados en aquella ciudad.

        Asimismo, mencionó que la ciudad no cuenta con una policía propia, por consiguiente, no es posible que se sume al combate armado contra la delincuencia organizada.

        Al final de su intervención suelta una frase que a mí en lo particular me pareció una bonita ocurrencia, no carente de ironía pero que sus malquerientes aprovecharon para memetizarla.

        Tan sólo algunas horas después se veían memes como la foto de una canasta con varias botellas, chocolates y golosinas, acompañados por la inconfundible arma de el Chapulín Colorado, como un regalo del gobernador a la alcaldesa.

        Hubo alguien que subió la foto de un montón de chipotes chillones con la leyenda: «Llega nuevo armamento para la nueva policía de proximidad que tendrá Reynosa».

        No faltó un peladito vestido como el Chapulín Colorado que se puso a modelar en la plaza principal, junto al letrero de Reynosa, quien dijo que venía a reforzar la seguridad en ésta castigada ciudad.

        La verdad es que aquí no sólo hace falta el chipote chillón, sino también el martillo de Thor, el escudo del Capitán América, el batimóvil de Batman y el traje de Iron Man, para empezar.

        Sin policía municipal y sin presupuesto para seguridad pública, Reynosa es totalmente vulnerable.

        Pienso que la intención de la alcaldesa al decir que no tenemos ni para un chipote chillón fue llamar la atención de las máximas autoridades del país para que conozcan realmente el grado de indefensión en que se encuentra la población civil.

        Van más de dos semanas que se enfrentan grupos rivales del crimen organizado y las fuerzas armadas del país se hacen a un ladito, bajo el argumento de que están dejando que se maten entre ellos.  Y mientras tanto, a los ciudadanos ¿quién los cuida?¿Quién va a subsanar los daños colaterales?¿Quién consolará a la esposa que perdió a su pareja o a la madre que vio morir a su hijo?

        Hay que recordar que la omisión convierte en cómplice a quien está obligado a intervenir, pero que no actúa durante el desarrollo de un acto delictivo.

        Hace ya varios ayeres que la policía municipal de Reynosa quedó desmantelada.

        Fue durante la Administración Municipal de Everardo Villarreal Salinas (2011-2013) cuando elementos del Ejército llegaron hasta la sede de la Secretaría de Seguridad Pública local y quitaron las armas a los rechonchos agentes del orden público.

        En aquel entonces Reynosa contaba con unos 700 policías, un equipamiento de 198 armas de fuego y 95 chalecos antibalas que no paraban ni una piedra tirada con resortera de tan viejos y chafas que eran.

        Los cumplidos preventivos ganaban 657 pesos semanales como sueldo.  Con esa lana apenas les alcanzaba para echarse unos tacos de Don Yeyo con su chesco, así que tenían que ver de dónde agarraban para completar el gasto.

        Toda esa serie de vicios venían arrastrándose de mucho tiempo atrás, desde los tiempos de Lolo González y Oscar Prado.

        De pronto llegó el Ejército a la preventiva y les quitó las armas a los desprevenidos municipales.

        A raíz de eso vino el desmantelamiento de la institución, violándose de esa manera el principio de autonomía municipal y la propia Constitución que otorga a los Ayuntamientos la facultad y obligación de brindar seguridad a los ciudadanos.

        Más tarde se decretó la creación de una policía estatal acreditable cuyos integrantes debían pasar por un proceso de selección, con pruebas de confianza y todo eso para garantizar que fueran incorruptibles, rectos, ecuánimes y desinteresados.

        Luego intervino el Ejército Mexicano para hacer labor de policía en las calles.  Los consecutivos hechos violentos obligaron al Gobierno Federal a enviar a la Marina Armada y tropas de élite para acabar con la amenaza de los cárteles, pero a casi diez años de distancia poco se ha logrado.  Es más, el problema ha crecido porque todas esas corporaciones, no importa su nombre o la capacitación que se dé a sus elementos, forman parte del problema.

        En Reynosa es necesario conformar un verdadero cuerpo de policía.

        Ahora que estamos en el tema de los superhéroes, voy a sugerir que se contrate a personal que ha demostrado verdadera capacidad, espíritu de lucha, heroísmo a toda prueba y sobre todo, un gran carisma.

        Como Secretario de Seguridad Pública, en sustitución del coronel Adán Salas Moreno, queda que ni pintado Arnold Schwarzennegger; como parte de su equipo de élite estarán, ni duda cabe, Silvester Stallone, Bruce Willis, Jason Statman, Randy Couture y Chuck Norris.

        En caso de que éstos no sean suficientes para controlar al crimen organizado, se llamará también a La Roca, Vin Diesel, Tom Cruize, Jean Claude Van Damme y Steven Seagal.

        Ideas sobran, lo que falta son billetes porque ahorita no han mandado presupuesto ni para comprar un chipote chillón.

        Viene el refrán estilo Pegaso: «Inflamación craneal, sin importar que sea mínima o máxima». (Chipote con sangre, sea chico o sea grande).