Columnas

Alternativas de Victoria

Tribuna

Por Javier Terrazas

Alternativas de Victoria

Ciudad Victoria, capital de Tamaulipas, con sus cerca de 350 mil habitantes (346 mil, 029 según INEGI 2015) es un municipio cuyas actividades económicas están ligadas a su capitalidad.

Es asiento de los Poderes del Gobierno del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial); de la mayor parte de de las Delegaciones del Gobierno Federal; de la Rectoría y un Campus importante de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.

Es una ciudad de burocracias, de estudiantes, en tanto que sus actividades productivas son insipiente industria maquiladora, comercio, agricultura, citricultura  y ganadería.

Sin embargo, la mayor dinámica de la economía depende de los recursos públicos que derraman en salarios  y compras de bienes y servicios por parte de los gobiernos federal, estatal y municipal, así como las universidades.

La alternancia política en el Gobierno del Estado ha generado en los casi dos años de administración, ajustes en las plantillas laborales, reducciones de salarios y cambios en la proveeduría de servicios.

Esa situación se ha reflejado en una menor derrama económica en la capital tamaulipeca, que por tanto redujo sus ventas en el sector comercial y de servicios, así como en los consumos.

Está en puerta el cambio en la administración municipal,  también con alternancia político-partidista, por lo que habrá una nueva oleada de desempleo de servidores públicos y ajustes en el sistema de compras de bienes y servicios.

De la misma forma, en el gobierno federal, la alternancia política partidista en el Poder Ejecutivo, está anunciando la desaparición de las delegaciones federales.

Ambas disposiciones general incertidumbre porque sin duda reducirán la derrama de recursos por concepto de salarios, rentas de oficinas y compras de insumos para su operación.

La economía local dependerá más de las actividades primarias y de servicios que están en la vocación de la región centro de la entidad.

La citricultura, la agricultura mejor direccionada, la ganadería, el turismo,  así como el impulso a las nuevas tecnologías de la información por parte de las escuelas de educación superior mejor conectadas al Parque Tecnológico, serán las generadoras de la dinámica.

Para ello, será fundamental que quienes se mueven en esos segmentos con más eficiencia, tecnología y capacitación, se conviertan en ejemplo y den la pauta para apuntalar a esas áreas de la producción.

En tanto que las partes rectoras de las políticas públicas  de los ramos agropecuario, turístico, tecnológico y educativo, deben aplicarse a fondo y orientar muy bien los recursos financieros y humanos para impulsarles.

Victoria debe redireccionarse y encontrar en sus vocaciones las alternativas de crecimiento y desarrollo en forma paralela a lo que ha significado hasta el momento los beneficios de la capitalidad.

En esta nueva realidad serán fundamentales los liderazgos naturales que emerjan de los sectores citrícola, ganadero, turístico, tecnológico y comercial, pues de su capacidad y habilidades dependerá atraer la atención de los tres niveles de gobierno y el educativo, para el flujo de los recursos públicos que los apuntalen y complementen.

La crisis de hoy, puede y debe convertirse en la oportunidad del mañana.