Columnas

AUNQUE NO ME INVITE EL ALCALDE.

EMPRENDEDORES POLÍTICOS

POR: Humberto Zúñiga López.

AUNQUE NO ME INVITEN.

-PRESIDE EL GOBERNADOR FRANCISCO GARCÍ CABEZA DE VACA LOS FESTEJOS DEL ANIVERSARIO 400 DE LA FUNDACIÓN DE TULA. 

-MAL SE VIO EL ALCALDE ANTONIO LEIJA AL NO INVITAR AL EJECUTIVO DEL ESTADO A LA CELEBRACIÓN. 

La cortesía política es determinante en el sector gubernamental de todos los niveles, porque habla de inclusión y el privilegio de tener en nuestra casa a personajes que jamás nos imaginaríamos pudieran aceptar un invitación por modesta que sea.

Así sucedió durante la sesión solemne del CONGRESO DE TAMAULIPAS realizada este jueves en TULA, con motivo de la celebración de los 400 años de fundación, donde el gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA acudió como invitado de honor a estos festejos, flanqueado por vez primera en toda la historia de la que fuera capital de TAMAULIPAS, por CARLOS GARCÍA GONZÁLEZ, Presidente de la Junta de Coordinación Política del CONGRESO y HORACIO ORTIZ RENÁN, Presidente del SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA DEL ESTADO.

«Aquí estaré muy seguido con ustedes, AUNQUE EL ALCALDE DE TULA NO ME INVITE», dijo el ejecutivo  a un ANTONIO LEIJA VILLARREAL quien solo atinó a ruborizarse de la peña causada por ser exhibido de tal manera.

Y es que escudriñando con los organizadores de las fiestas patronales, LEIJA VILLARREAL abiertamente le dijo al párroco de la iglesia que no contaran con él, porque no había recursos, los cuales nunca soltó para el enorme festejo realizado y todo lo gestionaron ante la SECRETARÍA DE TURISMO del estado.

Por supuesto que no enteró de este gran acontecimiento a CABEZA DE VACA en su momento y tuvieron que ser los propios feligreses quienes lo invitaran, pero no se imaginaban que el gobernador también trajera a los representantes de los otros dos poderes y a la plana mayor de políticos y de su gabinete. 

Cualquier alcalde hubiera brincado de gusto al tener al gobernador CABEZA DE VACA en su terruño.  Es la oportunidad que muchos esperan para plantearle sus demandas y darles pronta solución.

De hecho se anunciaba una manifestación contra el alcalde, porque ahora todos los sectores están en su contra, pero por fortuna no ocurrió, porque de haberse hecho hubiera ocasionado un malestar a todos los presentes.

A la larga sesión solemne le siguió la sesión ordinaria bajo el inclemente bochorno, cuya mallasombra no aligeró la temperatura y por el contrario, aletargó a las multitudes reunidas.

Ahí el mandatario auantó junto con los centenares de invitados el calor que subía de nivel a cada minuto que pasaba.

«El alcalde no quiso invertir ni en un abanico,  y eso que el gobernador confirmó su presencia», dijo un desesperado tulteco que no soportaba el calor.

Esta celebración congregó en la víspera a miles de turistas en las fiestas patronales de los tultecos, quienes ahora con la categoría de PUEBLO MÁGICO, cuentan con diversos lugares para el esparcimiento.

MARÍA ISABEL GÓMEZ CASTRO, titular de la SECRETARÍA DE TURISMO, fue la representante del gobernador, ante una plaza que lucía llena porque la explanada de la iglesia donde se colocó la tarima central, fue insuficiente.

Vimos a un JOAQUÍN HERNÁNDEZ CORREA que en todo momento estuvo abochornado, meneando una hoja en forma de abanico.

Una MÓNICA GONZÁLEZ GARCÍA, exSecretaria de Desarrollo Económico que desde el centro del estrado vino a saludar a este modesto servidor, a pesar de que en el trienio pasado me dio las gracias para terminar mi relación laboral como promotor del área de turismo en la cual no confió más.

También saludamos al Coordinador de Comunicación Social del Gobierno de TAMAULIPAS, FRANCISCO GARCÍA JUÁREZ, siempre presto a escuchar el tiempo necesario a cada uno de los representantes de los medios de comunicación por modestos que fueran.

CARLOS GARCÍA GONZÁLEZ, quien se movía como pez en el agua y que emitió un buen discurso, respaldado por la experiencia que le dan los años de político al haber pasado por el CONGRESO DE LA UNIÓN. 

En fin, creo que al alcalde tultecto no se le olvidará jamás invitar al gobernador a un evento, por modesto que éste sea.

A eso se llama CORTESÍA POLÍTICA.