ColumnasTitulares

Cárcel al cacique Carlos Romero Deschamps

RESEÑA POLÍTICA

Juan R. de la Sota

Cárcel al cacique Carlos Romero Deschamps

Los distintos sindicatos, no deben desaparecer, pero sí es necesario alejar de inmediato y llevar a la fresca cárcel a líderes caciques que han explotado y robado durante muchos años a los trabajadores, los cuales además obstaculizan inversiones gubernamentales, mantienen secuestrados a sus agremiados y se creen los dueños de las instituciones públicas.

La mano del gobierno federal y estatal tiene que aplicar rigurosa y amplia sacudida en todas las organizaciones sindicales del país y de Tamaulipas, pues han tergiversado su función, al convertirlas en nido de lidercillos corruptos y ladrones, pues se hurtan las cuotas de los trabajadores y negocian con las plazas laborales.

Son las agrupaciones más antidemocráticas, sus actuales líderes intimidan, acosan, presionan, hostigan y amenazan a la clase trabajadora, para continuar con su cacicazgo, no le permiten que elijan libremente a sus dirigentes, practican la imposición y el autoritarismo, lo cual, los gobiernos constitucionales deben desterrar en aras de proteger los derechos de los trabajadores.

Como ejemplo, del cacicazgo y corrupción, destaca el viejo líder del Sindicato Petrolero, Carlos Romero Deschamps, un politiquillo prepotente, altanero, sinvergüenza, ladrón, traidor a los principios de Joaquín Hernández Galicia “La Quina” y que se vende a cualquier  gobierno con tal de satisfacer sus intereses políticos y económicos.

Ha pisoteado los ideales y las decisiones de “La Quina”, quien fue por varias décadas el líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana de PEMEX y no se acobardaba ante nadie.

Hernández Galcia, fue bueno para proteger a los trabajadores, Romero es bueno para robarse las cuotas. “La Quina” retó y se enfrentó con  el ex presidente Carlos Salinas, lo cual le costó ir a la cárcel, Deschamps, es entreguista y se inca ante el Gobierno en turno, por dinero y poder político, sin importarle pisotear los derechos de los trabajadores.

Romero Deschamps y el nefasto y bueno para nada del ex diputado local Moisés Balderas Castillo, mantienen bien jodidos a los trabajadores petroleros, por las negociaciones corruptas que sostienen con sus patrones y que favorecen a un grupillo de rateros del sindicato que ellos mal encabezan.

Carlos Romero, ha robado lo que ha querido a sus agremiados, hoy ostenta una inmensa fortuna en bienes y dinero, exigió candidaturas e impuso a alcaldes, diputados federales y locales, y hasta él antidemocráticamente se hizo de un puesto de elección popular para tener poder y mantener su cacicazgo.

Romero y Balderas son los responsables del saqueo y el retroceso que vive Petróleos Mexicanos y el sindicato, porque cualquier acción de desarrollo impulsada por el gobierno, la frenan, la obstaculizan u ordena a los trabajadores impedirla, por no convenir a sus intereses.

Urge la limpia, sacudida, el orden y la fiscalización en todos los sindicatos, para evitar sean fuente económica para el enriquecimiento de líderes antidemocráticos y espurios que todo hacen, menos defender los derechos de la clase trabajadora, como es el caso de Carlos Romero Deschamps y pandilla.

El nuevo gobierno que encabezará el Presidente de la República electo, Andrés Manuel López Obrador, no debe ceder a recomendaciones de protección y tolerancia para los corruptos, es necesario que su gobierno privilegie la defensa de los derechos de la clase trabajadora, porque ésta ya está harta, cansada, agobiada y aporreada por las injusticias de estos líderes inhumanos, ambiciosos y sinvergüenzas.

Es conveniente, por el bien de los trabajadores, no sólo petroleros, sino de las distintas organizaciones sindicales, que el próximo gobierno federal audite a los sindicatos y garantice a los trabajadores de elegir libremente a sus líderes, pues de lo contrario seguirán imperando ese tipo de caciques que se han adueñado de los sindicatos, de las instituciones públicas y que mantienen esclavizados a los obreros.

Se asegura que Carlos Romero, tiene un pie en la cárcel, ya que Andrés Manuel López Obrador, ya tiene conocimiento de los actos corruptos y delitos de este sujeto  vividor de las cuotas de los trabajadores y los negocios sucios con el poder sindical, quien además es acusado de saquear muchos bienes propiedad del sindicato.

Los trabajadores petroleros reclaman  al nuevo gobierno federal “un alto a la corrupción” en el sistema petrolero del país, que es ninguneado por Carlos Romero Deschamps y en la sección 36 Moisés Balderas Castillo.

Ambos lidercillos “pillos” de manera arbitraria se reeligen, imponen secretarios y se vuelven a reelegir, son unos antidemocráticos, quienes no conforme con ello, con este método abusivo, crean un imperio de corrupción y el robo de los bienes del sindicato.

Romero, mantiene en la dirigencia sindical a Moisés, porque con él comparte regalías económicas provenientes de las cuotas de los trabajadores. Urge se les aplique una auditoría, para que comprueben en qué gastaron los más de 10 millones de pesos de las cuotas de los jubilados, las cuales desaparecieron.

También para que expliquen dónde quedaron los millonarios recursos por la venta de algunas propiedades como el casino 15 de agosto, el edifico de la pirámide y de la comisión de contratos que era propiedad de los trabajadores de la sección 36.

Balderas Castillo, tiene que ser investigado para que compruebe a dónde fue a parar el dinero de la venta de esas propiedades que, lo más seguro se encuentra en el bolsillo de los mencionados líderes corruptos y ambiciosos.

Lo mejor que podría hacer López Obrador y que seguramente el pueblo se lo aplaudiría es exigir cuentas claras a estos caciques sindicalistas que mantienen en la quiebra al sindicato y que durante años han perjudicado el desarrollo de la empresa Petróleos Mexicanos.

Si sus acciones ilícitas ordena la acción de la justicia, es obligación se les aplique, para que vayan a pagar con cárcel todas sus corruptelas, abusos e injusticias perpetradas en contra de los trabajadores.

El Gobierno federal también tiene que dar una revisadita a las dirigencias de otros sindicatos de trabajadores federales, porque sus líderes también se han convertido en unos caciques y se hurtan las cuotas de los servidores públicos.

En lo referente al ámbito estatal, las autoridades competentes, a través de las autoridades hacendarias, deberían auditar a los sindicatos cetemistas y del SUTSPET.

No rinden cuentas, cobran las cuotas que quieren a los trabajadores, no protegen sus derechos laborales, negocian las plazas, hacen negocio con las cuotas sindicales y hasta se las roban.

Por ejemplo, la aún líder del sindicato de trabajadores burócratas estatales Blanca Valles Rodríguez,  tiene muchos años de cacique en el SUTSPET, nada ha hecho por sus trabajadores, sólo ha sobrevivido y enriquecido con sus cuotas y ha permitido se violen los derechos de los servidores públicos.

Si blanquita, como la llaman,  tiene miedo defender los intereses de sus agremiados, pues debe determinar irse a su casa y dejar la dirigencia a una persona que sí cumpla con proteger al trabajador y que no esté ejerciendo su liderazgo debajo la cama o atrás de las cortinas de las ventanas de su casa, como lo está haciendo la ex diputada local priista.

Otro que ejerce el cacicazgo en el sindicato de la CTM es Edmundo García Román, quien ha pisoteado los derechos de los trabajadores y les ha robado sus cuotas, de eso hay constancia, sólo es cuestión  que le apliquen una auditoría y le encontrarán que es dueño de empresas, ranchos, comercios y de fuertes sumas de dinero que mantiene en cuentas en distintos bancos.

Mundo o “La Peineta”, como muchos le llaman a García Román, también ha explotado los derechos de los obreros, ha hecho mal uso de sus aportaciones económicas y ha ejercido un cacicazgo que le ha dado poder, riqueza y un excelente modo de vivir, viajes de placer y comidas en buenos restaurantes, pero además sus fuertes inversiones las paga con las cuotas sindicales.

Es justo, se investigue a todos los dirigentes sindicales, porque han hecho de los sindicatos un espacio para robar y enriquecerse ilícitamente, provocando pobreza y desempleo entre los trabajadores.

En otro asunto, los diputados del Congreso del Estado tienen muy abandonada a la población, pues no les han gestionado ni un vaso de agua ni realizado acción legislativa que haya dejado beneficios en los hogares, en los salarios, en materia de salud, seguridad pública, generación de empleos, educación y otros rubros.

Solo hacen modificaciones a leyes para adecuarlas a otras leyes, pero son acciones inútiles, porque ningún beneficio lleva a los ciudadanos, pues los delitos van aumento, el desempleo sigue peor, el servicio en los hospitales, cada día es más deficiente, la inseguridad crece y la pobreza se extiende en las comunidades.

Es necesario dediquen parte de su tiempo a atender las necesidades de la gente de los distritos que representan, porque si no lo hacen, luego no deben quejarse de que perdieron una elección. Tienen que atender las demandas de la gente, sino quieren sufrir una decepción en las urnas electorales, como a muchos ya les sucedió.

El dato: Urge el cambio de titulares en algunas secretarías, pues sus actuales titulares han actuado con deficiencia y sin los resultados que demandan los tamaulipecos. Si se da una sacudida en algunas dependencias, el Estado de Tamaulipas, registrará mayor avance y desarrollo en los distintos rubros.

Correo: jrdelasota@hotmail.com