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El páramo del sur…

Polvorín

El páramo del sur…

José Ángel Solorio Martínez

Pocas épocas en la historia del sur de Tamaulipas, registran la devastación política, social y económica que hoy le caracterizan. Inseguridad, desempleo, violencia, y una corrupción cada día más evidente de la mayoría de su clase política. La reforma energética –venta de PEMEX para ser precisos-, pegó duro a la familia tamaulipeca que vive en la región del Pánuco norte.

Son miles de ciudadanos que han perdido sus empleos. Y quienes lo salvaron, vieron hacerse polvo sus salarios y sus prerrogativas que en el pasado les hizo ser la élite del proletariado mexicano.

No sólo los trabajadores en activo, están sufriendo.

No.

También están agobiados los petroleros jubilados. Es más: son los más acérrimos enemigos de las reformas peñanietistas que los tienen a un paso de la indigencia.

Los empresarios sureños, son hermanos del mismo dolor de los trabajadores. A falta de circulante, han achicados sus proyectos y sus plantas laborales.

El comercio organizado, a falta de poder adquisitivo de los más amplios sectores de la sociedad sureña está casi paralizado. Sobrevive precariamente, por eventos turísticos como el playazo y la Semana santa.

Probablemente, si la clase dirigente –decenas de ex alcaldes y de dirigentes obreros y empresariales- no hubiera caído en los pecados del saqueo y el atraco la región fuera otra muy diferente.

Lamentablemente, les tocó ver como gobernantes a gente como Oscar Igüanzo, Gustavo Torres, Joaquín Hernández Correa –la Quinita- Genaro de la Portilla, Romana Flores y otros de similar moral, que hicieron de sus municipios tierra de alcaldes cleptómanos. Esta red de presidentes inmorales, en mucho colaboraron para transformar esa parte de la Huasteca en un páramo atravesado por los más sólidos hilos del pillaje.

Los vientos del neoliberalismo y sus reformas privatizadoras, sumado a la acción de la clase dirigente regional, nos han entregado lo que hoy es nuestro terruño sureño: una comarca en donde domina la ingobernabilidad y el poder fáctico.

Todo ello parece indicar, que el 2018 el PRIAN podría precipitarse y abrir paso a nuevos dirigentes sociales.

El escenario para MORENA, está más que sonriente.

¿Podrá generar ese partido, un ambiente confiable que arrope a toda esa energía social que está a un paso de sumársele?…