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EL PRI DE CHECO Y EGIDIO, TRAICIONARA A MEADE

CUADRANTE POLÍTICO

POR FERNANDO  ACUÑA  PIÑEIRO

EL  PRI  DE   CHECO  Y EGIDIO, TRAICIONARA A MEADE

Las luchas  por las anheladas  curules  del senado, hacia el interior  del PRI nacional, aun son demasiado tiernas. Apenas  este  veinte  de  enero,  se  llevará   a cabo  la  reunión de  la  respectiva comisión, para  definir  las rutas  y  precisar  las  fechas.

Sin embargo,  ya  se puede establecer  desde ahora, que la percepción  y valoración  de  las  propuestas, en manos  del  Comité  Ejecutivo Nacional,  no  coinciden con  los proyectos  y compromisos  adquiridos por  el membrete  encabezado por  Checo Guajardo  y  demás  flotilla  de aviadores  y  agentes  viajeros de la nómina  tricolor.

Esto  se debe a  la naturaleza negativa  del PRI san petrino, como ya  se le conoce  al helado edificio del boulevard, obviamente, no por su ubicación proletaria, que está m uy lejos del boato residencial, sino  por  el domicilio de  su  jefe Egidio Torre  Cantú, en el municipio más  rico del país, aunque allá  sí hay ricos de abolengo, pero últimamente,  se les han colado  ricos sexenales, que bailan en la cuerda floja  de la investigación  federal.

Como le decía, el PRI  de Checo nació ya programado  para perder. Aquí  en Tamaulipas, nadie da un centavo por ellos, desde el momento en que  se aliaron con prominentes  figuras sexenales, para  arremeter con todo, contra  el proyecto  de  Oscar  Luebbert  Gutiérrez.

Desde  entonces, la tibieza opositora del PRI estatal, ha sido el pan nuestro de cada día. Lo peor  de todo esto es que, el Checo  y su pandilla  se la han creído, y ahora  se proponen  darle  las contras  al equipo  de  José  Antonio Meade,  del  cual  abominan, al igual que lo  hicieron  con el   candidato  Enrique  Peña  Nieto, en el 2012.

¿Quién no recuerda   los  grotescos chistes  que, hace seis años, el jefe de Checo,  Egidio Torre  Cantú y sus  más cercanos  hacían desde palacio de  gobierno, burlándose  de  su candidato  a la presidencia  de la república? ¿Y quien no recuerda  también, los grandes  negocios que  en ese tiempo  hizo en Tamaulipas, la empresa  comercializadora  de pinturas, estrechamente ligada  a  la abanderada panista  Josefina Vázquez  Mota  y su familia?

No nos engañemos: cuando el PAN  gana  la gubernatura, en el 2016,  ya hacía mucho  tiempo que,  desde  el gobierno del estado  gobernado  por  las  siglas del PRI,  el poder  simpatizaba con los candidatos  azules a la presidencia. Sucedió con Fox, con Calderón y con Josefina.

Ya  desde  el 2000,  el voto cruzado  hizo su efecto, propiciando el triunfo  del ranchero  guanajuatense, ante  Labastida. Con  Calderón  sucedió lo mismo, para aplastar  al tabasqueño Madrazo. Y  con Vázquez  Mota, la tendencia  anti PRI, en las presidenciales,  se mantuvo, aunque, a ETC  y compañía, les salió el tiro por la culata, y finalmente, se impuso el priista  Peña  Nieto.

Pero  Egidio  Torre  ejerció  puntual desquite  contra  Los Pinos, pues se alió con el PAN, para  combatir  y echar  abajo  al  candidato  del PRI  a la gubernatura,  en el 2016.

Los datos  ahí  están, para el que quiera consultarlos. La historia  no pude mentir, porque está confeccionada de hechos, y ellos nos dicen que, el  equipo  de  Pepe  Meade tiene   en Tamaulipas, a  un PRI que jugará las contras, nuevamente, por cuarta  vez consecutiva, como el  Caballo de  Troya que siempre  ha sido, o sea  traidor a la causa  del  candidato presidencial  del tricolor.

En este sentido, cual  es  nuestra conclusión?

Pues mire usted, si tiene el pico de un pato, camina como pato y nada  igualito que este animalito, lo más  seguro es que  la candidatura  de Pepe  Meade,  en  nuestro estado, sea convertida  por obra y gracia  del guajardismo, en una candidatura  marca patito, o  sea,  destinada  a  perder.

Es muy  loable que, una parte del priismo fiel  y  cien por ciento leal, en Tamaulipas, exprese  su  apoyo  a su candidato  presidencial. Pero, como los que van a hacer el juego, son priistas contrarios  al proyecto  del abanderado priista a  la Presidencia,  apuéstele usted, desde ahora a que, ya  negociaron  con Ricardo  Anaya,  o incluso, hasta con AMLO.

Por lo tanto, si el  equipo  de  Pepe  Meade, quiere obtener  un resultado  decoroso en la elección  del 2018, lo primero que tiene que hacer, es cancelarle  la franquicia  al PRI  Guajardista  en  Tamaulipas.

De lo  contrario, desde  ahora, se los  adelanto: en  la elección de este 2018, les  van a vapulear a su candidato.

En  cómodas mensualidades, el Checo y su pandilla, ya le están  vendiendo  al PAN  y a MORENA,  la  derrota  de  Meade.

Y créame  que no batallarán mucho para consumar  su traición. Simplemente mirarán hacia otro lado, y  se harán los despistados. Al final,  le echarán  la culpa  a Meade, y dirán que cometió graves  errores. Ya están  acostumbrados. Así le hicieron con la  candidatura  de Baltazar, en el 2016. Simplemente  se lavaron  las manos.

¿Quién les  va a impedir que, vuelvan a traicionar a su propio candidato?

Si el  PRI  de Egidio y  Checo, ya  le metió zancadilla  a Peña Nieto en el 2012, si volvió a  apuñalar  a su candidato a  la gubernatura, en el 2016, y  si  fue capaz  de  boicotear  a  Oscar  Luebbert, dígame usted  porque no  volverá   a las andadas, en este 2018..?