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Grupo político en desgracia

Grupo político en desgracia

*    Guajardo Maldonado para en seco la euforia reeleccionista de priistas

En la Frontera Norte de Tamaulipas, específicamente en Nuevo Laredo, se integró un grupo político que tuvo todo para trascender, siempre y cuando el liderazgo del mismo hubiera sido genuino, con un objetivo claro y racional, pero en lugar del mismo se dejó llevar por el canto de las sirenas y cayó en el abismo político.

Quien encabeza todavía este proyecto en declive, es el ex presidente municipal de Nuevo Laredo, Carlos Canturosas Villarreal, quien siempre estuvo rodeado de ineficientes asesores que lejos de aconsejarlos para que tomara decisiones inteligentes, lo arrastraron hacia el camino del ostracismo, la traición y la desesperanza.

Uno de los primeros errores garrafales en que incurrió este grupo, fue el de soñar con la gubernatura de Tamaulipas, para alcanzar el poder por el poder, tomando como trampolín político y plataforma económica para lograrlo al gobierno municipal de Nuevo Laredo, sin pisar el suelo, solo como una simple ocurrencia.

Otro error, fue querer agandallar la dirigencia estatal del Partido Acción Nacional, mediante la creación de células para el trabajo de operación político en la mayoría del territorio tamaulipeco, para reducir la resistencia y facilitar entronizar a un representante del grupo canturosista, como lo fue Agustín Chapa Torres, para allanar el camino hacia la candidatura de CCR.

Al perder ese importantísimo espacio, se replanteó la estrategia para luchar las grandes en las  ligas la candidatura de CCR, mediante grandes inyecciones de dinero en imagen, recorridos por los principales municipios del Estado, negociando apoyos y comprando conciencias, pero sobre todo, con enormes cantidades de soberbia.

A pesar de aquella reunión de hace dos años, en donde el dirigente nacional le comunicó a los entonces aspirantes que de acuerdo a las encuestas, el mejor posicionado de los cuatro: Leticia Salazar Vázquez, Maki Esther Ortiz Domínguez, Carlos Canturosas Villarreal y Francisco García Cabeza de Vaca, éste último sería el candidato del PAN a la gubernatura, lo cual fue aceptado por los tres primeros en palabra, más no en la realidad.

En lugar de cumplir con los compromisos pactados, luego de darle manga ancha a Canturosas, para seleccionar cuando menos la mitad de la planilla que acompañaría a Enrique Rivas en el Gobierno de Nuevo Laredo en el periodo 2016-2018 y dos de los 3 diputados locales y disciplinarse para que al ganar el PAN el gobierno, fuera integrado al gabinete de los Vientos del Cambio, para luego estar en la plataforma de lanzamiento para una senaduría en el año 2018.

En lugar de seguir los dictados de la razón, dominado por la soberbia, rompió toda proporción de la realidad y este grupo se convirtió en un virtual “caballo de troya”, iniciando una desaseada guerra sucia en contra del entonces candidato a la gubernatura Francisco García Cabeza de Vaca.

Lo peor del caso es que esta traición fue consumada abiertamente, dejando constancia de un comportamiento fuera de toda ortodoxia, además de simular ayudar al candidato de su partido, pero en realidad quería que se descarrilara el proyecto de la alternancia.

A pesar de tantas piedras que le pusieron en el camino y luego de sortear las puñaladas por la espalda que le asestó este grupo político y otros enemigos ocultos, García Cabeza de Vaca triunfó clara y contundentemente, dejando impotencia y rabia en quienes se decían sus amigos.

Dicen que en política, los agravios cometidos son imperdonables, más si fueron enderezados con todas las agravantes, con premeditación, alevosía y ventaja, así que las facturas pendientes tarde o temprano tendrán que cobrarse y todos los que participaron en esta asonada, no tendrán ningún futuro político, mínimo en los próximos 5 años.

Además de que si existen actos de desvíos de dinero público y corrupción, los responsables serán enjuiciados y sin lugar a dudas, servirá para sentar un precedente para quienes quieren  chiflar y tragar pinole. Porque quien sembró vientos, cosechará tempestades.

Guajardo Maldonado para en seco la euforia reeleccionista de priistas

Cuando como el jibarito, iban locos de contentos para la reelección, los presidentes municipales, síndicos y regidores priistas, fueron parados en seco por el presidente del Comité Directivo Estatal, Sergio Guajardo Maldonado, quien afirmó que repetir en el cargo, no será en automático y primero entrarán a un cedazo especial.

Estos candados tienen mucho que ver con el desempeño que han tenido a partir del 1 de octubre del año 2016, fecha de inicio de los 16 gobiernos municipales que emergieron del Partido Revolucionario Institucional, en donde uno de los requisitos es que hayan mostrado son las  cuentas públicas limpias.

Pero también esta regla se aplicará a los regidores tanto los que están dentro de un gobierno priista, como aquellos de representación proporcional, en donde se evaluará el desempeño mostrado en sus comisiones, además del trabajo realizado tanto en la toma de decisiones, debate y cercanía con la sociedad.

De esto depende si toman alka Seltzer o se van a descansar a sus casitas.

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