ISMAEL, EL ESTRATEGA POLÍTICO DEL PAN
CUADRANTE POLÍTICO
POR FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO
ISMAEL, EL ESTRATEGA POLÍTICO DEL PAN
Es el operador del panismo tamaulipeco por excelencia.
Se ha conducido con equilibrio emocional y prudencia. Ha ejercido un importante papel, en el sexenio de la alternancia, sin caer en protagonismos. Hasta ahora, ha sabido construir el diálogo entre las diversas inquietudes y ambiciones internas de su partido.
El 2018, representa para él, la oportunidad de refrendar la victoria de esa gran maquinaria política y ciudadana, en que se convirtió el PAN, a partir del 2016.
Todo parece indicar que, en este año que se avecina, Ismael García Cabeza de Vaca, no va a buscar un cargo de elección popular. Pero hará algo mucho más relevante que eso, pues llevará la encomienda de retener el campeonato panista, obtenido el año pasado, cuando acabaron por nocaut, con lo que quedaba del PRI egidista.
En lo personal, IGCV, cuenta con lo suficiente para ser senador, y no lo postulan. Puede ser el alcalde de Reynosa, y aparentemente no va. Tiene la capacidad para lanzarse en pos de una diputación federal, pero él sigue esperando su momento.
Al margen de su circunstancia sexenal, el Secretario General del PAN en Tamaulipas, Ismael García Cabeza de Vaca es dueño del suficiente capital político, como para dar sus primeros pasos hacia un proyecto más sólido, pero el reynosense sabe esperar.
Como recompensa a su disciplina es muy probable que, en las elecciones para diputados locales, a celebrarse en el 2019, se convierta en el nuevo líder del Congreso panista.
Obviamente, falta un tramo de historia por salvar.
En lo inmediato, Ismael demostrara de que está hecho, como el capitán de un barco azul que deberá de postular candidaturas ciudadanas sólidas, para contrarrestar al priísmo y a MORENA. Pero también se enfrentará a la encrucijada de apoyar la candidatura presidencial de Ricardo Anaya, o bien trazar alianzas con Meade, ya desde ahora.
Cada estado tiene sus propias peculiaridades: en el caso de Tamaulipas, el enemigo a vencer, para el PAN, no es el membrete de checo Guajardo, convertido en una pobre sigla despedazada por la ausencia de democracia interna, y sus consecuencias de profundo divisionismo, en los municipios.
El hueso más duro de roer, podría ser el efecto Andrés Manuel López Obrador, aunque tampoco es descartable el voto cruzado. En este caso, dicha praxis favorecería por un lado a los candidatos locales del panismo, pero en la presidencial, un fuerte segmento de votos, correría a refugiarse en los brazos de AMLO. Todo dependerá de quien sea el candidato presidencial del PRI. De ser Meade, el ungido, como muchos apuestan, entonces el Pan cabecista jugaría para el Frente, pero no el de Anaya, sino el de José Antonio Meade, y sus alianzas con los gobernadores azules.
En el ámbito local, cobran mucha relevancia los nombres de los hombres y mujeres que habrán de ser los abanderados del PAN, a la senaduría y a las diputaciones federales. Si Acción nacional se abre a la ciudadanía, es muy probable la postulación de candidaturas competitivas.
Aquí, la clave parece residir, en que el PAN logre combinar, un buen team de candidaturas, que salgan tanto del gabinete estatal, como de la sociedad civil.
Aquí es donde se puede poner en juego, la estrategia y las propuestas para lograr integrar una batería ganadora de abanderados azules.
El principal, reto es MORENA y el posible efecto obradorista. Pero también, hay alcaldes priistas, que la han jugado bien, y tienen firmes sus planes de reelección.
Sabemos muy bien que.en el 2018, no habrá carro completo, para nadie.
Pero resulta interesante saber, ya desde ahora, quien será el gran ganador tamaulipeco.
El hombre clave, en este entramado, es un hombre llamado Ismael García Cabeza de Vaca.