Columnas

La tierra es de quien la trabaja

David Ed Castellanos Terán

@dect1608

La tierra es de quien la trabaja

Hace más de 100 años la historia de México conoció el movimiento armado más visionario de todos los tiempos. El Zapatismo surgido de los ideales del caudillo Emiliano Zapata, que plasmó desde 1911 las necesidades de un país que sigue sin poder encontrar una solución a aquellos problemas, hoy vigentes.

Este fin de semana el escritor e historiador Felipe Arturo Ávila Espinosa, presentó en el sur de Tamaulipas su libro «La breve historia del zapatismo», en el que sintetiza tres décadas de estudio del movimiento plasmado principalmente en el Plan de Ayala. Es un compendio de 150 páginas, apto para todo el público interesado en conocer otra visión pocas veces contada del movimiento revolucionario que también presentó diferencias en su interior, pero que logró puntualizar las necesidades de la nación, mismas que incluso siguen sin encontrar respuestas.

«Los zapatistas fueron los principales impulsores de una sociedad democrática que pudiera elegir libremente a sus representantes, incluso de manera directa, los zapatistas hicieron ejercicio de esta libertad de manera ejemplar y buscaron la mejora no solamente de los campesinos, sino de la sociedad mexicana en general; fue un movimiento de justicia, de libertad, de derechos fundamentales equitativos para hombres y mujeres con propuestas políticas muy avanzadas, yo creo que estas propuestas zapatistas siguen siendo válidas, siguen siendo vigentes para el México de hoy», apuntó el historiador que a decir de su amigo y colega Pedro Salmerón, es un hombre profundamente comprometido con la realidad mexicana, con una enorme capacidad de síntesis, que surge de la sociología para luego convertirse en doctor en Historia y quien combina perfectamente el presente de México en su más reciente libro.

Desde hace aproximadamente 50 años que el zapatismo no era descifrado de tal manera que pudiera acaparar el interés de la población en general y disipar las dudas más generalizadas de lo que fue el movimiento zapatista original.

«La breve historia del zapatismo», es una reseña general, una síntesis de este movimiento extraordinario, es un texto comprensivo que busca explicar lo que fue el auténtico zapatismo, un libro que busca acercar al público lector a la más pura realidad del movimiento armado revolucionario”.

El escritor e historiador Felipe Ávila, subrayó que su trabajo no es una historia para especialistas, sino una interpretación que pone los ojos en el presente, tratando de entender, explicar y de aprender de lo que fue el zapatismo desde las necesidades actuales que tenemos como país.

El escritor con franqueza refiere que el zapatismo sigue siendo un movimiento vigente en muchos sentidos, ya que sus propuestas políticas fueron las más avanzadas de la revolución, y varios de sus principales planteamientos tienen una enorme actualidad. Subraya que el zapatismo propuso hace más de cien años que México tenía que  convertirse en un sistema democrático parlamentario, dejar atrás el presidencialismo, también, según su investigación, puso énfasis en la necesidad de que existiera la revocación de mandato, si los gobernantes no funcionaban en el cargo para el que habían sido elegidos, tenían que ser removidos y elegidos otros; el zapatismo también fue el movimiento revolucionario que apostó en la organización de la sociedad civil y en el papel fundamental que tenía la sociedad como protagonista, pero igual debía ser supervisora del gobierno, además desde hace más de cien años propuso una serie de mecanismos para que la sociedad civil se organizara y estuviera evaluando de forma permanente, supervisando y vigilando el funcionamiento de los gobernantes. Entre otras cosas el escritor explicó que dicho movimiento propuso una muy estricta moralidad para los funcionarios públicos, quienes tenían que ser trabajadores, no podían ser gente sin empleo, pero que además de este requisito, debían tener una conducta ética, muy estricta; no robar, no podían dejar de cumplir con su función y de no cumplir, tenían que ser sancionados.

«El zapatismo propuso la igualdad de las mujeres, cosa que hace 100 años era fundamental porque si hoy en día no hemos logrado conseguir la equidad de género, pues hace cien años era aún peor, las mujeres no tenían ningún derecho político, el zapatismo también propuso un gobierno al servicio de la gente», subrayó.

Fue imposible no cuestionar al escritor Felipe Ávila, sobre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), movimiento que según algunos encabeza o fundó el tampiqueño, Rafael Sebastián.

«El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), también ha sido un movimiento importantísimo en la historia reciente de México, yo creo que ellos hicieron una muy cuidadosa, muy atenta lectura del zapatismo original y que trataron de actualizarlo de manera muy creativa, inspirados en lo que había sido el zapatismo de hace cien años; yo creo que el EZLN, sí es un legítimo heredero del zapatismo original y que tuvo la capacidad, la virtud, la habilidad no solamente de rescatar al zapatismo original sino de actualizarlo, de que fuera también una propuesta para los problemas de la sociedad contemporánea, no solamente de la mexicana sino mundial; me parece que parte del impacto internacional que tuvo el neozapatismo es que supo recobrar lo más valioso de la tradición zapatista y traducirlo al México contemporáneo, y nos hizo abrir lo ojos ante una realidad que ahí estaba y que no queríamos ver, ni escuchar, igual que lo hizo Emiliano Zapata hace más de cien años. El zapatismo de Emiliano Zapata, en una de las virtudes que tuvo, fue precisamente que el México de aquel entonces se diera cuenta de la realidad campesina y de la realidad indígena que por 400 años no se había tomado en cuenta, que habían ignorado; creo que los neozapatistas chiapanecos tuvieron también esa misma virtud de hacer que la realidad indígena campesina, tan oprimida, tan tan difícil, tan cruda y que ahí estaba pues tuviéramos que voltear a verla y darnos cuenta de que no se podía  ignorar y que tenía que resolverse»

Felipe, basado en su experiencia, fue contundente con el movimiento emergido desde la selva Lacandona y lo aterriza en el actual panorama electoral.

«Ellos mismos no quisieron asumir esa responsabilidad, quisieron delegarla pues de manera muy poco clara a la sociedad, no quisieron ser los representantes de esa necesidad que había y se hicieron a un lado y creo que eso explica en buena medida su aislamiento y que se haya venido desdibujando; yo creo que ahorita las posiciones de izquierda que quedan todavía en el país que en mucho sentido también se han desdibujado, deberían tratar  de retomar lo más valioso de la Revolución Mexicana y convertir parte de su programa en propuestas, yo creo que eso es algo necesario que no se está haciendo porque en estas elecciones demuestran un pragmatismo desmedido, en donde han hecho a un lado muchos de los principios en aras de establecer alianzas electorales y de alcanzar el poder, diluyendo el programa, haciéndolo a un lado, no hablando sobre varios de los temas fundamentales. Yo creo que haría falta que las oposiciones políticas más progresistas, más de izquierda regresaran a sus verdaderas raíces y eso sería un proceso que tendría que hacerse».

Haga sus conclusiones.

davidcastellanost@hotmail.com