Osorio Chong, vino, nos dejó igual y se fué
RESEÑA POLÍTICA
Por: Juan R. de la Sota
Osorio Chong, vino, nos dejó igual y se fué
A gritos y sombrerazos, no se logran los proyectos personales ni de grupo, como lo está haciendo el militante priista Luis Enrique Arreola Vidal, para lograr convertirse en el nuevo dirigente estatal del PRI de Tamaulipas.
Los deseos personales y colectivos, difícilmente los obtendrán aquellos actores que ambicionan avanzar políticamente, si no aplican la legalidad, el diálogo, consenso y acuerdo y mucho menos harán realidad su propósito, si utilizan como método la rebeldía y la acusación sin pruebas.
En ello está incurriendo Arreola Vidal, quien con sus actos se encamina a la sepultura política, como le sucedió a Mauricio Cerda Galán.
El muchacho tiene todo el derecho a aspirar a la dirigencia estatal del PRI e incluso él puede afirmar que cuenta con los merecimientos suficientes para buscar el liderazgo,.
Sin embargo, su participación está condicionada a las reglas que establezca la convocatoria, pues si es por consulta a las bases tendrá la oportunidad de jugar, pero si es candidato de unidad o convención de delegados, es mejor vaya concertando un espacio en otro partido, porque seguramente le iniciarán proceso de expulsión.
Arreola Vidal, realiza un recorrido por el Estado, en busca de apoyos que respalden su proyecto de convertirse en el nuevo líder del PRI en el Estado, pero ha caído en la desesperación, porque lo hace sin conocer los requisitos para la elección del nuevo dirigente y porque además utiliza la acusación sin fundamento como método para ganar adeptos.
Luis Enrique, tendrá que asesorarse muy bien sobre lo que debe o no decir, porque la candidatura que podría obtener será al fresco bote, ya que podría enfrentar demandas penales, al lanzar acusaciones sin ninguna prueba y para poder ganarse la credibilidad de la gente tendrá que comprobar sus dichos.
Tendrá que comprobar que los actuales dirigentes realizan actividades en lo oscurito y que el PRI es un botín de familias, así como el hostigamiento que, según él, vienen enfrentando priistas que simpatizan con su proyecto.
Si no presenta pruebas fehacientes de lo anterior, pasará a la lista de políticos del montón que no les cree ni su familia, quienes a través de la acusación falsa, la mentira y el golpeteo por debajo la mesa buscan desprestigiar a las instituciones y a las personas, para hacer realidad sus proyectos personales y de grupo.
El ex dirigente juvenil lo que busca es hacer ruido, para que la dirigencia de su partido lo tome en cuenta, porque sabe que con su rebeldía jamás llegará a ser líder de los priistas de Tamaulipas.
Por cierto, Aida Zulema Flores Peña, líder estatal del PRI, aseguró que Luis Enrique, está en su derecho de expresarse, pues la Constitución Federal y Local, es muy clara sobre la libertad de manifestarse, de ideas y de expresión.
Negó haya amenazado a dirigentes municipales de su partido, para condicionar la designación de delegados a la Asamblea Nacional y aclaró que para esto se emitieron las convocatorias correspondientes.
Antes de que se me pase la misma falta de atención e interés de la dirigencia nacional del PRI, para elegir a los nuevos dirigentes estatales, se registra en varias entidades, por lo que evidencia concederle terreno a otros partidos para perder la Presidencia de la República.
Cambiando de tema, el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, visitó Reynosa, Tamaulipas, no dejó un sabor alentador, pues no anunció para Tamaulipas, un apoyo económico extra para atacar la inseguridad y su discurso fue más de lo mismo, pues dijo que continúa el mismo número de elementos de la policía Federal, Ejército y Marinos en las calles del Estado y resaltó la necesidad de seguir trabajando en coordinación con los tres niveles de Gobierno.
Osorio Chong, debió considerar que para que el Estado y los municipios trabajen coordinadamente en las tareas de combate a la inseguridad necesitan dinero, apoyo económico que requiere de la Federación, no de discursos, propuestas, saludos y palmeadas como que las que él vino a dar a los tamaulipecos.
Es decir, en concreto no anunció apoyos y dejó claro que seguirá aplicándose la misma estrategia, el mismo número de elementos federales y presupuesto y gasto por parte de la autoridad federal, con cuyas acciones no han podido frenar la ola de violencia que se registra en Tamaulipas.
Ante ello, demostró que es mínimo el interés de la Federación de combatir a los infractores de la ley y que deja la mayor parte del grave problema al Estado.
Evidentemente el Gobierno Federal privilegia los intereses partidistas y estos no deben estar por encima de los derechos y las necesidades de la ciudadanía, ya que se observa que no quiere apoyar a un gobierno estatal panista, sin considerar que lo que está en riesgo permanente es la vida de cientos de ciudadanos que requieren de mayor seguridad y justicia.
El Secretario de Gobernación gastó mucho dinero en seguridad personal, transporte y alimentos y para venir a decirnos que nos coordinemos, nos cuidemos, le echemos ganas y difundir el mismo rollo, sin apoyar económicamente, para enfrentar a los infractores de la ley, no tienen ningún sentido que venga a esta entidad.
Sin embargo, el Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, pese a no tener ese apoyo federal, aplica diversas acciones para acabar con las fuentes de financiamiento de los infractores de la ley, a través de operativos de inspección sobre la operación de distintos comercios.
El mandatario estatal reiteró su determinación de aplicar todo su esfuerzo y toda la fuerza del Gobierno que él encabeza para devolver el orden, el respeto a la ley, la paz y la tranquilidad a los tamaulipecos.
El gobernador convocó a todos para unir esfuerzos para atacar a los infractores de la Ley que operan en todos los municipios de la entidad.
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