Columnas

Pasto apantallante en API Altamira

Remache del cambio

Por: Enrique Zúñiga Castillo

Pasto apantallante en API Altamira

No conformes con instalar un arco detector de metales en una escuela secundaria de ciudad Victoria, los policías estatales también basculean a los jovencitos con las espadas marca Garret.

Eusebio Rosado Sosa, delegado de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, llamó a esa acción con el eufemismo de plan piloto.

La tarea de mirar lo que portan los menores de edad entre sus cosas, es responsabilidad de los padres de familia, en los hogares. Luego, a los maestros les toca coadyuvar con el conocimiento de los educandos para percibir los cambios conductuales y saber cuándo se encienden las señales de alerta. Más que los mecanismos sofisticados, la cercanía y comunicación entre padres y maestros da resultados positivos para detectar a posibles infractores.

Además,  se necesitarían miles de aparatos detectores para igual número de escuelas. Mejor ese dinero destínese a darle mantenimiento a los servicios sanitarios que tanta falta hace en algunos planteles, pintar los edificios y dotarlos de equipo.

Mejor los policías vayan a combatir la delincuencia y perseguir criminales. Vayan a luchar contra extorsionadores y secuestradores.

Otros con semejantes ocurrencias en materia de seguridad escolar son Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación y Aurelio Nuño Mayer, secretario de Educación, quienes acordaron implementar el Plan de Acción para la Convivencia Escolar y la Prevención de la Violencia en las escuelas. Luego hablaré sobre el tema. Aquí sólo añado el recuerdo sobre las fallidas nuevas estrategias tan anunciadas por Osorio Chong en Tamaulipas.

Óscar Hugo Méndez, director del Conalep de ciudad Victoria,  dijo algo muy coherente cuando anunció que en esa institución no se efectuará la llamada Operación mochila.

El directivo afirma que esas revisiones van contra la privacidad y son una invasión al espacio individual de las personas. Aplausos para Méndez.

Con operación mochila o  con mochilas transparentes, quien desee ingresar objetos o sustancias prohibidas, de cualquier forma lo hará. Además, ya lo hemos dicho. Son inoperantes estas acciones porque requieren de mucho tiempo y de personal capacitado, amable, cuidadoso y sensible. Imagina, querido lector, un plantel con 500 estudiantes. ¿Cuánto tiempo y cuántas personas se necesitarían para practicar las auscultaciones en breve tiempo?

El tema fue puesto en la agenda pública debido a los lamentables acontecimientos ocurridos en la ciudad de Monterey Nuevo León, en donde un joven asesinó a mansalva a algunos de sus compañeros, en un plantel educativo.

Así, Pablo Arguello Castillo, jefe del Centro Regional de Desarrollo Educativo de Tampico, tuvo la “magnífica” idea de proponer como viables las mochilas transparentes. Por favor. Sólo imagina, amable lector, ya parece que una de las muchachitas aceptará de buen modo ir mostrando, por los pasillos, sus toallas sanitarias a través del plástico de su mochila.

Tanto la Operación mochila o las mochilas transparentes, atentan contra la dignidad humana.

La regidora altamirense Elizabeth Humphrey está impulsando junto con la Administración Portuaria Integral (API) en coordinación con las terminales marítimas y empresas de servicios logísticos la primera feria del empleo, este próximo 25 de febrero.

Además, propuso Humphrey a la alcaldesa Alma Laura Amparán la certificación de los jardines de niños del municipio mediante la intervención de la Asociación Nacional de Seguridad Infantil de Barcelona, España. Lo anterior con el propósito de mejorar los niveles de seguridad, así mismo la infraestructura.

La edil está demostrando, con esas acciones, la experiencia adquirida como presidenta del DIF cuando su esposo fue presidente municipal. Crea y fortalece alianzas políticas que habrán de redituarle dentro de poco tiempo. Si Alma Laura pensó en que haciéndola a un lado por ser priista, va a ser difícil opacar a Humphrey. La mujer tiene aspiraciones y puede brillar en 2018.

En el mismo tema que involucra a la API Altamira, dirigida por José Carlos Rodríguez Montemayor, se observa el avance de las obras de los distribuidores viales en la carretera que lleva al puerto. En ellas se aprecia la colocación de áreas verdes con pasto de lujo y plantas de ornato ajenas al clima de la región. Al parecer se montan para el momento cuando la construcción se inaugure. Están quedando apantallantes pero sin infraestructura y ni un programa permanente de mantenimiento, las plantas y el césped habrán de marchitarse al tercer día de la foto. Precisamente, ayer, personal de la API, grababan un video promocional. Sin duda, una buena cantidad de pesos se llevará el empresario constructor con esas onerosas decoraciones efímeras.

¡Qué suene la banda, Alma!

La insensibilidad y la ignorancia han prevalecido en la decisión de desparecer la Banda Municipal de Música de Altamira Tamaulipas. En contraste, síndicos y regidores han insertado en las listas salariales a hijos, ahijados, sobrinos, cuñados, parejas, guachomas y otros especímenes. Esta política forma la suave brisa del cambio encabezada por Alma Laura Amparán, la presidenta municipal. ¿Pensar en reelección? De que se van, se van.

Carros del gobierno en paseos dominicales

En Altamira, al parecer, muchos funcionarios y empleados ocupan los vehículos oficiales durante los fines de semana para paseos familiares, relajarse con las novias o visitar a sus parientes en sus municipios de origen pues muchos de ellos no son altamirenses ni radican en dicho municipio. En el estacionamiento del nuevo complejo administrativo La Retama, deberían “pernoctar”, durante los fines de semana, alrededor de 50 carros del gobierno. Resulta que si, tú amable lector, observaras el sitio un domingo cuando está pardeando, se dará cuenta que apenas rebasa la decena de unidades automotrices.

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