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Se salvó de traficantes y quedo en cautiverio del DIF

David Ed Castellanos Terán

@dect1608

Se salvó de traficantes y quedo en cautiverio del DIF

Las mentiras por internet o en redes sociales, pueden ser igual de peligrosas que la burocracia mexicana. La señorita regiomontana víctima del catfish rescatada en Tampico, Tamaulipas; lleva 17 días bajo cautiverio del Sistema Para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).

El catfish es la modalidad surgida en redes sociales, donde dos usuarios de las mismas llevan su amistad virtual al escenario amoroso, solo que uno de los dos está mintiendo, mientras el otro sueña con haber encontrado a la princesa del cuento o según el caso a su príncipe besa sapos.

El caso de la regiomontana Alondra, de 17 años de edad, según las primeras versiones fue cautivada en internet por un supuesto ganadero tamaulipeco, la virtual relación, específicamente vía Facebook, según llevaba tres años hasta que ella cayó en las redes de la mentira y emprendió un viaje sin escalas de Monterrey a Tampico. La noche madrugada del 21 de abril, la chica regia fue rescatada por la Policia Estatal Acreditable (PEA). Sin embargo, quedó en poder del DIF Tampico, quienes hasta donde se sabe, le brindan el mejor de los tratos, pero debido a una serie de trámites burocráticos sigue sin poder regresar a casa.

Según los conocedores del tema, esta modalidad engañosa del catfish, se ejecuta por diversión, venganza entre «amigos» o ex parejas y en el peor de los escenarios para reclutar jóvenes y explotarlas sexualmente; primero a base de mentiras hasta hacerlas salir de sus hogares, en la mayoría de las situaciones se ganan tanto la confianza de la víctima que suele obtener información de los padres o familiares, al grado de que si el usuario engañado logra identificar que esto es una trampa de las redes sociales, ya suele ser demasiado tarde pues los vivales cibernautas amenazan a familiares y amigos hasta lograr que la víctima se traslade a la ciudad donde la esperan para disminuirla mentalmente, a veces hacerla adicta y luego dependiente de sus captores quienes jamás le permiten volver a casa.

Sobre el caso de Alondra, no se sabe mucho, pues ni en el DIF Tampico, mucho menos en el sistema estatal ofrecen información, ni acceso a la señorita de 17 años; la Procuraduría General de Justicia, tanto en Tamaulipas como en Nuevo León, argumentan que es un caso netamente de los DIF estatales y mientras estos se avientan la papa caliente, la joven y su familia no dudo que estén bajo la incertidumbre de lo que puede venir y envueltos en miedo de lo que podría pasar, porque sí se trata de una banda dedicada a la trata de personas, estos malosos saben perfectamente en donde está la chica, también tienen información de la familia y en todo caso, podrían actuar sin problemas en su contra, quedándose vulnerables gracias a la burocracia mexicana.

17 días y contando… la chica se salvó de los presuntos delincuentes, pero las leyes mexicanas aún la tienen en una delgada línea de peligro.

Colorín colorado, este cuento ha terminado.

davidcastellanost@hotmail.com