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SIN LIBERTAD DE EXPRESIÓN NO HAY DEMOCRACIA

LETRA PÚBLICA

SIN LIBERTAD DE EXPRESIÓN NO HAY DEMOCRACIA

                         RODOLFO SALAZAR GONZALEZ 

Acabo de terminar de leer un excelente ensayo del politólogo Norteamericano; Robert A. Dahl quién es un experto en materia  de temas democráticos y libertad de expresión, cuyos textos son los libros obligados en los que estudian los que cursan un doctorado en ciencias políticas en las universidades más importantes de Inglaterra y  Estados Unidos.

El politólogo Norteamericano establece una condición fundamental para el buen funcionamiento de una democracia contemporánea, y nombra a seis los momentos e instituciones indispensables: 1. La elección de los responsables de la toma de decisiones del estado 2. Que las elecciones sean libres, equitativas y frecuentes 3. Libertad y autonomía de asociación de los ciudadanos 4. Un concepto de ciudadanía incluyente 5. Libertad de expresión y fuentes alternativas de información. Asegura el politólogo que de todas estas características la más importante para que un país funcione dentro de un esquema democrático está la de que existan fuentes alternativas de información, es decir periodistas independientes.

De existir este requisito se da como consecuencia lógica una libertad de expresión sana y autónoma que le permite al ciudadano expresar su opinión respecto a la conducta del estado y de los grupos de poder que se han distinguido en los últimos tiempos en nuestro país como auténticos poderes fácticos, entendido esto como una institución ilegal con influencia en el destino de nuestro país.

En un  concepto general para que la democracia funcione debemos dar por admitida la existencia de la libertad de expresión que consiste en términos entendibles, en el derecho de cualquier gobernado a expresarse sin sufrir represiones, por externar sus opiniones políticas o sus críticas  sobre funcionarios, como políticas públicas que adoptan un gobierno. Este factor de libertad de expresión asegura la posibilidad que exista un país plural y un régimen donde el derecho es una regla que se utiliza para medir a todos trátese de quien se trate. El hombre público está expuesto a que todos sus actos y la acumulación de bienes o el ascenso en su modo de vida despierte una suspicacia  frecuentemente presente en los periodistas alternos que no están involucrados en la enorme red de corrupción que el estado utiliza para que tan solo se informe  a la medida del gusto del funcionario público.

En este escenario  que la sociedad mexicana y Tamaulipeca así como la Tampiqueña y la de la zona conurbada tenga el conocimiento de que dispone de recursos consagrados por la constitución para ejercer su derecho de crítica sobre la conducta irregular de algunos funcionaros públicos.

A veces me asombra el realismo en el que se desenvuelven algunos periodistas que pareciera ser que por encima de la juventud que proyectan tienen una experiencia propia de los dinosaurios del boletín oficial.

En el país se está instrumentando una regulación jurídica que contenga el exceso en el que han incurrido los poderes fácticos, que actuaron de forma inusual en las elecciones presidenciales del 2006 y que en un absoluto desacato a la norma constitucional que exige equidad, utilizaron todo su poder en los medios electrónicos para ganar la elección presidencial y favorecer al PAN, para que solo permaneciera en la presidencia de la República con muy bajo margen de aceptación por los mexicanos quien volvió a confiar en el año 2012 en el partido que surgió de la Revolución Mexicana y que hoy en estos días navega en un mar de corrupción e impunidad.

En el tema de la televisión abierta  de las 457 estaciones Televisa  controla  243 y Tv. Azteca 185 lo que equivale según la comisión federal de competencia a un 93 por ciento del total. En materia de radio la situación es similar; por lo que no se requiere ser un genio para concluir que no existe en el país un escenario de medios electrónicos que permita la libertad de expresión.

Una cosa debe quedar clara y entendible que la democratización del país nunca podrá lograrse sin la participación en las decisiones de estado de estas instituciones conocidas como los Partidos de la izquierda mexicana, que fueron fortalecidos por el genio inconmensurable de Porfirio Muñoz Ledo, que consiente de sus limitaciones económicas impulsó al Ingeniero Cárdenas para que fuera el candidato del  Frente Nacional Revolucionario, integrado por varios Partido políticos que las crónicas de la elección de 1988, aseguran que resultó triunfador sobre Carlos Salinas de Gortari.

Las metas que deben  imponerse la clase política en la reforma de estado que se está cocinando en el congreso deberá tener dos características: hacer efectivo el control sobre el monopolio informativo de los medios electrónicos y establecer las penalidades en las que incurran quienes no acepten que en México se practique una absoluta libertad de expresión. Y además tendrá que reconocerse que el que “se opone apoya» como lo expresara Jesús Reyes Heroles.

COMO DATO: Como la marca la regla, el mal ejemplo cunde: el gobierno panista de Altamira, Tamaulipas, rompió con el protocolo que por 268 años se llevó al pie de la letra en el año de la fundación de Altamira, Tamaulipas. Y todavía fue más allá, nuestro vecino no asistió a la importantísima ceremonia de la fundación de Altamira, Tamaulipas, hermana ciudad nuestra, como no lo hizo tampoco en la imponente ceremonia de los 194 años que realizamos en Tampico con motivo repoblación de nuestro bello puerto e importante urbe metropolitana de las huastecas.

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