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Sigue población de Mier entre balaceras y secuestros

*Pero llegada de 25 Batallón del Ejército ya está poniendo en orden a la delincuencia organizada.

Agencia ANTAM.

Mier, Tamaulipas.- La llegada del Batallón 25 de Infantería del Ejército Mexicano a la región ribereña de Tamaulipas, ya regreso un poco la calma y despertó la esperanza de paz a los pobladores que seguían sufriendo el acoso del crimen organizado.

Y es la población de Ciudad Mier, la que más reciente pues las huellas de la narcoguerra aún persisten a seis años del éxodo; en la entrada principal, los señalamientos que anuncian las rutas a Nuevo Laredo y Monterrey, siguen perforadas por balas de alto calibre, no han sido cambiadas.

“Ojalá que esta vez, este batallón si haga su trabajo y no pase con los del 105 batallón, que se retiró hace como cuatro años, y cuando estaban aquí, de noche no salían nos dejaban desprotegidos”, aseguró uno de los pobladores de Mier.

“Nomás daba la noche y se iban a dormir, y en las madrugadas había balaceras”, exclamó.

El poblador asegura que la vida cambió para siempre en Mier, pero dan su voto de confianza a los más de 500 soldados que llegaron con el 25 Batallón de Infantería procedentes de Querétaro.

“No es igual, la gente de dinero se quedó del otro lado (en la frontera de Texas), o se fueron a Monterrey, los menos están en Miguel Alemán”, comentó otro, “los ranchos que daban trabajo ya casi no tienen movimiento”, apuntó el padre de familia.

En el 2010 la narcoguerra entre el Cartel del Golfo y Los Zetas, causó un éxodo de la población por balacear casas a diestra y siniestra y reclutar por la fuerza a jóvenes de sicarios.

De los 4 mil 500 habitantes quedaron menos de mil, hoy la autoridad municipal asegura que tienen tres mil habitantes, pero las primarias operan con menos de diez alumnos por salón, cuando antes tenían hasta 30.

“Mire, a mí me secuestraron a mi hijo en diciembre y nadie me ha ayudado”, explicó un hombre que optó por pedir el anonimato.

Otro señor plática que recientemente dejó de ir a su rancho porque seguido encontraba hombres armados y poco a poco se le fueron desapareciendo las chivas.

“Una vez de plano me dijeron, ya mejor ni se ande parando”, exclamó, “y no he vuelto desde entonces”.

Los ciudadanos narran que las balaceras siguen escuchándose con frecuencia, pero ya se acostumbraron.

Las versiones de la ciudadanía coincidieron con las del General y Comandante de la Cuarta Región Militar, Javier Cruz Rivas, quien  hizo una reseña de la inseguridad que vivió y vive Mier, destacando que siguen operando grupos delincuenciales.

Cabe destacar que el pasado 18 de enero, durante la llegada del 25 Batallón, Cruz Rivas resaltó en su mensaje de bienvenida, que llegaban a una región bilateral con problemas de presencia de grupos delincuenciales.

“Ustedes son hombres de pueblo y su misión es desactivar a los grupos delincuenciales, recuperar los niveles de prosperidad y bienestar de la ciudadanía, garantizar el Estado de Derecho para activar las actividades productivas”, puntualizó.