Columnas

A un año del cambio

Tribuna

Por Javier Terrazas

A un año del cambio

Este 5 de junio se cumple un año del triunfo del Partido Acción Nacional en Tamaulipas,  cuando ganó la gubernatura, mayoría en el Congreso Local y  24 Ayuntamientos.

Fue la llegada de la alternancia a la entidad, luego de más de ocho décadas de hegemonía del Partido Revolucionario Institucional.

El entonces candidato a gobernador por el albiazul Francisco García Cabeza de Vaca, obtuvo 721 mil 049 votos.

Superó con un amplio margen, 214 mil 499 sufragios a su más cercano adversario, Baltazar Hinojosa Ochoa, del PRI-PVEM-PANAL, que llegó a 506 mil 550.

Una victoria contundente, de las que no se ven ya en estos días, si la comparamos con las elecciones que se vivieron éste domingo en el Estado de México y Coahuila, con virtuales empates técnicos.

Para conocer con precisión a los ganadores de las contiendas en estas entidades, quizá tendremos que esperar hasta el miércoles cuando se revisen las actas con inconsistencias.

Algo pasó al avispado PAN de hace un año en que resultó el gran ganador de las gubernaturas que hoy no pudo dar mejores resultados.

Hasta ahora solo parece tener una victoria sólida en Nayarit con su abanderado Antonio Echavarría, pero en alianza con el PRD, partido que por cierto lo desplazó del tercer sitio en el Estado de México.

Si el PAN no logra su objetivo de alzarse con el triunfo en Coahuila para Guillermo Anaya  que tenía un empate técnico  en 37 puntos con Miguel Riquelme del PRI anoche a computarse el 23 por ciento de las casillas, empieza su debacle rumbo al 2018.

Pierde de alguna forma su posición de partido favorito en la sucesión presidencial, porque  MORENA y el PRD le desbancaron en el Estado de México.

El gran reto que tiene el PAN para enderezar esta situación en el país es que desde las estructuras de las entidades que gobierna, sus mandatarios realicen buenos gobiernos.

Y sea ésta acción la que les recomiende y coloque de nuevo en un mejor escenario el próximo año.

En esa circunstancia aparecen los gobernadores panistas de Tamaulipas, Chihuahua, Durango, Veracruz, Aguascalientes, Puebla, Quintana Roo, entre otros, que le aportaron energía a ese instituto político.

No será una tarea fácil, porque en el calendario electoral está muy cerca el arranque del proceso electoral venidero y  si el PRI toma un nuevo aire en caso de confirmarse su ventaja en Coahuila y Estado de México, Enrique Peña Nieto no será tan abierto con los mandatarios de origen celeste.

Así es que los resultados en el territorio, con los programas estatales y de la mano con los Ayuntamientos, será la clave para que la maquinaria albiceleste pueda tejer sus estructuras de cara a los nuevos retos electorales.

Además, claro está, se hacer una buena armonización de sus grupos internos,  frenando la división que prevalece  en torno a las cuatro cartas distintas y distantes para el juego sucesorio.

Importante fecha para el PAN en Tamaulipas, por la celebración de un año del triunfo. Pero sin duda un desafío por los nuevos retos que se vienen en lo local y federal.

Tiempo de gobernanza, de acciones y mejores resultados. El bono del cambio ya se agotó.