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AMLO, los gobernadores y sus acciones

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Oscar Contreras Nava

AMLO, los gobernadores y sus acciones

Después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que vivimos un momento de definiciones, esperamos que los gobernadores de Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas, Michoacán, Durango, Jalisco, Colima y Guanajuato, hayan entendido por fin que sus peticiones, solicitudes, propuestas y demandas, jamás serán atendidas.

Y es que AMLO en un arranque de autoritarismo dijo: “no es tiempo de simulaciones, o somos conservadores o somos liberales, no hay medias tintas” y perfiló el actuar de su gobierno al señalar que “se está por la transformación o se está en contra de la transformación del país.”

Así que los gobernadores deben entender que sus 12 reuniones interestatales sólo les han servido para intercambiar experiencias en su combate contra el Covid-19, pero no les han ayudado en nada para que el gobierno federal los escuche y les reembolse lo que han gastado contra la pandemia.

Ni mucho menos, en sus peticiones de equilibrar la asignación de los recursos que la federación envía hacia los estados o la idea de realizar una Convención Nacional Hacendaria, para revisar el mecanismo de distribución de las participaciones federales.

Y todo porque el presidente en turno hace la distribución de recursos de acuerdo a sus sueños, caprichos e intereses, como López Obrador lo hace y esto perjudica el desarrollo de las entidades lo cual afecta directamente a la ciudadanía.

Lo que sucede es que AMLO actúa como un dictador en un país democrático,   donde se creía que este tipo de actitudes se habían superado, pero él las ha vuelto a revivir y teniendo el poder presidencial a su favor, utiliza todas las herramientas que le otorga esta posición, y busca que los ciudadanos se dividan para establecer su modelo de país.

Es por ello, que las reuniones interestatales deberían de empezar a diseñar cómo y de qué manera pudiera quitarle a la federación el cobro de los impuestos que se realiza en las entidades y asignarle al gobierno federal solamente un pago mensual para que se mantenga. Algo así como lo que actualmente hace con los estados.

Este tipo de medidas es seguro que le afectarán al gobierno federal, ya que al dejar de percibir los impuestos que le llegan vía estados, desde luego que AMLO dejará de invertir en la Refinería de Dos Bocas, en el Aeropuerto Santa Lucía y en El Tren Maya que afectará el ecosistema de los pueblos mayas en el sureste de México.

Es momento de que los gobiernos estatales definan las acciones para ponerle un alto al presidente López Obrador, no es posible que en un año y medio las medidas adoptadas por su gobierno hayan fracturado la economía, puesto en riesgo a la sociedad por el despido de más de 20 mil burócratas y por el desempleo de casi un millón de personas que por la falta de apoyos a los empresarios fueron despedidos.

Así como también por minimizar o desaparecer las instituciones que fortalecían al gobierno federal, por su imaginario combate a la corrupción y la impunidad, o por la austeridad republicana que se aplica según la idea de Juárez, de que los burócratas deben aprender a vivir en la medianía, es decir, en la pobreza.

Ojalá que los gobernadores actúen pronto, porque si continúan dejando que AMLO siga pasando por encima de ellos, de la ley y sin atender las peticiones que le hacen, es seguro que muy pronto les enviará la Unidad de Investigación Financiera, al SAT y a la Fiscalía Anticorrupción, para abrirles una carpeta de investigación y sean acusado por cualquier cosas, así como los dictadores utilizan el gobierno para sacar a sus adversarios de la política. Ni más ni menos.

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