Columnas

AL VUELO-Flakas

AL VUELO-Flakas

Por Pegaso

        Navegando en las redes sociales me encuentro con una nota periodística con el atractivo encabezado que dice: «Jóvenes, bellas y asesinas.  Las Flacas, el nuevo cártel que aterroriza a México».

        De entrada, ya ví algunas fotos y sí están flacas, pero no son agraciadas, ni bellas, ni nada que se les parezca.

        De rostro duro, ni la sonrisa puede opacar la mirada fría y sin sentimientos que las caracteriza.

        Utilizan Instagram, Twitter y Facebook para colgar fotografías donde se les ve con uniforme y furnitura tácticos o de tipo paramilitar, empuñando una terrible arma de fuego de alto poder.

        Tatuadas hasta de los ojos, esta nueva clase de personitas han llevado al límite el significado de la frase «emancipación femenina» o aquella otra de «equidad de género» o simplemente, «empoderamiento de la mujer».

        Ya no son las jóvenes atractivas de aspecto anglosajón, pelo teñido de güero, repletas de silicona, de prominentes caderas y torneadas piernas que sirven como acompañantes de los capos de la droga.

        Las «buchonas», como se les conoce, son las muñecas de la mafia, los descansos de los jefes, un lujo más que éstos pueden darse gracias al dinero mal habido y al poder que ostentan.

Pero ahora las mujeres que están en el negocio ya no se contentaron con ser un adorno, sino que agarraron las armas y se convirtieron en sicarias.

        Me imagino que son hijas, primas, hermanas, parientes o amigas de los capos, que un buen día pensaron que también ellas pueden agarrar un arma y hacer lo mismo que sus contrapartes masculinos.

        Están fuertemente influenciadaspor películas como Kill Bill, donde aparece el Escuadrón de Víboras Asesinas:  Mamba Negra (Beatrix Kiddo), Crótalo de California (Vernitta Green), Víbora de Cascabel (Elle Driver) y Víbora Mocasín (O-Ren-Ishii), protagonizada por Uma Thurman y David Carradine, con Dirección de Quentin Tarantino.

        Al igual que las antiheroínas de la película, son despiadadas y letales.  Lo malo es que tienen una cantera inagotable de nuevos talentos en los barrios bajos de las ciudades, jóvenes de clase depauperada que buscan salir del hoyo en que se encuentran a como dé lugar.

        Un “meme” que recorre las redes sociales compara a una chica fresa, de sociedad, con una de barrio:

        La Morra Fresa:

-Se queja de todo.

-Se quema en corto con el sol.

-Nomás se mueve en Uber.

-Tiene que ir al doctor cuando se enferma.

-La tienes que andar cuidando.

-No come gluten.

-Sus amigos se depilan las cejas.

        La Morra Barrio:

-Rompe la madre si la molestan.

-Se cura con paracetamol.

-Conoce todas las rutas de camiones.

-Dispara las caguamas.

-Le entra a los tacos de tripa.

-Sabe dónde encontrar la barbacoa chida.

        También conocidas como “la Generación AK-47”, la vida les vale un cacahuate.

        Entrevistaron a una mujer llamada “La Pantera” en el penal de Ciudad Juárez y dijo que al salir su máxima ilusión es convertirse en sicaria.

        Su hijo, de apenas 12 años, le había dicho antes de ingresar al reclusorio que también quería ser asesino a sueldo.

        Las flakas, así, con k y no con c, son el más nuevo fenómeno de la subcultura del narco.

        El periodista le pregunta a “La Pantera” por qué quiere ser sicaria y responde que muchas veces las mujeres tienen más huevos que los hombres.

        -Querrá decir ovarios, le corrige el reportero, y ella contesta:

       -¡Tú ponle huevos, ja, ja, jaaaaa!

        Nos quedamos con el refrán estilo Pegaso: “¡Equivaliendo a progenitora e invocando al Enmascarado de Plata!” (¡Valiendo madre y llamando al Santo