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AL VUELO-Forbes

AL VUELO-Forbes

Por Pegaso

                Andaba yo volando por el rumbo de la plaza principal, viendo cómo la gente disfruta de éste paradisíaco clima en plena temporada invernal, y me acordé que ahí mismo, en su última visita, Andrés Manuel López Obrador les dijo a sus correligionarios de MORENA que se andan dando entre ellos mismos hasta por debajo de la lengua: «¡Ya chole!».

                «¡Ya chole!», me dijo también en un mensaje de correo electrónico mi amigo «El Cachas de Oro» después de leer varias de mis colaboraciones que traían a Donald Trump como tema central.

                «Es más-agregó; ya no quiero leer ni saber nada de ese señor».

                Y en muchos sentidos tiene razón.  Trump llegó al escenario mundial como chivo en cristalería, nos tomó a todos de sorpresa y se llevó los principales titulares de los medios de comunicación.

                En lo particular, yo pensé que no había presidente (de cualquier país) que pudiera decir tantas pendejadas juntas, como en su momento lo hizo nuestro botudo y bigotón mandatario, Vicente Fox.

                Fox fue un personaje con un estilo folclórico, cotorro y dicharachero.  Todo mundo recuerda aquella frase inmortal que dice: «Los migrantes mexicanos hacen trabajos que ni los negros quieren hacer».

                Pero luego llegó Peña Nieto y le dijo, «quítate, que ahí te voy».

                ¡Pero Trump!… éste se coce aparte.

                Veamos algunas joyas de 14 kilates de su repertorio:

-Nunca he visto una persona flaca bebiendo Coca Cola de dieta.

-Están trayendo sus drogas, están trayendo su crimen; son violadores y algunos, asumo, son buenas personas.

-Podría disparar a gente en la Quinta Avenida y no perdería votos.

-Un muro en la frontera con México nos ahorraría muchísimo dinero.

-Este es un país en el que hablamos inglés, no español.

-Cuando eres una estrella puedes hacer cualquier cosa, agarrarlas por el coño, lo que quieras.

                Es el autor de un libro llamado llamado «El Arte de la Negociación», donde plasma toda su agresiva filosofía, igual que en su tiempo lo hizo Adolfo Hitler con «Mi Lucha».

                Yo también quisiera dejar de hablar de Trump, pero es algo que simplemente no puedo resistir.  El personaje se ha convertido en un filón de oro para el ingenio del mexicano, que lo ha hecho blanco de sus burlas y chanzas.

                Es más, ya hasta me empezaba a caer bien cuando un entrevistador le preguntó si México es un país corrupto.

                Luego de algunas frases donde dijo que Peña Nieto le cae bien y que pretende trabajar junto con él para arreglar algunas cuestiones, como el narcotráfico, dijo algo más o menos así: «¿Usted cree que nosotros estamos libres de culpa?»

                Trump, el milloneta engreído, odiado por millones alrededor del mundo es ahora el hombre más poderoso, querámoslo o no.  Es la persona que la gente ha identificado como la mano que apretará el botón del fin del mundo.

                Pero en el ámbito de los multimillonarios, resulta ser un Don Nadie, un pobretón, un charalillo entre tiburones.

                Ni siquiera está en el top ten de la lista de Forbes del 2016.

                En dicha lista aparece como puntero el propietario de Microsoft, Bill Gates, con 75 mil millones de dólares, seguido por el español Amancio Ortega, del corporativo Zara, con 67 melones; en tercer puesto, Warren Buffett, con 60 mil, 800 millones de dolarucos y hasta el cuarto lugar, Carlos Slim, orgullosamente mexicano con 50 mil millones de cueros de rana.

                Desfilan nombres como el de Jeff Bezos, de Amazon, Mark Zuckerberg, de Facebook, Larry Page, de Google y Jim Walton, de Wal Mart.

                Creo que Trump viene como en el lugar número 70 de la lista con apenas 3 mil 500 millones de dólares en la buchaca.

                Ahora sí que, como dice el dicho, un millonario pobre, es un pobre millonario, y Trump, entre tanto milloneta es apenas un divertido bufón que les sirve para evitar el aburrimiento.

                Comentando con mi padrino Don Adán Cisneros, yo le decía:  «Si un día Diosito viene a la tierra, junta a los cien hombres más ricos de la tierra y los amenaza con enviarlos derechito al infierno si no distribuyen su riqueza entre los pobres del mundo, todo sería mucho mejor».

                Y es que los 100 hombres más ricos del planeta enlistados en Forbes son propietarios del 80% de las riquezas, mientras el 99.9999% restantes nos repartimos el 20% restante.

                Dicho lo anterior, reitero mi intención de no volver a hablar de El Trompas, a menos, claro está que la ocasión lo amerite, como dice mi cuate «El Cachas de Oro».

                Nos quedamos con el refrán mexicano estilo Pegaso:  «El animal vertebrado acuático que respira mediante agallas, suele perecer a consecuencia de su cavidad bucal». (El pez por la boca muere).