Columnas

AL VUELO-Nobleza

AL VUELO-Nobleza

Por Pegaso

Tras mi vuelo vespertino me puse a revisar los últimos memes y videos virales de la red, y uno de ellos provocó en mí un vahído, soponcio o patatús.

Resulta que en un evento público de los pocos en que suele aparecer la familia real española, se armó un argüende porque una de las princesas le quitó la mano bruscamente a su abuela, nada menos que la reina Sofía, porque su mamá, la reina consorte de españa, Letizia Ortiz (así, con z) no le permite tener contacto con ella.

Y un poquitín más adelante, cuando la abuela le planta a la princesa Leonor, Letizia le «borra» el besco con su mano derecha, provocando el abucheo de los plebeyos presentes.

Ese mismo día, y los siguientes, la imagen de espaldas de Lety se hizo viral, y todo mundo hizo un montaje con una foto propia y el cuerpo de la monarca.

Letizia Ortiz Rocasolano, nacida de cuna humilde, trabajó de periodista antes de conocer al ahora rey de España, Felipe VI.

Fue como un cuento de hadas, porque la chorreadita del pueblo casó con el príncepe de sus sueños.

Yo me pregunto si en pleno Siglo XXI aún estamos tan cerrados de la mente como para aceptar que siga habiendo reyes en el mundo.

No es sólo España, sino también Inglaterra, Mónaco, Japón, Jordania, Arabia y otros países donde tienen familias reales.

Por supuesto que ya no son lo que eran hace cientos de años, en plena Edad Media y bien entrado el Renacimiento.

En ese entonces, los reyes eran amos de horca y cuchillo, tenían grandes extensiones de tierra y decidían quién moría y quien vivía, más o menos como los narcos actuales.

Entre sus prerrogativas más queridas estaba el derecho de pernada. El rey veía que se iba a casar una encamable campesina e inmediatamente hacía valer ese derecho. Pedía a sus súbditos que le trajeran a la joven para gozar de las primicias de Himeneo (Nota de la Redacción: No te adornes tanto, Pegaso, dí simplemente que se la tiraba).

Y mientras tanto, el novio tenía que aguantar vara y quedarse callado, so pena de morir a latigazos por contraponerse a una orden de su Real y Santa Majestad.

Si yo fuese consejero de la reina consorte Letizia, próxima a convertirse en reina de España cuando a la actual monarca se la cargue el payaso, le diría lo siguiente:

-Mirá, maja: Vos debéis dirigiros a la vieja y entregarle el título nobiliario; decidle que lo haga rollito y se lo introduzca por donde mejor le quepa.

Pero yo sé que no lo haría porque no está interesada en perder los enormes beneficios económicos que conlleva el hecho de tornarse en soberana.

Que aún hay reyes en el mundo, es innegable, pero ya son más como figuras decorativas, como payasos que sirven para el entretenimiento del público.

Pero eso sí, payasos muy bien pagados, porque por el sólo hecho de tener un título nobiliario reciben cuantiosas rentas que ya las quisiera cualquier magistrado de la Suprema Corte de México o Consejero del INE.

Por lo pronto, vámonos con el refrán estilo Pegaso que a la letra dice: «Al interior de la nación compuesta por individuos carentes del sentido de la vista, quien posee uno de los órganos de la visión funcionales se constituye en monarca». (En el país de ciegos el tuerto es el rey».