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Alejandro Guevara y las alforjas

Escenario político

Marco Antonio Torres De León

Alejandro Guevara y las alforjas

Alejandro Guevara Cobos es ave de mil tempestades.

Pero ha cometido errores que podrían salirle caros.

Los deslices cometidos, los resbalones, la falta de autocontrol de su temperamento.

Todo eso le salió ayer.

Cuando la fama es mala, es preferible no tenerla ni tentarla siquiera.

Mucho menos invocarla.

Ayer tuvo un accidente automovilístico que provocó que aquella mala fama de pendenciero y problemático emergiera a la superficie del agua, por decirlo metafóricamente.

La tenía ahogada, suprimida, pero ayer emergió. De nuevo.

Impactó su vehículo suburban blindado color hueso, tirándole a blanco, contra un armatoste de esos que dan miedo.

Las llaman peseras.

Es más fácil que esas peseras te peguen el tétanos a que te abran una herida.

Se dice que Alejandro Guevara salió raudo del vehículo chocado y huyó a una casa muy cercana, que porque traía maletines con dinero.

Y que porque llevaba armas.

En lo personal sabemos que Alejandro Guevara tiene permiso para portar  arma. Su arma de cargo, individual.

Pero solamente sabemos de él, de nadie más de  sus acompañantes.

Lo que él suele llevar consigo son maletines tipo alforjas.

La versión se extiende que ahí dentro llevaba  tanto dinero como su arma. Una,  dos o tres, no se sabe. Él lo debería aclarar.

Su accion de correr se debió quizá al intento de quedar a salvo de la prensa policiaca victorense, tan acuciosa y suspicaz.

Y más tratándose de él, un personaje político público; quizás por eso huyó para no quedar expuesto frente al  público y la prensa.

Son mil versiones las que rondan.

Pero de que sí huyeron, sí huyeron, con Alejandro arriba o abajo del vehículo, pues ni modo que sea truco.

Cómo es que no apareció en las cámaras fotográficas ningún acompañante suyo?

La Suburban estaba sola y su alma.

Dónde estaban sus acompañantes, Gerardo Ponce, el profe y otros más que momentos antes o después aparecieron en un video donde Alejandro discutía con estudiantes de la Universidad La Salle, y que se hizo público en redes?

La chapuceria ronda a veces la fama de Alejandro y su ambivalente personalidad.

Quien miente pues?

Ahora bien, el tema de las alforjas llenas de dinero es otra leyenda urbana que al diputado federal lo consume. Cierto o no cierto por qué no sale a aclarar paradas?

Como sea es un tema que preocupa.

Una pregunta más que ronda en el espacio, es: con billetazo arregló todo?

Porque al Mante y a los periodistas mantenses no los ve desde hace mucho.

Ni tampoco les suelta nada, mucho menos una bendición.

La sequía es muy prolongada y eso que ya transcurrieron 45 días de campaña proselitista en pos del Senado.

Va y viene de un rincón septentrional del estado a otro  y no se digna contestar las llamadas.

Menos si es la prensa de El Mante, su tierra amada.

Asi que al menos al Mante, su terruño natal, donde dejó sembrado su ombligo, no le envía ni pizca de agua lluvia, vamos, ni siquiera traducida a centavos.

Alejandro Guevara Cobos es tramposo, o al menos esa fama tiene.

Y le gusta cultivarla.

Aunque debería ser al revés, comportarse más serio y responsable.

Jugarle al antihéroe no es bueno.

Ni promover antivalores.

Por respeto a los pobres que chocan su vehículo contra un súper automóvil y quedan a deber hasta la vida, el diputado federal con licencia no debería actuar así.

Ahora bien, es cierto que una llamada pudo haber bastado para solucionar el caos automovilístico que provocó.

A fin de cuenta el alcalde Óscar Almaraz es su amigocho y podía sacarlo del problema, que es lomas seguro.

Pero y las interrogantes que quedaron tras el escándalo?

Si llevaba dinero en sus alforjas, donde las dejo y para que las usa?

Repetimos, por qué en su terruño amado, El Mante, no ha dejado nada.

Y hasta donde sabemos, el INE a través de su área de finanzas ya erogó al PRI su primer mesada desde el 1 de mayo. Va por su segundo mes.