Columnas

ALVUELO-Merolico

ALVUELO-Merolico

Por Pegaso​

​Voy a rematar unos cobertores para los niños, abusados, a ver, Pancho, a ver Pancho, arrójame un cobertor de coche, no, no, no, bueno, sí, arrójame el del pony; señora de los lentes, abusados, sí, míra nomás que chulo, se lo voy a mostrar, señoras y señores porque para eso nos paga la empresa. ¡Ämonos, oiga! Abusados, yo le vendo, le remato cobertores para la cama de los niños, ¿eh? Son  para la cama de los niños. ¡Mire nomás qué chulos! ¡Mire nomás qué bonitos! Se lo voy a mostrar para una persona que sea abusada. Señoras y señores. Mire nomás. De lo que vimos en la temporada fría que fue en noviembre, que fue diciembre. Mire, señora. Dale barato pa’l pueblo. Le voy a hacer una oferta de la que dimos, oiga, en noviembre, en diciembre. Los vendimos a ochocientos, pero ahorita le voy a  dar más barato. ¡Pérese, señora! Ya no me pague ochocientos. Le voy a dar ese, el del pony, ochocientos, le voy a dar una almohada de regalo y  una colcha. Así, por todo, deme nada más  quinientos. Ora, patrona, deme quinientos… pos deme cuatrocientos pesos, rapidito, sale, cuatrocientos. ¡Dáselo!¡Dáselo, pos claro! Eso sí, del mismo tamaño del cobertor. El cobertor es individual. Colcha, la colcha es de abajo. ¿Otra? ¡Ay! ¡Este canijo muchacho! Bueno, dale otra más grande. No se puede, no se debe, cuatrocientos por todo, dáselo, pos claro. Ahí te pagan. Voy a darles, dales otro, cuatrocientos. Mire, señora, ahora le voy a dar el de Frozen, le voy a dar el de Frozen, el de Ana, el de Elsa, el de Elsa, el de Ana, échale ese, échale ese, échale ese, cuatrocientos, dales uno, cuatrocientos, dales otro, cuatrocientos, otro regalo. Dales ese. Se lo damos. Cuatrocientos. Todo el juego. ¿Quiere para niños? Le cambio el color, le cambio el color, señora. Se lo doy. Se lo damos. Cuatrocientos. A ella dáselo, a la señora del chicle. Señora del chicle, usted que  está masque y masque el chicle, si no le gusta el color se lo cambio. Pérese, jefa, le voy a hacer un cambio, le voy a hacer un cambio. ¡Mire nomás qué chulo! Ahora salió para los ñoños, que diga, para los niños con el de Cars, con el del auto, con el del auto. ¡Abusados! Le doy uno, le doy ese. ¡Ämonos, oiga! Señoras y señores. Se lo damos, le doy uno, le doy otro y échale otro. Cuatrocientos. Cuatrocientos. Todo el juego, todo el juego. ¡Sí, dáselo! Te cambio el color, amigo. Amigo del Supermán, te cambio el color que no te guste. Sí o no sale. Se lo damos. Cuatrocientos. Todo el juego, todo el juego. Sí, le cambio el color. Tengo muchos colores. Tengo el de Avengers, tengo el de Spiderman, tengo el de Cars, ¿no? Correcto. Sale. Quítale eso. Para esto sí, señores, discúlpenme, pero hoy no puedo estar rogando mucho tiempo. Hoy no puedo estar rogando mucho tiempo porque ¡Ámonos! Cuando lo estaba yo vendiendo en ochocientos, pues tampoco yo rogaba. Ahora mire, ahora que lo estoy dando más barato, pues voy a rogar menos. Pásame uno de borrega, papi. Pásame uno de borrega, papi. ¡Vámonos! Oiga, abusados. ¡Ámonos! Mira nomás qué chulos! ¡Ah, caramba! La gente quiere ver suave, la gente quiere ver doble, la gente quiere ver más chulo, la gente quiere ver más grande. Mira nomás qué bonito. ¡Ah, caramba! Estos son los de borreguita, señor. De este lado terciopelo y del otro lado tiene borrego. Estas son ofertas de 1,200, señor, puros cobertores Providencia. Puros cobertores de lujo. ¡Sale! Le doy uno. Dales uno, Mil doscientos, dales otro, mil doscientos, ponles uno, mil doscientos. ¡Vámonos!