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ANAYA, EL GRAN PERDEDOR, Y QUE RUEDE EL BALÓN

CUADRANTE POLÍTICO

POR FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO

 ANAYA, EL  GRAN PERDEDOR, Y QUE RUEDE EL BALÓN

El tercer debate entre  los candidatos  a  la  presidencia  de la república, solo  sirvió para reafirmar  la realidad  y las tendencias que ya pesaban sobre cada  uno de ellos. De manera específica, en el caso  de Anaya, los mexicanos presenciamos como  el  abanderado por el  Frente  prácticamente reafirmó su  desastrosa derrota. De los  cuatro candidatos, Anaya fue el que llegó al debate con la cara tensa, y con deseos irreprimibles  de  lanzar ataques  revanchistas, ante  el  escándalo de lavado de dinero, que  ha  escalado  ya  hasta  una denuncia formal ante la PGR.

Los ataques  de Anaya  contra  AMLO,  se diluyeron a la luz  de un panorama legal  y ahora de carácter penal, que  fue descrito  en una sola frase por el  candidato  del PRI, José  Antonio Meade: “Aquí el único indiciado por un delito, eres tu”.

En el caso  de  Meade,  vimos a  un candidato  sin ambiciones  de triunfo político, que  más que a la ofensiva, estuvo a la defensiva. Meade llevaba la misión de defender  el nombre  de su jefe, el Presidente  de la república, de manera que, guardó silencio  en el inicio, pero cuando escuchó  que Anaya  se le fue al cuello  a Peña, respondió de inmediato.

Por su parte  AMLO, mantuvo su estilo  de los  anteriores  debates: contestó algunas acusaciones, y otras las dejó pasar, con una sonrisa sarcástica.  Llegó un momento en que les dijo a sus adversarios: “yo no tengo la culpa de superarlos con 30 puntos de ventaja”. Y  uno de los momentos más  interesantes  de AMLO, fue cuando le mostró a un acorralado Anaya, las fotografías, donde  se reunió en seis ocasiones con Enrique Peña  Nieto. Anaya se revolvió como tocado por un rayo, y  buscó  defenderse, mostrando a su vez, una foto de AMLO, donde  debate con Peña Nieto, en la elección del 2012.

En suma,  después del pasado martes, Andrés Manuel López  Obrador, se perfila ya, como  el virtual Presidente  de la República. Para efectos prácticos, las campañas  concluyen hoy, con el inicio del mundial de futbol. Hastiada de escuchar dimes  y diretes, la sociedad  mexicana,   se tenderá en el sofá, para ver las grandes jugadas  de sus goleadores  favoritos.

Hoy  es la ceremonia  inaugural en la Rusia   que un día logró  vencer  la invasión  del ejército alemán. Pero en términos de  futbol,  esperemos que los mexicanos  logren el domingo en la cancha, frenar a la maquina teutona.

¡Y  que ruede el balón!

ALMARAZ  Y EL  REACOMODO DEL PRI

Todos sabemos que hay un  edificio del PRI estatal, rodeado por monumentos de  aniversarios impunes. Es un  cascarón de buenos deseos, y hasta ahí. Pero hay otro PRI victorense, que sin estar divorciado con el primero, es el que está creciendo al calor  del entusiasmo y la participación ciudadana.

De ese PRI operador, sudoroso e itinerante, capitaneado por Oscar  Almaraz, es del que hablaremos hoy, pero también de  los  PRI que  se encuentran en el filo de la navaja, en las principales ciudades del estado. ¿Quiénes de ellos, van a sobrevivir políticamente? Después  de la elección,  los alcaldes  o el alcalde del PRI que quede como ganador, tendrá la misión de sumar al resto del naufragio en el estado.

¿Ese será el papel de Oscar Almaraz?

La campaña  de los candidatos  del PRI a  la alcaldía y la diputación federal, por Victoria, ha tenido un sello distintivo: el arropamiento y el entusiasmo ciudadano, una virtud emotiva y colorida  de la cual carecen sus competidores de otras siglas.  Pero  no se trata de una campaña ordinaria, y utilitarista limitada  a ganar  en las urnas  del primero de julio.

Lo que estamos viendo, es el nacimiento  de  un PRI,  llamado  a jugar un papel central,  en la refundación  del priismo tamaulipeco, con mentalidad ganadora, más resistente y vacunado  contra las inclemencias políticas. En ese  barco, vemos a Oscar Almaraz y  a Ale Cárdenas  del Avellano, la joven priista, llamada a seguir conquistando victorias,  posterior al 2018.

Hay otros  PRI  en el estado, como por ejemplo el de Chuchín  de la Garza  en Matamoros, enfrascado en una guerra dolorosa  y por momentos fatal, un  combate de enconos personales,  que seguramente se prolongarán, más  allá  de la elección. Lo que estamos viendo ahí, es una confrontación de poder a poder,  en la que  la ciudadanía  está justamente  en medio. El ambiente político, en lo que  antaño fue la urbe espartana, productora  de gobernadores, hoy se observa como un  panorama enrarecido, demasiado complejo.

El  PRI  de Tampico, con una Magda Peraza arrinconada por las circunstancias, es también digno de angustia, para sus seguidores. La maestra ya no es la misma  de otras elecciones. El peso de su edad que rebasa los setenta años, y el crecimiento de sus adversarios políticos, coronado por  el alejamiento  de los  capitales industriales, que en otras épocas la arroparon, hoy la hace ver, como una veterana del poder  en su laberinto.

El  PRI  de Reynosa,  que en otras épocas  fue  el que meció la cuna de las definiciones electorales, hoy se encuentra  partido en varias parcelas. Unas optaron por  parapetarse en MORENA, otras  se quedaron al lado  de Serapio Cantú, un médico  astuto que  busca  llegar al  ayuntamiento con la receta de padrinazgo  del cabecista,  pero bajo los colores  del PRI.

Otra parte de ese PRI desdibujado,  se  ha aliado con la alcaldesa Maki Ortiz  Dominguez. Los Luebbert que un día fueron el factor  preponderante, hoy  han preferido  negociar, y  mantenerse  calladitos, pues así se ven más bonitos. Personajes como  Betico, que se definen como fieles a la causa tricolor, se les ve como quijotes soñadores, bloqueados  por  los molinos de los vientos.

Y qué decir de Nuevo Laredo, donde el poderoso priismo  de los aduanales, hoy  ha mudado de siglas y de  colores. Algunos están alineados en el grupo  de Horacio Garza  y de Ramón Garza  Barrios, atrincherados en MORENA. Aquí, sigue pesando la figura  del ex alcalde  Carlos  Enrique  Cantú  Rosas Villarreal, un personaje que sigue contando con el afecto  de miles  de neolaredenses, y que de retornar a su patria chica, tal vez reagruparía a un movimiento ciudadano amplio y diverso en matices partidistas.

Les hemos descrito, la situación que enfrenta el PRI,  en las principales  urbes  tamaulipecas, donde invariablemente   se decide el relevo sexenal,  y las  legislaturas locales y federales.  Ello nos permite  avizorar  que, después del primero de julio, el Revolucionario Institucional  perderá fuerza, en  los principales enclaves electorales   de la entidad.

El vacío que dejará este PRI  de Checo Guajardo, tantas veces cuestionado y acusado de pelele,  será cubierto por MORENA  y por el PAN, que  serán los dos nuevos  protagonistas, en el  escenario postelectoral  de la entidad.

Pero,  en el centro de la entidad, justo en su centro, seguirá vivo el  PRI   de Almaraz, destinado a jugar un papel clave, en la reunificación  del priismo tamaulipeco.

ANAYA, EL  GRAN PERDEDOR; AMLO, VIRTUAL PRESIDENTE

El tercer debate entre  los candidatos  a  la  presidencia  de la república, solo  sirvió para reafirmar  la realidad  y las tendencias que pesan sobre cada  uno de ellos. De manera específica, en el caso  de Anaya, los mexicanos presenciamos como  el  abanderado por el  Frente  prácticamente  firmó  su  desastrosa derrota. De los  cuatro candidatos, Anaya fue el que llegó al debate con la cara tensa, y con deseos irreprimibles  de  lanzar ataques  revanchistas, ante  el  escándalo de lavado de dinero, que  ha  escalado  ya  hasta  una denuncia formal ante la PGR.

Los ataques  de Anaya  contra  AMLO,  se diluyeron a la luz  de un panorama legal  y ahora de carácter penal, que  fue descrito  en una sola frase por el  candidato  del PRI, José  Antonio Meade: “Aquí el único indiciado por delitos, eres tu”.

En el caso  de  Meade,  vimos a  un candidato  sin ambiciones  de triunfo político, que  más que a la ofensiva, estuvo a la defensiva. Meade llevaba la misión de defender  el nombre  de su jefe, el Presidente  de la república, de manera que, guardó silencio  en el inicio, pero cuando escuchó  que Anaya  se le fue al cuello  a Peña, respondió de inmediato.

Por su parte  AMLO, mantuvo su estilo  de los  anteriores  debates: contestó algunas acusaciones, y otras las dejó pasar, con una sonrisa sarcástica.  Llegó un momento en que les dijo a sus adversarios: “yo no tengo la culpa de superarlos con 30 puntos de ventaja”. Y  uno de los momentos más  interesantes  de AMLO, fue cuando le mostró a un acorralado Anaya, las fotografías, donde  se reunió en seis ocasiones con Enrique Peña  Nieto. Anaya se revolvió como tocado por un rayo, y  buscó  defenderse, mostrando a su vez, una foto de AMLO, donde  debate con Peña Nieto, en la elección del 2012.

En suma,  después del pasado martes, Andrés Manuel López  Obrador, se perfila ya, como  el virtual Presidente  de la República.