Columnas

Antes que Mauricio Clark fue Vladimir Putin

David ED Castellanos Terán

@dect1608

Antes que Mauricio Clark fue Vladimir Putin

El ex conductor de Televisión, Mauricio Clark no sólo asevera que dejó de ser homosexual, además dice en redes sociales que las personas Lésbico Gay, forman parte de un plan para acabar con los humanos. Pero antes que él, fue el presidente de Rusia, Vladimir Putin con su ley contra la propaganda homosexual al no aprobar las relaciones no tradicionales.

El ex gay mexicano, @Clarketo -en tuiter-, hoy conferencista y férreo defensor de la vida, aseveró que la “dictadura ideológica”, tendrá una duración estimada de dos décadas, hasta que el Estado no pueda solventar el plan de homosexualizar la población; pero aunque parezca una  broma, allá por 2013 el Gobierno de Rusia, adoptó una legislación que prohíbe la propaganda de las relaciones sexuales no tradicionales (hombre-mujer); sin embargo, insiste que en su país no se prohíbe nada, ni se caza a nadie.

El tema de la diversidad sexual ha sido tan polémico, y el presidente de Rusia, utilizado como su máximo impulsor que unos atrevidos agarraron el discurso del 9 de mayo de 2016 conmemorativo al Día de la Victoria, celebración del triunfo de la Unión Soviética y los Aliados sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, para alterar el mensaje original y crear un discurso con afirmaciones contundentes donde el supuesto mandatario ruso, acusa a los líderes del mundo de abrirle las puertas al terrorismo islámico y la homosexualidad con fines de reducir la población del planeta, esto supuestamente aprovechándose de una parte de la sociedad débil de mente y oprimida, que a base de este plan diabólico homosexual no deje en paz a los niños, pues ni siquiera ellos están conscientes de una sexualidad definida cuando ya están aprobando la oportunidad de cambiar de sexo cuando un día refieren sentirse mejor siendo del genero opuesto.

Verdad o no, los homofóbicos seguramente defenderán a Mauricio y defenderán la hipótesis de que el plan “diabólico” pretende dejar sólo a unos 500 millones de pobladores en el mundo, el resto a la hoguera; mientras que por otro lado, sin duda ser homosexual parece ser parte de una moda, una nueva tendencia o simplemente una realidad que gusta, a simple vista, gusta a muchos, pues como dirían en mi pueblo: “ni nos reproducimos y ya somos un chingo”.

Cierto o no, el respeto es la clave de una convivencia sana.

davidcastellanost@hotmail.com

@dect1608