¿Arreglado Matamoros?
Tribuna
Por Javier Terrazas
¿Arreglado Matamoros?
Matamoros ha sido una ciudad importante para la industria maquiladora. La calidad de su mano de obra y una menor rotación de personal son un atractivo.
Desde hace cerca de 30 años, cuando se generaron los últimos emplazamientos masivos en la era de Agapito González Cavazos como líder sindical, no ocurría una revuelta.
Y no crea que a sus relevos en el Sindicato de Jornaleros y Obreros Industriales les salió lo valiente para retomar las causas de los trabajadores.
El origen del movimiento está en las cláusulas de los contratos colectivos de trabajo heredados de aquellos años del Viejo Agapo.
Para la revisión contractual de cada año habría que tomar en cuenta al índice inflacionario y el aumento al salario mínimo.
Situación totalmente ajena para el Presidente Andrés Manuel López Obrador, que al decretar el aumento del salario mínimo del 100%, levantó el polvo en el grupo de 45 maquiladoras adheridas al Sindicato que ahora lidera Juan Villafuerte Morales.
En ningún otro municipio fronterizo del país, desde Tijuana, Baja California, a Valle Hermoso, Tamaulipas, se registró otro problema salarial en el sector de la industria maquiladora.
Y el problema sorprendió a todos, al propio dirigente Juan Villafuerte, quien tuvo que hacerle al fuerte para defender la causa obrera y salvar “el pellejo”, pues estaba virtualmente rebasado.
También a la Secretaría del Trabajo del Gobierno del Estado, a cargo de la neolaredense Estela Chavira, dedicada por dos años y medio a organizar “Ferias dl Empleo”, el lado amable de su responsabilidad.
Al grado de que le faltaba personal y no sabía realmente qué hacer ante un fenómeno social de esa fuerza.
Tampoco se vio acción por parte del Secretario de Desarrollo Económico, Carlos García González, recién estrenado como Secretario de Desarrollo Económico y por cierto nativo de Matamoros, ciudad que quiso gobernar como candidato del PAN.
El propio Gobierno Federal, con el rebote que tuvo de casi 20 emplazamientos que le fueron remitidos por ser su competencia, tuvo que entrarle, pero de manera tardía.
A una semana del estallido de las huelgas, todos los actores tuvieron que aplicarse a fondo para la búsqueda de negociaciones y construcción de acuerdos para restituir la armonía.
Las pérdidas fueron cuantiosas para algunas industrias.
También los obreros tuvieron su derrota parcial porque algunas industrias optaron por el cierre.
La ciudad en general se vio afectada desde su vialidad, su dinámica económica, sus compras, su productividad e imagen.
Sin embargo, para ver en su justa dimensión el problema, hay que señalar que Matamoros tiene cerca de 150 maquiladoras y el fenómeno de inestabilidad ocurrió en 45 empresas.
También hay que precisar que de esas 45 más de la mitad ya encontraron acuerdos con los trabajadores, en tanto que el resto mantienen negociaciones en la instancia federal o están en proceso en lo local.
Se han ido encontrado acuerdos en lo individual cada planta con el sindicato.
El hecho de que sean obreros especializados en varias de las platas como armadoras o de electrónica, permitió que se llegaran a acuerdos viables para las empresas y de mejora para los obreros.
Hay que señalar también, que Tamaulipas tiene en toda su franja fronteriza, desde Nuevo Laredo a Matamoros, cerca de 412 plantas maquiladoras que generan empleo a cerca de 240 mil obreros.
Y por tanto, el conflicto en su máxima expresión afectó en términos reales a cerca del 10 por ciento de las maquiladoras de la entidad.
Sin un afán de minimizarlo, es lo que alcanzó. Y tras la sorpresa para los “bomberos laborales” una vez que les apretaron las tuercas sus superiores, tuvieron que entrarle a “apagar los fuegos”.
La lección es dura para todos: Industriales, gobierno federal, gobierno estatal, gobierno municipal, para los “líderes” sindicales, e incluso para los obreros, pues estos últimos pagaron su cuota de despidos.
Por eso es bueno conocer y abrevar de la historia. Incluida la laboral y sindical. Desde donde esté el “Viejo Agapo”, le dio otro susto a los industriales de la maquiladora.
Obvio con el respaldo del “Pejedecreto” del alza salarial del 100% para la zona franca.
Confiemos que para el Día del Amor y la Amistad, después de éste calentamiento labora, pueda decirse otra vez la clásica frase “Arreglado Matamoros”, que parece tener ahí su origen.
Pues cuando se solucionaba el asunto labora de Matamoros, lo del resto del estado era “pan comido”.
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