CABECISMO DEJA IR 700 MILLONES PARA EDUCACION
CUADRANTE POLÍTICO
POR FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO
CABECISMO DEJA IR 700 MILLONES PARA EDUCACIÓN
El reloj del presupuesto federal avanza incontenible sobre la política pública del gobierno panista en Tamaulipas. Quedan solo tres meses, para que los vientos ejerzan los recursos asignados a renglones estratégicos, como salud, vivienda y educación. Justo en este último renglón relacionado con las crecientes necesidades de construcción y mantenimiento de la infraestructura escolar, hay 700 millones de pesos, a punto de desperdiciarse.
Esto se debe, a la indolencia de dependencias estatales que, por alguna razón desconocida, han incurrido en indolencia, y al finalizar el sexenio peñista, habrán echado a la basura, la bolsa millonaria que la federación puso en sus manos, desde el 2015.
De acuerdo a lo que ha trascendido, los dineros públicos antes mencionados, pertenecen al programa “Escuelas al Cien”. Esta estrategia, trazada por el gobierno de Peña Nieto, busca mejorar y rehabilitar los centros educativos existentes en el país. Pero a estas alturas, la administración federal, está concluyendo con un brutal subejercicio que rebasa más del cincuenta por ciento, de los casi 16 mil millones asignados a este proyecto.
La pregunta que surge aquí, es la de ¿Quiénes son los responsables de semejante parálisis, en los mecanismos institucionales establecidos, a lo largo de la ruta administrativa, desde el nacimiento del programa y la asignación de los diversos montos, en las entidades federativas. Como suele suceder, el asunto se politiza, y los actores del tema, se lanzan culpas mutuamente.
En el caso de Tamaulipas, hasta donde sabemos, el presupuesto asignado en Escuelas al Cien, fue de más de mil 300 millones, desde el 2015. Pero inexplicablemente, hasta ahora, solo se han ejercido poco más de 700 millones de pesos.
En su momento, el programa aquí citado, representó una magnífica oportunidad, para que el gobierno panista, encabezado por Francisco García Cabeza de Vaca se luciera y pasara a la historia, como un sexenio estatal, generoso y aliado de la educación. Pero no fue así. Y es hora que, una bolsa millonaria, está a punto de ser arrojada al vacío del subejercicio presupuestal.
Pero… ¿Qué fue lo que ocurrió? Y.. ¿Cómo funciona todo esto?
Para empezar, el ejercicio de estos recursos federales, no es cosa de gastárselos en rubros diferentes, y al capricho del gobierno estatal en turno. Previamente, se deben de elaborar trabajos técnicos, denominados proyectos ejecutivos, en los cuales se propone y de justifica, la inversión, sobre tal o cual necesidad de infraestructura. Lo anterior se debe de llevar a cabo, a través del INIFED, (el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa).
En el caso tamaulipeco, el INIFED ha sido hasta cierto punto ignorado en su papel de instancia técnica, y no le han sido presentados los respectivos proyectos. Un actor central en todo esto, es el ITIFE encabezado a nivel estatal por el tampiqueño Germán Pacheco. Pero, se dice que, Germán se está lavando las manos, como Pilatos, y ha dicho que, él no es el que maneja la obra pública delas escuelas, aunque legalmente debería der hacerlo, pero en la práctica, la obra pública en Tamaulipas, está centralizada en la dependencia que preside Cecilia del Alto, y que a decir verdad, ni siquiera ella es la que decide. Pues parece ser que la citada dama, está ahí más por su curriculum anatómico que, por su capacidad para ejercer el cargo.
En eso está convertida la obra pública en Tamaulipas, en una mujer narcisista que se ve al espejo sus cualidades físicas, pero que no es productiva, originando un severo daño al desarrollo social de la entidad, como es el caso concreto de estos 700 millones de pesos, que no se van a ejercer en nuestro estado.
Lo más grave de todo este asunto, es que, a decir del SNTE y de su dirigente Rigoberto Guevara Vázquez, existe actualmente un sinfín de necesidades en el ramo de la infraestructura escolar. Muchas escuelas lucen semi aniquiladas por el abandono y la falta de inversión, en mantenimiento.
Pero también hacen falta nuevas instalaciones educativas a lo largo y ancho de Tamaulipas. La creciente población escolar, requiere de aulas funcionales, de salones amplios y equipados; hacen falta espacios para el deporte de los alumnos, de esos nuevos tamaulipecos que deben forjarse intelectual y físicamente, ya desde ahora.
En otras palabras, la demanda de mejoramiento y los casos específicos en todos los niveles educativos, desde preescolar, hasta primaria, secundaria, preparatoria, existen y se encuentran en los escritorios de la alta burocracia, encargada de la obra pública en el estado.
Pero…..alguien no hizo su chamba. Y a partir del primero de diciembre, cuando llegue el nuevo gobierno federal , todos estos 700 millones de pesos, podrían cambiar de rumbo, y ser asignados a otras entidades federativas que sí apliquen correctamente el presupuesto.
Por ahora, el gobierno estatal, está atrofiando el futuro de la educación en Tamaulipas.