Columnas

Caso Tamaulipas

Tribuna

Por Javier Terrazas

Caso Tamaulipas

En Tamaulipas es el tiempo de todos, pero de que todos sumemos esfuerzos para trabajar en aras de restituir la seguridad y la paz en las diversas regiones, lastimadas por las rachas de violencia.

Es una tarea difícil, por el enraizamiento de la delincuencia en los últimos lustros en casi todos los municipios y rincones tamaulipecos.

La condición de ser un estado fronterizo, con 371 kilómetros de vecindad con Texas, enlazado con 17 puentes internacionales; así como 430 kilómetros de litoral en el Golfo de México y 4 puertos marítimos, le hacen una plataforma logística.

Pero así como esas características se convierten en ventajas competitivas para las importaciones y exportaciones de productos y mercancías; también se vuelve atractivo para quienes hacen de la delincuencia su modo de vida.

El tráfico de drogas, el contrabando de armas y parque o bien de personas sin documentos, tiene en ésta región noreste del país una de sus rutas.

Por ello en el 2010 San Fernando se hizo famoso cuando se encontraron decenas de cadáveres de centroamericanos ejecutados.

O recientemente Reynosa por la desaparición en días pasados, de 22 personas ilegales de un autobús de la empresa Transpaís, de quienes se desconoce su paradero.

Tamaulipas, por esa ubicación estratégica, y por ser el último eslabón de la cadena en el tráfico de drogas y personas hacia Estados Unidos, requiere de un tratamiento especial por parte de la Federación.

Por ello, es importante para la entidad y sus pobladores, la reunión a que fue convocado ayer el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, con el Gabinete Federal de Seguridad.

El mandatario tamaulipeco acudió al Palacio Nacional, en donde estaban reunidos con el Presidente Andrés Manuel López  Obrador y  varios miembros claves del gabinete se seguridad.

Entre ellos, el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño;  de Defensa, General Luis Cresencio Sandoval González;  de Marina, Almirante  Rafael Ojeda Durán; el Jefe de Asesores, Lázaro Cárdenas Batel y el Consejero Jurídico, Julio Scherer Ibarra.

De acuerdo al reporte oficial, acordaron que los Gobiernos de Tamaulipas y de México emprendan, de manera conjunta acciones específicas para atender integralmente el tema de seguridad en el estado.

Y de la misma forma fue analizado el tema migratorio que enfrenta la zona fronteriza de Tamaulipas.

No se especificaron  el tipo de acciones, pero sin duda es un acuerdo relevante que deberá traducirse en operativos  en  las diversas regiones de la entidad.

Hay que recordar que el Secretario de la Defensa Nacional, General Luis Cresencio Sandoval González,  conoce muy bien a la entidad, pues fungió como Comandante de la Octava Zona Militar con sede en Reynosa, así como la Cuarta Zona Militar con base en Nuevo León.

Se trata de la primera reunión de alto nivel que se da en el gabinete se seguridad federal con el gobernador tamaulipeco para analizar de manera específica la situación de la entidad, en la era de la llamada “Cuarta Transformación”, cuyo sello es el combate a la corrupción e impunidad.

De ahí que en breve no solo se deben apreciar los operativos y algunos despliegues de las fuerzas federales, pero lo más relevante la reducción de los índices delictivos que azotan a ciudades como Victoria, Reynosa, Miguel Alemán, Río Bravo, Matamoros y Nuevo Laredo, entre otros.

Tiempo de resultados tangibles en materia de seguridad para Tamaulipas. La sociedad está muy lastimada y no aguanta más.

“Estamos hasta el copete”, especialmente en la capital del Estado.

Ni los ridículos bailes de zumba del alcalde Xicoténcatl González Uresti, hacen olvidar los episodios de violencia  como el ocurrido el martes en el Fraccionamiento Del Valle, muy cerca del Paseo Comercial de la Ciudad  Gran D Campestre.