Columnas

COMISIÓN FEDERAL DE ELECTRICIDAD… ¡HAMBRIENTOS DE DINERO!

HIPÓDROMO POLÍTICO

POR CARLOS G. CORTÉS GARCÍA

Con una terrible insensibilidad social, la CFE que dirige Manuel Bartlett, parece que quiere recuperar lo que no ganó en otros negocios que se le cayeron a él y a su hijo.

Por necedad de la CFE, Iberdrola se va de Tuxpan, tirando a la basura más dos mil empleos.

Decrecimiento de -10.5% del PIB para México en 2020.

Ahora el COVID-19 se quedará tres años en México: López-Gattel.

La Comisión Federal de Electricidad está generando angustia, preocupación y enojo por parte de los consumidores. Está hambreada de recaudación al precio que sea, bajo la complacencia de las autoridades federales. Y al que se están llevando entre las patas es a los consumidores, los simples mortales que como usted y como yo, estamos batallando para pagar los leoninos consumos con que están afectando a los usuarios. Y si, es cierto, la CFE, bajo la dirección de Manuel Bartlett Díaz, es un organismo hambreado, que al precio que sea intenta hacerse de recursos, aunque para ello tengan que afectar a los consumidores en tiempos de pandemia. Lo bueno, es que en esta 4T están pensando en cómo, ayudar a los pobres.

Los empleados llaman a los usuarios, los hostigan, los amenazan, les cobran reconexiones, no respetan los acuerdos de quienes se acercan a negociar los altos acuerdos, los persiguen. Es, literalmente, una cacería de usuarios inédita en la vida del país, cuando el trato debería ser diferente para una sociedad que en los últimos meses ha perdido más de 12 millones de puestos de trabajo que afectan a un universo superior a los 40 millones de mexicanos.

Pero parece que esto no incomoda a las autoridades de la CFE quienes literalmente están buscando, no a quien se los hizo sino a quien se los pague, pereciera, por los jugosos negocios que en lo personal perdieron los directivos de la paraestatal por las acusaciones periodísticas de corrupción y nepotismo, lo que claro, esto no ha sido responsabilidad de los usuarios.

Lamentablemente en el gobierno federal no han terminado de entender que el confinamiento de familias enteras con motivo de la campaña «Quédate en Casa», a razón de la pandemia de coronavirus, lo que ha propiciado que en los hogares se consuma más energía eléctrica, debido a que el televisor, la computadora, «la bocina» o el modular se encuentran encendidos casi todo el día.

Como consecuencia, los recibos de luz han llegado más abultados en los hogares mexicanos, a lo que se suma el desempleo que se ha agravado en las últimas semanas y la parálisis de los negocios, lo que ha dejado impedidos a muchos para poder pagar su recibo de luz.

Y mientras en otros países se ha extendido una mano amiga a los ciudadanos, entendedores de una situación que afecta a todos, en México, la Comisión Federal de Electricidad ha sacado la espada, para ajusticiar a quienes se han quedado sin los recursos para cubrir sus facturas de energía eléctrica.

Por ello se han presentado denuncias porque los recibos de luz se han disparó en porcentajes que van más allá del doble. Y esto ha afectado a todos, incluyendo a quienes no tienen aire acondicionado, a quienes viven en una casa modesta y a quienes la pandemia no ha modificado significativamente su esquema de vida.

Lo más lamentable es que no hay personal que atienda estas quejas en la Comisión Federal de Electricidad, pareciendo que tienen al personal dedicado a hostigar a los usuarios que, o no han pagado o han llegado a un acuerdo para pagar en parcialidades.

Hoy, la Comisión Federal de Electricidad, que presumía ser una empresa de clase mundial, ha cambiado sus objetivos, para convertirse en la más hambreada de las empresas de México, con un mercado cautivo, al que le exprime hasta el último centavo, como si odiara a los mexicanos y sin ofrecer programas de certidumbre para tiempos de incertidumbre.

Y, en este momento, es tiempo de pensar como, a través de los diputados federales, se busque un nuevo modelo de energía eléctrica que quite a la Comisión Federal de Electricidad el monopolio de la energía eléctrica, porque si siguen con el hostigamiento a los usuarios van a terminar, literalmente, “reventándolos”.

No podemos olvidar que los sectores empresariales y productivos se han quejado que. México, es el país donde el gobierno le ha invertido la cantidad más baja de dinero a la estrategia de combate a la pandemia del coronavirus. Y lo poco que han invertido, lo quieren recuperar al costo que sea, por venta de hidrocarburos o por la “inflada” facturación de la energía eléctrica. Y aquí la lamentación es, como la decía Chespirito, en su sesuda serie de El Chapulín Colorado: “Y ahora, quien podrá defendernos”.

  1. 1. Por cierto, y hablando de la CFE, sépase Usted que la empresa española Iberdrola canceló el proyecto de construcción de una central térmica de ciclo combinado en Tuxpan, decisión que hunde a los empresarios constructores de la región norte del estado de Veracruz, quienes buscan interceder para que el proyecto no se caiga, pero la decisión ya fue informada a los empleados de la empresa española, que desde hace un año y medio llegaron para la planeación.

Y este retiro de Iberdrola tiene que ver con la negativa de la Comisión Federal de Electricidad de otorgar el suministro de gas que era necesario para avanzar en el proyecto que iba a generar más de dos mil empleos

Este era un proyecto que contemplaba una inversión de mil 200 millones de dólares y una derrama económica para diferentes sectores, como el inmobiliario, el de la construcción, suministros y proveeduría y la cancelación de este proyecto irremediablemente afectara a toda la ciudad de Tuxpan, y a nivel regional, calculada en 40% de los mil 200 millones de dólares de inversión. Y ni modo. No hay forma de que la intolerante CFE cambie de opinión.

  1. 2. El impacto de la pandemia del COVID-19 en la economía de México provocará al cierre de este año, una caída de 10.5 por ciento del Producto Interno Bruto. Así lo pronosticó el Fondo Monetario Internacional quien empeoró este miércoles sus perspectivas para América Latina y el Caribe, al pronosticar que su actividad económica se desplomará un 9.4 % este año por el impacto de la pandemia del coronavirus, 4.2 puntos más que en sus cálculos de abril.

Sin embargo, y a pesar de este crudísimo dato, el organismo financiero aseguró que para 2021, el FMI prevé que la región latinoamericana crezca un 3.7 %, 3 décimas más de lo pronosticado en abril, una cifra prometedora, aunque insuficiente, para recuperar la actividad perdida durante el presente año.

Estos pronósticos del FMI para Brasil y México son 3.8% y 3.9% puntos inferiores a lo anticipado hace tres meses, respectivamente. ¿Será? El dato para 2020 podría ser más grave para el mes de abril, pero el del crecimiento para 2021 se me hace más optimista de lo que los economistas esperan. Lo que le puedo decir es que para que México se recupere de este “sismo sanitario y económico” que estamos viviendo, tardaremos más, mucho más de un año. Tiempo al tiempo.

  1. 3. Yo ya no entendí. Que se acababa la pandemia en meses, primero, después que a mitad del año. Más tarde, que a finales del 2020 y ahora, el Subsecretario de Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, recién sugirió a la población prepararse desde casa para posibles desastres naturales y para una epidemia de coronavirus, que, con distintas oleadas, podría durar hasta tres años. Pareciera que López Gatell habla de acuerdo a la agenda del día.

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HIPÓDROMO POLÍTICO D.R. 2020