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Cuántos somos, cómo estamos y a dónde vamos.

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza.

Cuántos somos, cómo estamos y a dónde vamos.

Ante la ausencia de datos que, a partir de la sociología puedan definir como somos lo mexicanos y cómo hacemos las cosas, en este 11 de julio que se celebró el Día Mundial de la Población, vale la pena, con la frialdad de los números tratar de entender esas incógnitas que siempre están en las mesas de análisis, discusión y de diálogo.

El país tiene 133 millones 326 mil 827 habitantes y Tamaulipas tres millones 698 mil 836, que representan el 2.8 por ciento del total nacional.

En el año 2000 la edad mediana de la población se encontraba en los 22 años, en el 2010 se incrementó a 26 años y en 2018 a 29 años.

El municipio con más personas es Reynosa que tiene 720 mil, le sigue Matamoros con 548 mil, Nuevo Laredo con 434 mil, Victoria 369 mil, Tampico 317 mil, Altamira 267 mil, Madero 216 mil, Río Bravo 134 mil y El Mante 126 mil. En ellos se concentra el 65 por ciento de los habitantes.

Respecto a la mortalidad, uno de los fenómenos que definen la condición de un país, en México, según el INEGI, durante los últimos años se ha observado un fenómeno de “transición de riesgos”, que permite deducir que, en el transcurso de la primera mitad del siglo XX, la población estaba expuesta a riesgos propios de un país con desarrollo social e infraestructura incipientes, caracterizado por higiene deficiente, esquemas de vacunación incompletos, cobertura insuficiente y subutilización de servicios de salud, entre otros, que cambiaron con el desarrollo y la urbanización.

También, se han modificado las formas de vida y han surgido riesgos de exposición al sedentarismo, al estrés, al consumo de tabaco y de drogas, a la violencia, patrones alimentarios compuestos por alimentos de alta densidad energética, el colesterol elevado y la hipertensión arterial, factores responsables de gran parte de la carga global de la enfermedad y que han dado como resultado problemas como la obesidad y otras enfermedades crónico degenerativas a edades cada vez más tempranas.

En 2017, de acuerdo con las estadísticas de mortalidad, las principales causas de mortalidad en el país fueron, las enfermedades del corazón en un 20 por ciento, incluidas las enfermedades isquémicas del corazón, la diabetes mellitus en el 15 por ciento y los tumores malignos en 12 por ciento, aunque en diferentes proporciones. Los accidentes y las enfermedades son la causa en más del cinco por ciento cada una.

Junto con la mortalidad, la fecundidad y la migración, son factores que influyen en la estructura poblacional porque son hechos que incrementan o disminuyen el volumen demográfico. Se identifica una reducción de la tasa global de fecundidad, que pasó de siete hijos por mujer en 1960 a 2.21 en 2014 y 2.07 en 2018, que, en promedio tendrán las mujeres en edad fértil al final de su vida reproductiva.

La Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica, ENADID 2018, revela que la tasa global de fecundidad en las mujeres con algún grado de escolaridad en el nivel primaria está representada por 2.82 hijos por mujer, mientras que las mujeres que cuentan con algún grado de escolaridad en el nivel medio superior o superior es de 1.75 hijos por mujer.

El Día Mundial de la Población, tiene el propósito de focalizar la atención en la importancia de los asuntos relativas a los grupos de personas.

La estructura por edad de la población mexicana, pueden observarse cambios en los últimos decenios, la llamada pirámide de población con datos de 2000 a 2018, muestra diferencias significativas, la base continúa reduciéndose, lo que representa una menor proporción del grupo de menores de 15 años de edad, al pasar de 34 por ciento del total de la población en 2000 a 25 por ciento en 2018.

La participación porcentual del grupo de jóvenes de 15 a 29 años, también desciende de 28.5 por ciento en 2000 a 24.6 en 2018. En contraparte, el grupo de edad de 30 a 59 años aumentó casi ocho puntos al pasar del 30 a 37.8 por ciento, mientras que el grupo de 60 y más años mostró un aumento significativo al pasar de 7.3 a 12.3 por ciento, en el mismo periodo.

Otro dato poblacional que es interesante, resulta de cuantificar a las personas en edades de 0 a 14 años y de 65 y más años, que dependen de la población en edades activas, es decir, de entre 15 y 64 años de edad, resulta que, la razón de dependencia demográfica en México presentó un descenso al pasar, de 1970 a 2010, de 108 a 71 personas dependientes por cada 100 en edades activas y del 2014 al 2018, se mantuvo a tendencia a la baja, porque pasó de 62 a 60 por cada 100, en ese período.

Al 2018, de la población residente en el país 21.5 millones de personas que son el 17.2 por ciento, residen en una entidad diferente a la de su nacimiento. Quintana Roo con el 51 por ciento, Baja California Sur con el 40 por ciento y Baja California con 39, son las entidades con mayor porcentaje de población nacida en otro estado, mientras que Oaxaca con el 6.6 por ciento, Guerrero con 6.4 y Chiapas con tres por ciento, tienen la menor proporción de residentes nacidos fuera de la entidad.

El resto de la población migrante absoluta se conforma por aquellas personas que nacieron en otro país, cuya proporción es de menos del uno por ciento. De esta población, 74 por ciento nació en los Estados Unidos de América, el tres por ciento en Guatemala, 2.6 en Colombia y 2.3 en Venezuela; representados como principales países de origen de los extranjeros que radican en México.

En cuanto a la migración reciente, es decir la ocurrida en los últimos cinco años, 3.4 por ciento, cerca de cuatro millones de personas, de 5 y más años cambió su entidad de residencia en agosto de 2013.

Existen varias causas por las cuales la población decide cambiar su lugar de residencia. En la migración interna, la principal causa es reunirse con la familia, el 48 por ciento. La búsqueda de trabajo es el segundo motivo principal, un 20 por ciento y se incrementó en tres puntos porcentuales de 2014 a 2018.

Entre agosto de 2013 y septiembre de 2018, poco más de 760 mil personas emigraron del país, a Estados Unidos de América casi el 85 por ciento, a Canadá el cuatro por ciento y a España el 2.2 por ciento.

Respecto a la nupcialidad es un aspecto demográfico que influye en el fenómeno de la composición poblacional. Los cambios en la situación conyugal de las mujeres pueden definir en gran medida el comportamiento de la fecundidad en una población.

En 2018, Según los datos del INEGI, de las mujeres en edad fértil entre 15 y 49 años, más de la tercera parte se encuentran casadas, una proporción muy similar están solteras, mientras que un poco más de la quinta parte viven en unión libre.

Cabe destacar que en las últimas décadas se observan varias tendencias asociadas al aumento gradual en la proporción de las mujeres que viven en unión libre, así como, aquellas que se encuentran separadas, divorciadas y viudas. El porcentaje de mujeres de 15 a 49 años ex unida pasó de 9.3 por ciento en 2014 a 9.9 por ciento en 2018, mientras que las mujeres que se encuentran en unión libre se incrementan en casi tres puntos porcentuales, al pasar de 20.4 por ciento en 2014 a 23.2 por ciento en 2018.

Observar la dinámica poblacional, permite conocer el comportamiento de las personas, por desgracia, no hay estudios de sociología actualizados que nos permitan saber con precisión como estamos, cómo somos, hacia dónde vamos y cuál es el costo social de no cuidar los indicadores que crean el perfil poblacional de los mexicanos.