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DANZA CORRUPTA

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DANZA CORRUPTA

Armando Berrones

“En el mundo de la política, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”, afirmaba el escritor español Félix María Samaniego, quien dejó constancia de su trabajo literario, a través de aleccionadoras fábulas que exponían con atinada y objetiva mirada las excentricidades y devaneos del ser humano.  Expuso como algunos de sus colegas, Fedro y Esopo, de cuño clásico, las incongruencias que existen en la clase política hambrienta de seguir en la deshonestidad y en su necia postura de saqueo y depredación.

El punto planteado líneas arriba me remite a considerar que esas conductas reprobables y descaradamente cínicas, si se me permite el pleonasmo, las esperamos como la guerra de lodo y mugre que saldrán en estas  elecciones del 1 de julio. Los protagonistas de esta contienda se afilan los colmillos para asestar las dentelladas que sean menester, pues la danza de los millones de pesos, amén del amparo que da el Poder, los vuelve bestias furibundas y crueles.

En Tamaulipas se juega mucho, mucho dinero y los bribones ya están en ristre para volver a pedir el voto de los ciudadanos de a pie, el óbolo que les permita seguir en las raterías sin llenadera que tienen. Por lo pronto, recordemos que hay 9 diputaciones federales, 2 senadurías y 43 alcaldías. Los alcaldes aún en funciones, junto a sus lambe botas regidores y síndicos ya se apuntan también para seguir en la depredación institucional que ha caracterizado a los funcionarios desde tiempos inmemoriales.  Baste sólo una mirada acuciosa para verificar que en el sur del Estado, por decir algo, ya están los 3 ediles actuales anotados para buscar la reelección como si su trabajo mediocre lo ameritara. Se la han pasado pagando millones de pesos a los medios de comunicación para llenar páginas, espacios televisivos y digitales que den cuenta de sus “supuestos avances” con boletines, además de contar con una cauda de escribanos cuya moralidad  y caletre es discutible. A propósito, bien dicen los enterados, si no eres parte de la solución, eres parte del problema-cómplice.

La clase gobernante en nuestro Estado ha dejado un amargo sabor en todos los ámbitos, abundan los casos de corrupción, ahí tenemos a los ex gobernadores, todas unas fichitas como Tomás Yarrington, Eugenio Hernández, Egidio Torre Cantú, quienes no tuvieron empacho en acabar con el patrimonio de los tamaulipecos.  Por lo menos cabe decir que los 2 primeros están enfrentando la ley y francamente espero que sean juzgados con todo rigor y contundencia.

Lo invito, amable lector, a que estemos atentos a las andanzas de los políticos y con ello buscar asegurarnos de que no vuelvan cometer latrocinios y por qué no?, como decía ese periodista francés, Georges Clemenceau:

“Cuando un político muere, mucha gente acude a su entierro. Pero lo hacen para estar completamente seguros de que se encuentra de verdad bajo tierra”.

Es mejor prevenir que lamentar. No cree usted?