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¿Defiende AMLO y Napo lo mismo?

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Oscar Contreras Nava

¿Defiende AMLO y Napo lo mismo?

El dirigente del sindicato minero, Napoleón Gómez Urrutia, asegura que la “campaña de desprestigio instrumentada en su contra, por empresarios mineros junto con el PAN y otros grupos de la derecha, es porque no quieren perder sus privilegios y tratan de impedir que exija mejores salarios y condiciones de vida para los trabajadores”, pero esto no es cierto.

Sí los empresarios no han cedido ante las peticiones de los obreros es porque sus costos de operación subirán, ya que además tiene que pagar 25 por ciento de arancel para exportar el material que producen, lo cual resulta incosteable y sí aceptan sus condiciones, su estabilidad financiera se pondrá en riesgo.

Por eso, las empresas Siderúrgica del Golfo (Sigosa) y Sistemas, Estructuras y Construcciones, anunciaron su salida de Matamoros al no poder pagar el incremento del 20 por ciento al salario y el bono de 48 mil pesos exigido por los 400 trabajadores que laboran en estas empresas.

Es por ello que los cuestionamientos a Napoleón Gómez tampoco son ataques al proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador, sino son generados por la preocupación que provoca el cierre de estas empresas debido a que aumentará el desempleo en la frontera y es posible que algunas inversiones anunciadas ya no lleguen a este municipio.

La historia ha registrado que las organizaciones obreras fueron importantes para consolidar el proyecto posrevolucionario de 1910 y ahora todo parece indicar que AMLO busca repetir este mismo esquema de control con el objetivo de eliminar el modelo neoliberal que guío la economía del país en los últimos 30 años.

Sin embargo, las condiciones que México tenía en los años 30´s cuando se consolidó la vida “institucional” y el PRI, no son las mismas a las que hoy tenemos, ya que actualmente se tiene una sociedad informada; los partidos y políticos han perdido credibilidad; las centrales obreras, sindicatos nacionales y los dirigentes obreros, como Napoleón Gómez, son cuestionados por su inexplicable riqueza y además, existe un fuerte sector empresarial y tiene una mayor participación política en el panorama nacional.

Por eso cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador dice que se acabó el neoliberalismo a muchos mexicanos les alegra, aunque no sepan lo que esto significa, pero lo traducen en que tendrán un mejor futuro y un vida más próspera con empleo, seguridad, salud y progreso económico, pero eso aún está por verse, porque existen muchos factores e inercias que serán obstáculos para que su proyecto “posneoliberal” se establezca en el país.

Y sí AMLO no cuenta con la gente preparada para promoverlo y llevarlo a la práctica, se convertirá sólo en una idea de lo que puede ser un proyecto social y político, que pudiera lograr mejores condiciones de vida para los mexicanos y se producirán hechos como los de Matamoros con el sindicato minero.

Por eso nos preguntamos:

¿Acaso AMLO y Napoleón defienden lo mismo?

Porque sí esto es así, ahora sabemos que Matamoros pudiera quedarse sin empresas y lo que pudo ser una región productiva con un futuro prometedor, se podría caer debido a la desesperación que AMLO y Napoleón tienen por establecer el posneoliberalismo en México.

Pero bueno, el presidente López Obrador dice que los lineamientos que regirán al nuevo programa alternativo “posneoliberal” son el principio de la honradez y la honestidad, porque no puede haber “Gobierno Rico con Pueblo Pobre” y que exista una economía del bienestar.

Asimismo, que se atenderá a toda la población y no sólo a ciertos sectores, así como las causas para generar la paz y la justicia, que la migración sea opcional, que exista la autodeterminación de los pueblos, una democracia participativa y que se gobierne con ética, libertad y confianza. ¿Qué tal?

Punto final. La ceguera de los priistas y su falta de autocrítica es tan grande que Rafael González Benavides asegura que existen cuatro motivos por los cuales los priistas se van de este partido y son: las renuncias por ideología; por empleo; busca de impunidad y satisfacción de venganza.

Sin embargo, para muchos ex militantes existen otros cuatro motivos por los cuales los priistas abandonan al PRI: renuncian porque nunca les dieron oportunidad de ser candidatos, ya que todas las candidaturas se repartían entre los mismos de siempre: sus hijos, amantes, amigos y cómplices; por vergüenza de pertenecer a una organización corrupta e impune; porque no le cumplían a la sociedad y porque los ex gobernadores entregaron a Tamaulipas a la delincuencia organizada. Así de simple.

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