Del dedazo, tapado, delfín y aspiraciones
* Durante muchos años, el tapado, delfín y dedazo, fueron sinónimo de decisiones arbitrarias para designar al sucesor del Presidente de la República.
*Redes sociales, como herramientas electorales.
“Dedazo” y “tapado”, son términos que desde hace más de 23 años empezaron de diluirse en la memoria del colectivo ciudadano, porque a medida en empezó a menguar el poder unipersonal y omnipotente del Presidente de la República, también la herencia del puesto político más importante se fue por el camino sin retorno.
Solo basta hacer un ejercicio simple al preguntar al ciudadano común, no mayor de 40 años, si comprenden el significado de estas palabras dentro del marco político, para darnos cuenta que ya son cosa del pasado.
Sin lugar a dudas, desde la época postrevolucionaria e inmediata al caudillismo, el “tapado”, fue un sello ineludible del sistema político de México, porque era el momento en que el Presidente de la República en turno, seleccionaba a su sucesor y tanto el beneficiario como el autor del “dedazo”, mantenían este hecho en completa secrecía.
Incluso, muchas personas analizaban y apostaban quien podría ser el “tapado”, avivando un juego perverso que se piensa, divertía al “gran dedo” elector.
Es más, en este esquema lúdico, el Presidente de la República le mentía al ciudadano y a los posibles “tapados”; porque no habría su “juego”, ya que suponía que al dar a conocer el nombre de quien lo sucedería, le restaría control y poder, con lo cual, las fuerzas opositoras, no resistirían la tentación de vulnerar la imagen de quien era el seleccionado.
“El dedazo” daba pie al “tapado”, que invariablemente era “el delfín” del presidente y estaba sustentado en el presidencialismo y la existencia de un partido hegemónico o predominante en el cual los partidos de oposición —que eran débiles— no tenían ninguna posibilidad de ganar la elección presidencial.
Se puede decir, que el último Presidente de la República que ejerció el “dedazo” y configuró al “tapado”, para sucederlo en el cargo, fue Carlos Salinas De Gortari, quien mantuvo agazapado a su “delfín”, Luis Donaldo Colosio, hasta el momento de la oficialización como candidato del Partido Revolucionario Institucional a la Jefatura del Ejecutivo Federal.
Incluso, se afirma que Manuel Camacho Solís, el cual se sentía el “tapado”, cuando oficializan la candidatura de Colosio, se sintió engañado por el presidente, porque sentía que era muy cercano a sus afectos, pero tarde comprendió que había mal interpretado, a pesar de eso, siguió con una “guerra sucia” en contra de Colosio, cuando fue nombrado como Comisionado para la Paz en Chiapas.
Al grado de que en muchas ocasiones, Luis Donaldo Colosio se quejó de la intromisión de Camacho y de su actitud para robarle los reflectores, destinados a él como abanderado oficial del Partido Revolucionario Institucional.
Después como ya todos sabemos, Ernesto Zedillo Ponce De León, fue designado como candidato substituto, luego de la muerte en Lomas Taurinas de Luis Donaldo Colosio y debido a la presión ciudadana y una sociedad más exigente, tuvo que cortarse el “dedo”, enterrando desde ese momento, convirtiendo en un mito al “tapado”.
Así, los ciudadanos mexicanos ya no votaron por quien emergió como tapado, porque ya no hubo tal figura, ya que llegó la alternancia en las elecciones del año 2000 con Vicente Fox Quesada, luego en el 2006 con Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto del PRI, mediante un método diferente.
Redes sociales, como herramientas electorales
Las elecciones del año 2018, estarán matizadas por más herramientas y canales de comunicación nuevos, en donde las redes sociales, están reclamando un papel protagónico, ya que durante los últimos 6 años el avance de estas, ha sido vertiginoso, principalmente con la llega de los teléfonos inteligentes con conexión a internet.
Tan es así, que diversos estudios sobre este tema aseguran que las redes sociales, primero de manera sutil y luego ya con agresividad, están desplazando a los medios tradicionales de comunicación, como canales de propaganda política.
Esto está plenamente justificado ya que un promedio de 62 mexicanos utilizan el internet y de este universo, el 71 por ciento lo hace a través de sus teléfonos celulares, no obstante de que existen diversos gadgets como computadoras portátiles, iPod, consolas de videojuegos y tabletas, pero son los primeros, ganan la partida.
Esta nueva forma de comunicación penetra con más fuerza en la vida cotidiana de los usuarios, principalmente en los segmentos jóvenes y este factor convierte a las redes sociales en elementos fundamentales para las campañas políticas en puerta.
Esto quiere decir que sin lugar a dudas, veremos una inusual utilización de las redes sociales como el Facebook y Twitter, para construir un voto informado y que puede constituirse en el fiel de la balanza.
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