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Derrama

Tribuna

Por Javier Terrazas

Derrama

Los buenos resultados del turismo en una región, se miden por la derrama económica que se genera.

Y cuando en la cadena del sistema turístico están involucrados mayoritariamente empresas locales y regionales, así como trabajadores, una buena parte del dinero se queda en la plaza.

Es a ese tipo de turismo al que debe apostarle Tamaulipas,  principalmente desde el sector empresarial, educativo, laboral y obvio las autoridades locales como incentivadoras y coadyuvantes.

Hay zonas de “turismo cinco estrellas” o de “primer mundo” como Cancún en Quintana Roo  y Los Cabos, Baja California, que captan miles de turistas internacionales que gastan en dólares.

Sin embargo,  la mayor parte de la infraestructura hotelera, restaurantes, centros nocturnos y otro tipo de prestadores de servicios complementarios, son firmas internacionales.

Es decir, el dinero  en dólares se gasta en México, pero le salen alas y se va a Inglaterra, Francia, España, Italia o Estados Unidos de Norteamérica, cuna de los principales capitales del turismo.

Claro que se queda parte en cuestiones fiscales y pago de impuestos, salarios y prestaciones para los trabajadores del sector, el consumo de combustibles, así como las propinas.

Sin embargo, la mayor parte de las ganancias emigran a donde las firmas internacionales realizan nuevas inversiones sea en éste sector u otros en los que también tienen dinámicas.

Tamaulipas empieza a despegar en forma más amplia en el turismo de segmento Playa-Sol.

El destino Miramar-Tampico en conjunto representa una buena alternativa, a la que deben sumársele atractivos en los que participe de manera más amplia el capital local.

Igualmente el sector académico tiene que involucrarse más en la planeación y proyección de un modelo mixto que se erija como alternativa de desarrollo en forma adicional al comercio, industria, energía, pesca, agricultura y ganadería de la   zona.

La planeación tiene que ser a largo plazo sin distingo de ideologías y partidos políticos, incluso más allá de los intereses económicos de los grupos locales.

Si al auge que en la semana santa y verano da el segmento playa-sol  se le agregan el turismo histórico, el ecoturismo, pesca deportiva y de convenciones, entre otros, el turismo podría crecer en forma importante en otras épocas del año y dejar de ser estacionario.

Así es que más allá de las cifras alegres sobre el número posible de visitantes, que no necesariamente son turistas,  la gran tarea para las autoridades estatales y municipales , es la conexión intensa con el sector empresarial del ramo y el académico para analizar, evaluar y planear con visión de futuro.

La fortaleza está ahí. Hay que enamorarse de ella y apostarle pero con estrategia.

Tarea y misión en la que deben involucrarse los alcaldes que más se aplicaron en crear mejores condiciones para el disfrute de sus playas,  me refiero a Jesús de la Garza en Matamoros, Magdalena Peraza en Tampico y Andrés Zorrilla en Madero.