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Desafortunada en el juego electoral…

Polvorín

Desafortunada en el juego electoral…

José Ángel Solorio Martínez

El Ayuntamiento de Tampico, Tamaulipas que preside Magdalena Peraza Guerra, se hunde cada día más en el descrédito y el cuestionamiento. Ahora, emerge como pus, otra malversación desde la autoridad: la segunda síndica Yobani Hernández ha sido acusada penalmente por la millonaria Grafilia Nichols Basilakis por el robo de 14 millones de pesos.

El asunto, ventilado en la columna Kiosko del diario el Expreso de ciudad Victoria, narra cómo la edil engañó a la señora Nichols Basilakis.

El asunto, ahora está en manos de las autoridades judiciales.

La relevancia del caso no está en la deshonestidad de la socia de Peraza Guerra; lo interesante del caso, es su impacto político. La acusada, intenta reelegirse como síndica en la planilla del PRI que encabeza la profesora, también con acusaciones graves –hasta donde se puede considerar penosas y graves- de robo de víveres para personas menesterosas.

En el escándalo, también está involucrado el esposo de la Síndica: el constructor, y financiero de la campaña de Peraza Guerra.

La edil Hernández, y su familia, es una de las beneficiadas directamente o por interpósitas personas de millonarios contratos de obra pública que administra su consorte. La candidata priista, ha sido puesta contra la pared por la denuncia penal toda vez que tendrá que prescindir de la presencia en la planilla de la hoy acusada de robo o fraude al tiempo de que perderá el financiamiento de la familia de Yobani.

Si la profesora estaba a la baja en su campaña, este problema judicial lo arrastrará aún más al fondo.

Se espera que el conflicto salga a la luz pública al inicio de la próxima semana.

Las tragedias para Peraza Guerra, nunca vienen solas. Tiene la capacidad, de ligar traspiés tras tropiezo. Hace unas horas, renunció al Ayuntamiento de Tampico, el Sub Director de Servicios Públicos, Julio Gámez.

Salió despotricando contra la profesora Magda.

A decir de sus afirmaciones, la maestra engaña al pueblo y cayó en conductas censurables.

Y se sumó a la campaña del panista Jesús Nader.

Quienes están cerca de la alcaldesa en campaña, cuentan que anda al borde del llanto. Sólo la consuela, apuntan, la cercanía de su muy querida Isabela Goldaracena. De ahí en fuera, se le ve irascible y melancólica.

Se le escucha decir, con la certeza filosófica del enamorado ante las tormentas que la amenazan:

-El amor, todo lo puede.

Desde ya, se puede acuñar una sentencia de la sabiduría popular para ilustrar esa historia:

“Afortunada en el amor, desafortunada en el juego…

…electoral”.