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Diego, el chico ambicioso…

Polvorín

Diego, el chico ambicioso…

José Ángel Solorio Martínez

El alcalde de Río Bravo, Tamaulipas, Diego Guajardo Anzaldúa entró en una innecesaria dinámica de confrontación con el gobierno del Estado. Su diputa legal por la COMAPA, fue hasta cierto punto una visión municipalista; la cual, finalmente será definida por los tribunales correspondientes.

(Esa óptica municipalista, en el fondo cubre las ambiciones de Diego por el manejo del presupuesto millonario de la dependencia a su arbitrio. En su momento, su hermano Juan Antonio como alcalde hizo lo mismo. Y al final de cuentas, el servicio siguió tan deficiente como siempre y el saqueo siguió como era y como es la tradición).

La disputa con la COMAPA se recrudeció.

Y está llegando a límites de conflicto, que llevará a la ciudad a la parálisis y al retroceso.

Hace unas horas, la dependencia a cargo del panista Raúl García Vivián, cortó el suministro de líquido a la presidencia municipal. Argumenta el gerente que el Ayuntamiento debe casi 50 millones de pesos por adeudos del servicio.

Guajardo, replica que COMAPA debe casi lo mismo por predial.

En esencia, se trata de los viejos tratos del viejo régimen: el gobierno no sacaba de una bolsa, para echársela en la otra.

Nada que el diálogo no pueda arreglar

El asunto es que el alcalde en un plan demagogo –que recuerda las posturas de alcaldes chicharroneros- salió de sus oficinas y acarrea tinas de agua para que las letrinas manden al drenaje los productos que la burocracia guajardista expele a diario. Al mismo tiempo, lanzó una acusación dramática y un tanto exagerada: hago responsable al gobernador del corte de agua…

A la vez, dijo con un total desconocimiento de las instituciones:

“El gobernador, cortó el agua al municipio…”

Error: quien no tiene agua es la Presidencia municipal, no el municipio.

Ni siguiera por decoro lanzó su obús contra el Secretario General de Gobierno.

Y menos contra García Vivián.

Se le hicieron chiquitos y se lanzó contra el mero jefe del equipo.

Los asesores de Guajardo, que lo azuzan contra el Ejecutivo estatal lo están llevando a un callejón en donde el único que saldrá perdiendo es el pueblo.

El Congreso no ha dicho esta boca es mía.

Al parecer, está esperando recibir la primera cuenta pública. La cual está llena de irregularidades: proveedores fantasmas, proveedores de la familia, gastos exorbitantes en satisfactores personales, nómina desproporcionada en el DIF y otros datos de igual importancia y de similar contextura ilegal.

La incorporación de la Legislatura no es asunto menor. De este Poder, dependen los necesarios e indispensables créditos que el municipio requiere para su desarrollo.

Diego, sigue siendo el chico ambicioso de toda su vida…