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EL CAPITAL EN EL SIGLO XXI

LETRA PÚBLICA

EL CAPITAL EN EL SIGLO XXI

RODOLFO SALAZAR GONZALEZ

A partir de la década de los setentas he procurado estar pendiente de las lecturas que han generado corriente de opinión en los núcleos intelectuales y centros universitarios más importantes del mundo. No tengo la menor duda que uno de los que causaron impacto a mi generación fue la obra que escribió el intelectual estadounidense Alvin Toffler, que fue sin duda el futurólogo más importante del siglo XX, porque en su libro “El Shock del Futuro” planteo una serie de cambios que adoptaría inconscientemente el mundo en general (Alvin Toffler acaba de fallecer) en su primero obra “El Shock del Futuro” construye una narrativa interesantísima en los que desmenuza los cambios a los que se enfrentarían los países industriales, cuyos sistemas económicos pasarían a ser pos industriales e impulsados con el conocimiento y el impacto de los cambios tecnológicos que influirían rápidamente en la conducta de la sociedad.

Toffler fue el primer futurólogo que definió el universo como una aldea global que llegado el momento estaría intercomunicada entre si más en lo colectivo que en lo personal. Estaríamos enterados de lo que sucede en la otra parte del mundo, pero pasaríamos por alto o ignoraríamos los conflictos que irían desintegrando el núcleo familiar. Hablo también de la transformación de las familias en el concepto tradicional que conocemos y en el que crecimos de que está formada por un hombre y una mujer y la unión familiar se basa en el proyecto de crear fortuna y familia. Él imagino que este concepto tradicional familiar se acabaría y surgiría otro que finalmente seria aceptado por la legalidad y estaría en constante crecimiento. Aquí ya estaba visualizando los matrimonios homoparentales entre parejas gay, que se unen con el propósito exclusivo de vivir en una sociedad dual para amarse y protegerse y el proyecto de familia lo trasponen por la razón de que solamente lo pueden obtener mediante la adopción. Que ha tenido múltiples resistencias a que una pareja homoparental adopte a niños porque consideran que estos se exponen a un estado absoluto de indefensión por no poder establecer la certidumbre de cuál es la autoridad materna y cual la paterna.

Otro libro que causo conmoción mundial fue sin duda el que escribió la novelista y ensayista y crítica literaria francesa de origen judío Viviane Forrester, que lo publicó por primera vez en francés en 1996, y que se convirtió en un éxito mundial de venta en las librerías europeas y después estadounidenses, para posteriormente ser consumido por los lectores de habla hispana, el legendario ensayo económico conocido como “El Horror Económico” fue traducido a treinta y cuatro lenguas y que en el dejo asentado una crítica indestructible sobre los efectos negativos de la globalización del capitalismo que en su afán de acumular mega utilidades para los magnates financieros, arrojaría como consecuencia ejércitos de desempleados (que ya lo estamos viendo) con los que esta doctrina económica no tiene el menor interés de presentarles una fórmula para que dejen de ser improductivos. Viviane Forrester hace una predicción espantosamente alarmante sobre el destino final que dentro del capitalismo salvaje tendrían las hordas de desempleo en el mundo llegando a compararlos con los guetos judíos que el estado alemán hitleriano no sabía qué hacer con ellos y tomo la decisión de exterminarlos.

El punto central del “El Horror Económico” escrito por esta novelista francesa, que también redacto una monumental biografía sobre la vida de Virginia Woolf que le valió el premio Goncourt en 2009. Y después obtendría el premio Femina por la biografía estupenda del pintor holandés Van Gogh pero sin duda que su obra cumbre fue la que redacto en 1996: “El Horror Económico”.

El punto central de “El Horror Económico” Forrester lo define así: las consecuencias de la economía de mercado tienen “tal falta de atención que la propia falta de atención ni siquiera se nota” es decir se mira con ojo ciego a las desigualdades creadas por el sistema capitalista y señala que para los representantes del capital lo más importantes es lograr que la gente no se cuestione o no se preocupe por lo que está pasando y sobre todo que no le importe el drama ni la forma de apoyar a la multitud de desempleados que genera el capitalismo salvaje.

El libro más reciente y que lleva por título esta columna “El Capital en el siglo XXI” fue redactado por Tomas Piketty un economista francés que logro con su texto poner la desigualdad en el centro del debate económico, este libro maravilloso fue publicado en 2013 en lengua inglesa. Desde entonces se ha generado una corriente de discusión pública en los centros universitarios y académicos del mundo respecto a los efectos que han tenido la globalización y las políticas económicas de liberalización financiera y ortodoxia macroeconómica sobre la desigualdad de ingreso y riqueza. La tesis central de Piketty ha tenido críticas. Porque a grandes rasgos este libro sugiere que el capitalismo solo tiene una tendencia inherente hacia la desigualdad porque el rendimiento del capital es mucho mayor que el crecimiento económico de una nación.

El tema central de “El Capital en el Siglo XXI” es que pone en la vorágine de la discusión la desigualdad que existe principalmente en los Estados Unidos, en donde hay una diferencia entre los ingresos de la clase trabajadora comparada con la enorme riqueza exacerbada de los capitalistas en la últimas tres décadas. Además establece datos indestructibles como que: el 40 por ciento de la riqueza de Estados Unidos está concentrada en el 1 por ciento de los hogares más ricos del país. El 79 por ciento de la riqueza de Estados Unidos está concentrada en el 10 por ciento de los hogares más ricos de ese país.

Este nivel de concentración de riqueza no tiene precedente en la unión América al menos desde 1962, cuando Piketty empezó a recopilar los datos utilizados en su texto. Asegura además que en los últimos tres años la proporción de la riqueza en manos del 1 por ciento de los hogares más ricos ha crecido en tres puntos porcentuales. Es decir “El Capital en el Siglo XXI” de Tomas Piketty asegura que el 10 por ciento de la población más rica de Estados Unidos controla el 84 por ciento de las acciones en circulación en Estados Unidos; esto es indudablemente un fenómeno de desigualdad que no hay forma de restaurar, porque el capitalismo se ha fortalecido de tal forma que ahora se ha globalizado y ha pegado muy fuerte en las economías Latinoamericanas y sobre todo en el México de nuestros amores.

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