Columnas

EL CUMPLEAÑOS.

LA MADRIGUERA DEL LOBO
Por: José Andrés Zorrilla M.

Este domingo que estoy escribiendo estas líneas prevalece un CLIMA envidiable y un maravilloso día, en el que en este lunes usted estará haciéndome el favor, de leer estas líneas con un clima también espléndido, día en el que no se puede pasar por alto, enviar nuestras condolencias desde aquí a quienes han pasado por un DESASTRE NATURAL, como el que recientemente golpeó las costas de Acapulco y la población de ese municipio turístico de Guerrero, en donde además de vidas humanas hay una cadena de pérdidas muy graves.

Para referirnos a este tema en cuanto a experiencia y realidad se refiere, es importante valorar que también en nuestras costas hemos sufrido embates de la naturaleza muy serios, como la inundación de le Zona Conurbada de Tampico, Madero y Altamira en 2016, se trató de un fenómeno de alta densidad de lluvias con un registro atípico IMPRESIONANTE con niveles de agua de hasta 90 centímetros de agua sobre las calles incluso de colonias residenciales, lluvia que hasta entonces no había ocurrido en 20 años.

Aquel 3 de noviembre de 2016 que a partir de las 7:00 AM, arrecio y a las 8:30 de esa mañana, se esperaban ya efectos preocupantes, que finalmente superaron las expectativas y que duraría más de 5 horas, el fenómeno paralizó vías de comunicación, el Aeropuerto Internacional Francisco Javier Mina, suspendió vuelos, se desgajó el libramiento poniente; con una lluvia equivalente a 198 milímetros de agua, lo que representa hasta el 20% de lo que cae en UN AÑO, EN UN SOLO DÍA. Ese jueves 3 de noviembre.

En este próximo CUMPLEÑOS en el que este viernes 3 noviembre se cumplirán 7 años de haber ocurrido, los daños en viviendas que superó las 40 mil, mismas que resultaron inundadas, además de miles de familias afectadas de los 3 municipios conurbados, 26 mil damnificados de acuerdo a censos, en medio de cortes de energía, suspensión del transporte público de más de 270 autobuses, desborde de la Laguna del Carpintero y el vaso del Charro. Fueron entre otros muy severos para la población.

Fue el viernes 4 de noviembre de 2016, cuando en Ciudad Madero a un día del desastre el Gobernador de la entidad firmó la Declaratoria de Emergencia en las instalaciones del Centro de Atención del Municipio, (CAM) ubicado en la Unidad Deportiva del mismo, desde donde ya se había iniciado la implementación por parte del Ejercito y Marina el Plan DN-III, fue con el apoyo de esas instituciones, Petróleos Mexicanos y CONAGUA que en un esfuerzo conjunto se iniciaron las primeras acciones de rescate, drenaje y apoyo.

Este cumpleaños de tal efecto catastrófico cumple 7 años como ya lo dijimos, esta misma semana será la fecha en que casi coincide con ese desastre, que si bien es cierto fue ocasionado por las lluvias, TAMBIÉN ES CIERTO, que tienen diferentes análisis que nos deja la experiencia y nuestra realidad ACTUAL, como ya lo mencionamos también:

La firma de Declaratoria de Emergencia, suscrita ante la Secretaría de Gobernación y publicada en el Diario Oficial, tenía por objeto que llegaran recursos del FONDEN a los MUNICIPIOS, esto no ocurrió ni en el momento, ni después, ni nunca, aún con censos y formatos por lo que se tuvo que hacer un esfuerzo propio para apoyar a los afectados de ese entonces.

Por otro lado, todos los diagnósticos llevaban a los multicitados DRENES PLUVIALES, promesa de obra del gobierno federal de Enrique Peña Nieto, que no se cumpliera y que sigue siendo una obra de infraestructura estratégica y prioritaria de la que existe incluso proyecto ejecutivo para realizarla.
Otro peligro inminente es sin duda la EROSIÓN del cordón litoral, tema que, de ocurrir un desbordamiento de aguas del Golfo de México, en la zona industrial de Altamira y colonias colindantes de Ciudad Madero. El desastre sería de pronósticos RESERVADOS. Proyecto que también existe y que continúa archivado y del que se dice que también llego a contar con recursos.

En este próximo cúmplenos hay que volver a RECORDAR al igual que en Acapulco, que los que más pierden son por lo general los que menos tienen y a los que más se les promete.

Hasta pronto.