Columnas

El Grito de la identidad y la cohesión.

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza.

El Grito de la identidad y la cohesión.

Dicen los estudiosos del comportamiento humano, que a los mexicanos el Grito de Independencia nos une y cohesiona como nación.

También que somos fiesteros y que tenemos fechas claves para la pachanga, así que, el 15 de septiembre es una de ellas, tornándose un bien pretexto para la reunión.

Juan Pablo Brand, un académico y terapeuta señala que el Grito de Independencia es parte de la cotidianidad de los mexicanos y que, como elemento que convoca, la fiesta se da en automático.

Mientras tanto, Jorge Portilla, en su libro La Fenomenología del Relajo, retrató el Grito de Independencia como una característica propia de México y señalaba que el relajo incluía la burla, la risa y partiendo de que se ríe cada pueblo, se puede entender la personalidad del lugar.

En las festividades cíclicas, la fiesta, el relajo y el ruido, son una forma de minimizar el malestar y descontento social, de ahí que, los gritos, la burla y el albur, son una manera menos violenta de expresar la agresión y propicia cierta liberación interna.

El terapeuta Brand, subraya que, en la celebración del 15 de septiembre por la noche, se tiene que cumplir con el ritual, sobre la base de palabras sagradas y que incluye objetos sagrados, como la campana y la bandera, usadas en la ceremonia, pero, en cuánto el formato se agota, aparecen los cutes, los gritos, el relajo y se suspende la seriedad, con un claro, me vale mmm…, que es cuándo se libera el yo que los mexicanos llevamos dentro.

Libros en los que se analiza y se sacan conclusiones sobre la psicología del mexicano, como los de Santiago Ramírez, Samuel Ramos y Octavio Paz, en especial el de El Laberinto de la Soledad, apunta sobre el tema del ruido que tiene que ver con la incapacidad para estar solos y vivir en soledad, por tanto, el pueblo de México no es como el de otras naciones, que tienden a estar solos.

A los mexicanos nos cuesta trabajo la soledad y preferimos la pachanga, nuestra población, ni en casos de religión es dada a vivirla al interior, somos más hacia fuera tanto en temas sociales, culturales y quizá hasta político, debido en gran parte a los factores climáticos, ya que, hay muchas naciones en las que su ambiente les obliga a estar más hacia adentro de sus viviendas.

Es en ese sentido, vivir hacia fuera posibilita el relajo, reírse, el ruido, movernos más en comunidad y a partir de allí es como cobra vigencia la precisión de otro investigador y académico, Zagal Arreguín de la UNAM y el ITAM, quien considera que, como país con identidad y dados a lo festivo, por eso el 15 de septiembre es una fecha en la cual la fiesta y los símbolos nos unen.

Es debido a lo anterior que, la Celebración del Día de la Independencia es una fecha muy esperada por los mexicanos y, aunque unas horas antes del Grito de Independencia todavía muchos andan apachurrados por los pesares propios de la economía o los problemas familiares, en cuándo la buena vibra de la Independencia nos invade, se sueltan todas las preocupaciones que puedan existir y se libera el espíritu y el alma que permiten exteriorizar el nacionalismo, el apego a las tradiciones folclóricas y al orgullo de ser nativos de esta gran nación.

La intención natural hacia la fiesta, coloca a los mexicanos en una condición de felicidad, quizá a ello se debe que, en estudios sobre la felicidad, siempre se ocupan los primeros lugares, situación que contrasta con lo deprimido que vivimos por las cuestiones económicas y hasta las políticas, sin embargo, podemos sobreponernos y al saber que contamos con lo necesario para vivir, decidimos disfrutar la vida y estar alegres.

El Grito de Independencia como es ahora, con cena muy mexicana y trajes regionales se implantó de la época en que el licenciado Luis Echeverría Álvarez, fue presidente de la República y se hizo común que las personalidades tengan en su vestimenta algún detalle o motivo nacionalista.

Y es que, es impresionante como se vive la Fiesta del Grito de Independencia en todo el país, cada ciudad hace lo mejor que puede, pero, en todas los ciudadanos se arremolinan en plazas y calles para celebrar con las autoridades la celebración de la independencia, sin reparar siquiera que, el verdadero Grito de Independencia proclamaba vivas a Fernando VII y a la Virgen de Guadalupe y la frase de muera el mal gobierno, que es la rase escuchada el 16 de septiembre por la mañana y que fue el inicio de una larga lucha por la independencia de México.

Desde luego, frente al comportamiento de los mexicanos en fecha icónicas y lo dados a la fiesta que somos, es casi obligatorio decir que, al participar en la celebración del Día de la Independencia, todos alcanzamos una satisfacción que nos llena de orgullo, así, no hayamos ido a las plazas a escuchar a los alcaldes, gobernadores o al Presidente de la República dar el Grito de Independencia y disfrutar de comida, cuetes y música bien mexicana, pero, vimos o escuchamos la fiesta por televisión, tanto en nuestro país como en el resto del mundo.

La Fiesta por la Independencia de México, tiene esa connotación, es mundial, al grado que, nos reímos de la forma en que la celebran comunidades de países europeos o bien en algunas ciudades de los Estados Unidos, en las cuales, sus autoridades tienen que seguir la corriente a los mexicanos, sabedores de que la importancia que tiene para ello darle rienda suelta a las tradiciones.

En el terreno de las realidades políticas, muchos de los alcaldes de la entidad darán su segundo y último Grito de Independencia, mientras que otros, los que ganaron la reelección en las urnas el pasado primero de julio, tendrán tres oportunidades más, para convertirse en los primeros alcaldes que darán más de tres, cinco para ser exactos y a uno de igualar los que corresponden a los Gobernadores y al Presidente de la República que, son seis.

Como nos haya ido en la fiesta del Grito de Independencia este 15 de septiembre, no olvidemos que un día como hoy, pero, de hace 208 años comenzó una larga lucha para hacer de México una nación libre y fuerte, por eso la forma de recordarlo es con la realización de los desfiles organizados por las autoridades de los municipios del país, por tanto, hay que ir.