Columnas

El lado político de la detención.

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza.

El lado político de la detención.

La prueba de que, con el tiempo y un ganchito suceden las cosas, está con la detención del exgobernador de Veracruz Javier Duarte de Ochoa, quien, por cierto, no andaba en Canadá sino en Guatemala y se hacía pasar como vacacionista.

Estaba en el municipio de Panajachel, en una región que se denomina Sololá. Dijo alguien de la reunión de los domingos en un café de postín que se encuentra por la calle Carrera Torres, que el político dio muchas pistas y hasta en son de reto, porque Panajachel suena que, tan panal estaba que lo detuvieran, que andaba solo la la.

Otros más consideran que es cosa del destino, porque, aunque se escondan en un sitio lejano o cercano, tarde o temprano les echarán guante.

La detención del exgobernador priísta fue la comidilla del sábado de Gloria. Medios electrónicos de comunicación y redes sociales hablaron largo y tendido sobre el tema, incluso en varios espacios de televisoras de la capital del país, hasta programas especiales manejaron, como si se tratara de quitar la atención de algunas cosas y ponerla sobre Duarte de Ochoa, a quien acusan de un desfalco de más de cuatro mil 500 millones de pesos.

El político veracruzano, estará varias semanas detenido en Guatemala, porque con la detención, se inicia un proceso jurídico largo, mediante el cual se realiza la extradición. La Interpol del vecino país del sur, no lo soltará y cuidará cada paso para que las cosas se hagan bien y que, las autoridades mexicanas puedan disponer de él para que responda a cuanta queja, denuncia y hasta presunción de desfalco se haga llegar a la Procuraduría.

Se supone que el más interesado en que el priísta se quede en la cárcel, es el actual Gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, será quien más datos aporte para que la averiguación penal que se abrió en octubre pasado, siente las bases para el enjuiciamiento, que todo mundo espere permita que el exmandatario vaya a dar directo a la cárcel por muchos años, no son antes regresar el dinero con el que muchos dicen se quedó.

Es obvio que la nueva situación en la que se encuentra Duarte de Ochoa, general impactos en todos los sentidos, sociales, económicos, profesionales y políticos, pero, será esto último lo que más se revise todos los días, porque los estrategas de las campañas políticas en las entidades que tienen elecciones locales, entre ellas, la propia Veracruz, buscarán la manera de sacar provecho al suceso.

Los del PAN que gobiernan la vecina entidad del sur, podrían pensar que les ayudará para repetir la dosis de las elecciones del año pasado, cuando ganaron la Gubernatura y el Congreso del Estado.

Sin embargo, los del PRI, esperan lo mismo, dado que, desde que salió la orden de búsqueda ellos estuvieron de acuerdo y en cuánto el militante fue detenido, dijeron que debe ser la justicia la que tiene que tomar cartas en el asunto.

Además, que el exgobernador responda a las acusaciones tiene que ver con que las acusaciones se convirtieron en un expediente que, al estar en manos de un Juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio, dio forma a la liberación de la orden de aprehensión, por su probable responsabilidad de cometer delitos por el uso de recursos de procedencia ilícita.

A partidos políticos como el Movimiento de Regeneración Nacional, del cual es propietario Andrés López Obrador, claro que le servirá la información, porque le servirá de base hasta para elaborar spots de televisión en el 2018, cuando sea, por enésima vez candidato presidencial y al Movimiento Ciudadano, que tiene algunos militantes de izquierda, le servirá para echarle tierra al PRI.

Por demás está decir que los perredistas que siempre hablaron de los excesos que se cometían en Veracruz, estará más contentos que nunca y con tratar de hacer leña del árbol caído, buscarán a como dé lugar que la suerte de Javier Duarte de Ochoa, les ayude a sacar votos en las elecciones municipales.

En cuanto a las redes social, hay que mencionar que, como siempre, hubo de todo, desde los que lo ridiculizaban como que lo sacaban a rastras de un autobús centroamericano o aquellos que lo colocaban como en una vitrina de cristal en las que hay equipos contra incendios, pero, en su caso era para usarse en caso de emergencia electoral, porque aquello de que no fue el candidato que los veracruzanos esperaban cuando fue nominado.

Desde la perspectiva mediática de la capital del país, esto no quedará hasta allí, comenzaron a manejar la idea de que sigue el otro Duarte, César, que gobernó el estado de Chihuahua hasta fines de año pasado y que también anda en boca de todo mundo, porque hasta se hizo de un Banco y de empresas dedicadas al turismo en la capital de aquella entidad.

Destaca el hecho de que ya existe orden de aprehensión en su contra, fue girada el mes pasado y según se sabe le siguen la pista en muchos países, para presentarlo ante las autoridades mexicanas, si es que se fue de Chihuahua. Lo que son las cosas, jamás nadie imaginó que el buen Legislador, el político chihuahuense que condujo en forma correcta la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, ahora tenga en su contra una orden de detención porque cayó en excesos económicos durante su desempeño como mandatario del estado más grande del país, Chihuahua.

Las redes traen en calidad de pendiente el asunto de Humberto Moreira Valdez, quien tuvo la responsabilidad de Gobernar Coahuila en el sexenio anterior y le sacaron muchos trapitos al sol, mismos que, dieron para que los españoles le hicieran el feo y lo mandaran de vuelta México.

Nosotros creemos que cada mexicano tiene su opinión de lo que sucede cuando los políticos echan malas y estamos seguros que será en las urnas donde cada mexicano que usa su credencial de votar con fotografía para expresar su conformidad o inconformidad, lo dirá este año en las cuatro entidades que tienen elecciones y en el 2018 cuando participemos en la elección presidencial y las locales que tocan, como las de Ayuntamientos en Tamaulipas.

Alguna vez comentamos aquí que lo más difícil para un político es su salida y que, entrar era lo más sencillo del mundo, porque infinidad de ellos llega a cargos de ensueño por mera casualidad, accidente o porque estuvieron en el momento adecuado, con las personas adecuadas y obtuvieron los votos necesarios para llegar.

Salir de un cargo es más difícil que entrar, porque durante la estancia tienen que hacer bien su chamba, para que luego, no ande tras ellos la Ley, para castigar su mal desempeño y la mano larga que tuvieron para el uso de los recursos que administraron. Pocos son los que salen y la gente los recuerda porque supieron gobernar y sacaron adelante los compromisos con la gente y no sus mezquinos intereses.