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EL NIETO DEL CHE

LETRA PÚBLICA

EL NIETO DEL CHE

RODOLFO SALAZAR GONZALEZ

El Che Guevara, legendario revolucionario cubano que abandonó el poder de su país adoptivo para seguir haciendo la revolución en el mundo, vivió en México más de dos años. En este lapso realizo diferentes actividades, fue fotógrafo, médico alergólogo y después fue investigador con un mini salario en la sección infantil del Hospital General de la capital de nuestro país.

En ese tiempo que vivió en México conoció a una economista peruana que se había exiliado en nuestra patria que en esa época disfrutaba de un elevado prestigio ante el resto de América Latina como un país justiciero en pro de las causas populares que pretendían romper las dictaduras latinoamericanas. Hilda Gadea, era una bella peruana de baja estatura que causó en el Che una impresión imborrable que lo llevo a declararle su amor para casarse con ella y procrear su primera hija que llamó Hilda Beatriz Guevara Gadea, nacida en México en 1956 y partió a la eternidad en la Habana en 1995.

La primogénita del Che Guevara Casóse con el mexicano Alberto Sánchez Hernández, un gargantua que sobrepasaba los dos metros de altura y que militaba en la liga comunista que actuaba en la capital de México y que en 1972 cuando gobernaba Luis Echeverría la nación, secuestro un vuelo en la norteña ciudad de Monterrey para negociar la libertad de algunos de sus compañeros que estaban privados de su libertad por el entonces delito, hoy derogado: sedición, que es algo similar a la invitación a derrocar el gobierno. Por esa razón Alberto Sánchez Hernández hubo de partir a Cuba en donde conoció a la primogénita del Che con quien se casó y le dio al revolucionario cubano su primer nieto: Canek Sánchez Guevara, que nació en la Habana en 1972 y que falleció lamentablemente en los primeros días del mes de Enero de este año cuando no sobrevivió a una cirugía cardiovascular que se le realizo de emergencia para reemplazarle dos válvulas, muriendo en el quirófano. Tenía 40 años.

El nieto del Che Guevara, Canek Sánchez Guevara, mientras vivió en la Habana era un declarado enemigo de Fidel, no estaba de acuerdo con el concepto de revolución absoluta que manejaba el comandante Castro. Técnicamente me atrevería a definirlo por sus escritos en un blog personal que publicaba en la red, como un pre anarquista, iba él más allá de lo que podemos definir como anarquismo. Percibo que estaba en una búsqueda absoluta de la verdad interior que lo instaló en los preámbulos del anarquismo y la iconoclastía en la que navegan sin rubor alguno los sectores anarquistas que llegan incluso a practicar el vandalismo contra los derechos de terceras personas.

Canek tenía una banda de rock en Cuba, y siendo lo que era, el primer nieto del revolucionario inmortal que representa la figura ya casi mitológica del Che Guevara, para él, no fue nada fácil ejercer su vocación musical y sentir una inclinación por el rock metalero que en una sociedad tan estrecha de posibilidades artísticas, espirituales y económicas, como es la cubana resultaba ser un verdadero anatema que iba directamente contra la herencia e imagen que el régimen cubano les proyectaba del Che Guevara a su pueblo. Por esa razón abandonó Cuba y se fue a vivir de una manera definitiva en el sureste mexicano, en la ciudad de Oaxaca. Tenía nacionalidad mexicana. Escribía sobre la realidad de nuestro país y los problemas económicos del planeta, analizaba con rigor la gravedad de que todo el mundo de valores estuviera sometido exclusivamente por el mercado y el capital; pero también establecía la certidumbre de que estas categorías intelectuales tampoco gozarían de salud si dependieran o fueran siervos del estado. Creo que estaba en un punto medio: ni todo el mercado y el capital; ni todo el estado, sobre el individuo indefenso y alienado por la falta de oportunidades para realizarse y sobrevivir. Técnicamente era un intelectual, publicaba colaboraciones en “letras libres” y en un periódico de circulación nacional que se edita en la cápital de México.

Establecido en nuestro país, frecuentemente viajaba al viejo mundo y establecía amistades que se han distinguido por estar integrados a ese frente vitalicio de mentalidades libres que se oponen a que el establishment siga siendo una garantía para que los privilegios tan solo lleguen a un sector que ostenta el poder económico desde hace varias generaciones. Estaba muy interesado por las vanguardias artísticas, por la cultura y por la estética. También analizaba con rigor las categorías ideológicas y políticas. En algún momento de su vida se declaró indefenso y atrapado por los ismos. Tuvo que hacer un alto en la tarea del análisis y la reflexión para dedicarse al diseño gráfico, practicar la fotografía, componer música y escribir poemas abstractos. Se declaró lector, y empezó a convertirse en editor, hasta que llego a formalizar una empresa cultural que edito interesantes ensayos y poemarios de talentos jóvenes y de periodistas que navegaban en el periodismo marginal que no tiene a la aceptación para ser publicado por la prensa tradicional y los medios electrónicos.

Siempre fue un crítico del concepto mismo de la Revolución Cubana, llegando incluso a cuestionar no tan solo a Fidel, sino también el comandante Guevara, escribió “no se hace una revolución, se participa en ella de manera constante” aquí encuentro una crítica a la actitud de su abuelo legendario de abandonar el gobierno revolucionario cubano para ir a construir una revolución en el continente negro y terminar siendo sacrificado en Bolivia en donde no estaban dadas las condiciones propias para que un revolucionario que no pertenecía a esa región levantara en armas al pueblo contra la dictadura establecida. Elaboro una tesis sobre “El hombre nuevo que surgiría de la participación permanente en una revolución”. Para él, la izquierda y la derecha construyeron reducciones del todo, y que en esa tesitura su abuelo había incurrido.

Por último Canek Sánchez Guevara, el primer nieto del Che Guevara (tuvo más de siete hijos, el último se llamó Omar Pérez con Lidia Rosa López, que el Che Guevara nunca reconoció) Canek sentía tristeza, que a su abuelo legendario la sociedad de consumo lo había convertido en un icono pop, consecuencia de una época en la que el capitalismo encontró que la mejor arma de vencer las ideas subversivas es venderlas como una mercancía con una connotación cultural. A partir de este hecho de mercado ya no se ejerce la subversión se vende.

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