Columnas

El olvido de Calzada

 

Tribuna

Por Javier Terrazas

El olvido de Calzada

Hoy hace ocho días estuvo en la capital tamaulipeca el Secretario de Agricultura José Calzada Rovirosa.

Su visita generó gran expectación entre los agricultores tamaulipecos que están a la espera de que se definan los “precios objetivo” para el sorgo y maíz.

El equivalente a los “precios de garantía o referencia” de hace algunos años y que consiste en un complemento a los precios que rigen en el mercado que por lo general son bajos.

Durante todo el mese  julio, las agrupaciones principales de productores de grano de los sectores social y privado participaron en diversas reuniones en la capital del país con ese tema.

Algunas se dieron en la Confederación Nacional Campesina, otras en la Cámara de Diputados, otras en las oficinas de SAGARPA, que es la institución cabeza del sector agropecuario.

También intervinieron representantes de la Secretaría de Hacienda, así como de Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (ASERCA).

Obvio que en las oficinas financieras se analiza la disponibilidad de recursos para la toma de la decisión.

Calzada Rovirosa, quien se había mantenido distante de Tamaulipas, por aquello de los adeudos de mil 200 millones de pesos que había precisamente por pago del diferencial del “precio objetivo” de sorgo, maíz y soya de ciclos pasados, dijo que en unos días se tomaría la decisión.

Incluso habló de la posibilidad que se fijaran para el pasado martes, cosa que no ocurrió, por lo que los ánimos de los productores se empezaron a caldear de nuevo.

El martes el titular de la SAGARPA acompañó al presidente Enrique Peña Nieto a una gira por Baja California. De tal forma que no se dio el tiempo de buscar el acuerdo.

Ayer mismo, viajó a Mérida Yucatán, para participar en un encuentro bilateral de secretarios de Agricultura México – Estados Unidos, que busca fortalecer el comercio agroalimentario.

Se reunirá con su par estadounidense Sonny Perdue  y participarán en un panel de discusión con productores mexicanos y empresarios estadounidenses.

La justificación es buena, pero la espera desespera, sobre todo porque las cosechas de sorgo y maíz están culminando y la incertidumbre crece porque hay temores fundados de que los dejen otra vez en el olvido.

El fin del sexenio está cerca y eso amplía el riesgo, sobre todo cuando la economía nacional sigue emproblemada.

Son esas actitudes las que orillan a los productores a la toma de decisiones radicales como la toma de carreteras o de puentes internacionales.

Imagine una decisión de ese tipo en pleno auge vacacional, además de los efectos nocivos al comercio internacional.

Los hombres del campo están acostumbrados a que su palabra vale y esperan que la de aquellos que son sus servidores públicos también valga.

Había hace tiempo un tipo de crédito muy famoso en el sector rural, “crédito a la palabra”, que tenía una importante recuperación y permitía que siguieran operando para nuevos solicitantes.

Es decir, pagando daban prueba de que su palabra vale.  Por ello no les gustan las mentiras, ni que les cuenten las muelas.

Así es que si José Calzada no les responde, seguramente habrá reacciones de los agricultores tamaulipecos, que no aceptan fácilmente la “bomba yucateca” , por aquello de que el Secretario de fue a Mérida.