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El patrullaje

Tribuna

Por Javier Terrazas

El patrullaje

Hace unos meses no viajaba a Monterrey, Nuevo León, la capital del norte de México. Por asuntos de orden familiar lo hice el pasado lunes.

Había generado buenas expectativas por los anuncios de mayor vigilancia en la red carretera estatal, así como los posibles avances en la autopista Victoria-Límites de Estado con Nuevo León.

Han sido dos anuncios importantes en materia de seguridad en las carreteras. Uno de manera conjunta con los vecinos, a través de una Policía Interestatal; y el otro local, de patrullaje estatal de las rutas más relevantes.

Sin embargo, en el primer caso, al menos en el punto de intersección de los dos Estados, no hay visible ningún grupo interestatal.

Incluso han desparecido los Policías Federales de Caminos de la Jurisdicción Linares, que por lo general daban la recepción a los cafres tamaulipecos con alguna infracción.

Tal vez en  la zona fronteriza, allá donde se dio el banderazo de esa Policía Mixta de ambos estados, en los linderos de la denominada ribereña siga dándose el patrullaje.

Pero no se ha extendido a otros puntos, como el caso de la carretera Monterrey-Reynosa, en la que se han registrado varios asaltos y hasta secuestros.

Por lo que hace a la Policía Estatal de Caminos, en el trayecto de Victoria-Límites de estado con Nuevo León, tuve la suerte de encontrar una unidad.

Circulaba a una velocidad de 80 kilómetros por hora en el tramo de autopista terminada. Una sola persona la tripulaba.

Antes de esa unidad,  tres vehículos militares pasaron a buena velocidad antes de llegar a Hidalgo.

El único tramo de revisión más detallada fue el puesto de inspección militar en el Ejido Oyama, que como siempre en un periodo de puente, en lugar de apoyo se convirtió el un obstáculo.

Kilómetros de de vehículos se formaron, que se tradujo en más de media hora de espera.

Muchos conductores se desesperaron y rebasaron hasta ir a topar con el punto de revisión, sin que nadie pudiera orden. Incluso varios vehículos oficiales de autoridades estatales y federales cometieron esa falta.

Los comentarios de algunos conductores eran de gran molestia por la traba en que se convirtió el punto de revisión militar, ya que provenían de unos días de asueto en Tampico.

Y mostraban su temor a algún incidente en el tramo de carretera correspondiente a Tamaulipas, precisamente por la falta de vigilancia en los cien kilómetros siguientes.

Desconozco los horarios y tramos en  que se da el patrullaje de las Policías Federales y Estatal de Caminos.

No tuve la suerte de coincidir con la mayoría de ellos, que tienen la encomienda de vigilar esa importante ruta, pues es la conexión entre el gran polo industrial que representa Monterrey con los puertos marítimos de Altamira y Tampico.

Si en un día de puente o asueto para las burocracias y empleados de las empresas no se ofrece un mayor patrullaje y vigilancia en las carreteras, sean por agentes  federales o estatales, creo que debe fortalecerse.

Son esos momentos en los que debe mostrarse el cambio en la seguridad de la res federal y estatal de caminos.