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EL PRI ESTATAL, Y SU PRODUCTO INTERNO BRUTO

CUADRANTE POLÍTICO

POR FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO

EL PRI ESTATAL,  Y SU PRODUCTO INTERNO BRUTO

En la jerga macroeconómica, el concepto  que aparece en la cabeza  de esta columna,  se utiliza para evaluar en pesos y centavos, la totalidad de bienes y servicios generados por un país determinado. Es como una especie de balance contable, a lo largo y ancho de la república. Pero aquí lo utilizamos para aplicarlo  al CDE  del PRI  tamaulipeco, lo cual nos parece interesante, a la luz  del escenario 2018, y  de su difícil papel, en el contexto político del estado.

Empezando por el análisis  de quienes ocupan las diversas carteras, nos encontramos que se trata, en su mayoría, de  un grupo  de personas  recomendadas, que llegaron a dicho cargo, por la vía  del amiguismo y el compadrazgo.

Muchos de ellos, no saben absolutamente nada, de lo que significa en términos teóricos y prácticos,   el oficio de operar, organizativa y políticamente. Carecen en absoluto de una formación militante, y  experiencia del más alto nivel, tal y como lo exigen las actuales circunstancias en Tamaulipas.

Si aplicamos el concepto  del PIB, entonces  la conclusión, es en el sentido de que, el Producto Interno Bruto  del PRI tamaulipeco, es  muy elevado en hueva, (flojera), en incapacidad  e improvisación política.

Es este PRI  hecho de pedacería coyuntural y de padrinazgos, el que ahora tiene  el  reto de sacar  adelante  la candidatura  de José Antonio Meade en Tamaulipas.  Para los pocos militantes que aún no abandonan el estadio y  la butaca de lealtad al PRI tamaulipeco,  no deja de  asaltarlos,  de manera reiterativa, una pregunta:

— ¿Es este el partido que nos merecemos  en nuestro estado?

—-EL PRI, NO LE HA QUITADO AL PAN, LA NARRATIVA DEL CAMBIO—

Para efectos  de marketing y de posicionamiento político, los instrumentos más efectivos, para lograr  el éxito entre los electores, son aquellos que se reproducen, a partir de contar historias. Al parecer, la clave del asunto reside, ya no en vender, publicitariamente,  tal o cual candidatura, sino  en crear  micro cosmos narrativos, o algo parecido a relatos atractivos a las emociones  del oído ciudadano.

En Tamaulipas, por ejemplo, tenemos que, el PAN cabecista, se montó sobre  el  best seller  del cambio, utilizando para ello, la metáfora de los  “Vientos  de Cambio”. Este eslogan   en su momento  fue adaptado  de la canción “Wind of Change”, creada por la banda  de rock  y Heavy metal, Scorpions,  de nacionalidad alemana.

Dicha pieza musical, y especialmente su letra tuvo un gran impacto en la Europa del Este, pues coincidió con la caída del Muro de Berlin. El álbum denominado Crazy World, apareció en 1991, justo año y medio después  de que  derrumbaron la emblemática pared que dividía a las dos alemanias.

Algunos textos  de  “Wind of Change”, dicen lo siguiente: “El futuro está en el aire/puedo sentirlo por todas partes/ soplando con el viento de cambio”.  Mientras que un segundo estribillo  dice: “Llévame a la magia del momento/ en una noche de gloria/ donde los niños del mañana sueñan/ con el viento de cambio”.

En la actualidad, el PAN  tamaulipeco, ha pasado  de los vientos de cambio, a  la campaña en la cual explota políticamente,  el tema  de los  ex gobernadores detenidos, y de la supuesta lucha contra la corrupción. Esa y no otra será su  narrativa favorita, en  las campañas que emprenderán sus candidatos y candidatas, en este 2018.

Otra narrativa que ha creado  el PAN en el poder, es la de un gobernador valiente,   que es dado  a la lucha frontal. Este tipo de  historia, se ha visto reforzada, por algunos promocionales de la actual  administración estatal panista, específicamente, la hemos escuchado en radio  Tamaulipas.

Esta historia, del gobernador que no se deja ante nada y ante nadie, ha terminado por convencer, hasta los mismos priistas, que ven a CV, como su héroe, o el nuevo tipo de panista, equiparable a los Corrales, los Anayas o los Yunes.

Lo más delicado de todo esto, es que, el PAN ya trae una historia muy bien posicionada entre  la población tamaulipeca, mientras que  el PRI, aun no logra  vender entre los electores, ningún relato.  La reciente  visita  de su  candidato a  la presidencia, José  Antonio Meade, sirvió solo para  subrayar  el acento de la corrupción del PRI.

A  pesar  de que, el tema  duro de la inseguridad sigue  imperando en la entidad,  los abanderados priistas, siguen ajenos  a este discurso, y prefieren hablar  de temas triviales, sin entrarle de lleno  a este debate, que por momentos  parece eclipsado por la trivialidad  y la irresponsabilidad  de un PRI  disperso  y en franca debacle.

Bajo semejante estado  de cosas, el Partido Acción  Nacional, no tiene  al menos en lo que se refiere al PRI, un adversario que le oponga una narrativa, capaz  de modificar la intención del voto ciudadano.

La estafeta opositora, probablemente  sea tomada por MORENA, a partir   de  que arranquen  formalmente las campañas, en el próximo mes de abril. Esto va a depender  de quienes  sean los candidatos.

En resumen, el PAN sigue sin perder, su condición de partido que no suelta  la historia ganadora  de promover el cambio.

En los hechos, todos sabemos que los resultados en el combate a la inseguridad, ya sea por  culpa  de la errática estrategia federal o por la omisión de las autoridades estatales, han sido muy pobres. Pero el PRI, que es el partido llamado a enarbolar la crítica, por su condición de destronado, en el 2016, hoy por hoy, está  convertido en un membrete  colaboracionista…

…y mediocre.