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El terremoto, la broma macabra, la coincidencia

Escenario Político

Por Marco Antonio Torres de León

El terremoto, la broma macabra, la coincidencia

La triada compuesta por el gobierno, Universidad y comunidad estudiantil debe estar fundada en equilibrio, resistencia y soporte para operar correctamente a futuro, financieramente y políticamente.

Pues no por ser Universidad está exenta de riesgos sociales y políticos.

Debe trabajar de la mano con el gobierno para evitar rupturas y debilidades; en este caso la UAT ha decidido trabajar con el gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca.

Es por eso que vimos con beneplácito la charla que el gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA sostuvo hoy con estudiantes universitarios del Centro Universitario Sur, antes llamado Centro Universitario Tampico-Madero.

Es pertinente aclarar que de testigos de honor, así como cumpliendo su papel de anfitriones, estuvieron Enrique Etienne Pérez del Río y José Andrés Suárez Fernandez, éste último con sus casi dos metros de estatura.

Hombres de gran calado. Pulidos en el arte del diálogo y la creación de universitarios del futuro.

Fue un gran encuentro. Un encuentro que hacía falta. Un encuentro que generó lo que se esperaba, acercamiento y confianza.

Fue el gobernador Cabeza de Vaca quien llegó partiendo plaza al CUS, aquél viejo campus universitario (de más de 50 años de haber sido construido) inmenso situado casi frente a la pista de aterrizaje del aeropuerto Francisco Javier Mina y dividido solo por una gran avenida.

Estos tres entes, Universidad, avenida y aeropuerto, en esencia nada han cambiado.

Bueno, hasta las palmeras son las mismas que hace 40 años. Al paso de los años han sido sembradas otras, iguales o más altas.

Se yerguen altivas tanto en la avenida como dentro del CUS.

Adentro del CUS los verdes pastos brillan esplendorosos. Con relieves que embellecen el recinto.

Laas palmeras son palmeras típicas de una ciudad (como Tampico y Madero) con fulgurante vista al mar, con un litoral riquisimo en todo, en flora, fauna, en esteros, en lagunas. Esa es a aquiesencia de Tampico, esa es la riqueza que envuelve al Centro Universitario del Sur.

De hecho hay un relojito natural que indica a los más de 5 mil estudiantes universitarios  la llegada a Tampico de cualquier avión pues el poderoso rugido de sus motores se oyen hasta el último rincón de cada aula.

Pues bien, fue aquí  donde hoy ocurrió el histórico encuentro entre la citada triada.

Ahora bien, todo mundo sabe que no hay clase más rebelde que la juventud. Mayormente la clase universitaria.

Pero también es cierto que no hay alma más ductil para atesorar las riquezas del conocimiento y la ciencia que esa misma juventud.

Es un raro fenómeno, una extraña simbiosis, es como ver dos rostros en uno.

En base a esa dualidad, a la clase universitaria de la UAT se le presentan las tres virtudes universitarias, la verdad, belleza y la probidad.

El encuentro de hoy fue magnánimo, amén de esperado.

El mandatario estatal mostró altura, clase y empatía con esta comunidad estudiantil, misma que en pocos años jugará un rol importante en el Tamaulipas del futuro.

El gobernador por su parte, rompió un paradigma al ingresar al edificio de la UAT como Pedro por su casa. Y por la puerta grande. Como ningún personaje de su nivel lo había logrado históricamente.

Esto habla del buen control político que asume históricamente el mandatario en este momento.

Adentro se le vio junto a dos rectores, el saliente y el entrante.

Con ambos sonrió y se le vio poderoso.

El gobernador FRANCISCO GARCIA CABEZA DE VACA dijo palabras a los más de 5 mil estudiantes, palabras que les inspiró confianza.

“Amigos universitarios, cuenten con un gobierno que al igual que ustedes saben que la educación es el detonante esencial del cambio”.

Luego les dijo: “Sigamos adelante cultivando el amor a la patria; y cosechando los lazos de unión entre lo tamaulipecos, integremos así la diversidad y riqueza del conocimiento de los universitarios al proyecto de un Tamaulipas en paz y esperanza”.

El gobernador le pidió a la comunidad estudiantil que lo consideren su aliado y amigo.

“Quiero ser parte de ustedes y que me permitan ser un gobernador cercano a la UAT. Que vean en mi a un aliado y  un amigo. Ese es el compromiso que quiero hacer con ustedes”, sostuvo.

A partir de ahí, debemos admitir, se creó la sinergia.

Los rectores saiente y entrante, ENRIQUE ETIENNE PÉREZ DEL RIO y JOSÉ ANDRÉS SUÁREZ FERNANDEZ  por su parte, confirmaban el poder que tiene una amistad, y el milagro que provoca la empatía innata entre gobernador y comunidad estudiantil y magisterial.

La juventud de por sí necesita héroes, héroes de carne y hueso, líderes que comanden actos fuera de lo común.

Fue quizá por eso que la cercanía entre el mandatario estatal y los rectores Enrique Etienne y José Andrés Suárez Fernandez causó la algarabía y fiesta que causó hoy en el CUS.

Bien, hasta aquí con eso.

Mejor pasemos a otra cosa.

El país está en shock desde ayer a laas 13: 15 pm.

Un poderoso terremoto nos confirmó lo fragil que es el hombre frente a la naturaleza implacable, misma que parece inocua, pero que cuando decide, causa muertes.

Pero la tierra es como los animales, están en estado salvaje.

Y aunque Dios ha ordenado que el hombre rija con poderío la Creación y todo lo que existe, lo cierto es que el poder humano está limitado.

La tierra reblandece más conforme los daños a la naturaleza se muliplican.

No son los efectos de El Niño, fenómeno que cada 5 años o menos provoca hecatombes en el planeta.

Son los daños y el espiritu pernicioso del hombre contra él.

Pero bien, por ahora nos remitimos a hablar del terremoto en nuestro país.

El epicentro, no “los epicentros” como erróneamente lo dijo CARLOS LORET DE MOLA en su crónica, ocurrió en el estado de Morelos, en Axiochapan, Morelos, a unos 120 kilómetros de la Ciudad de México.

Fue un terremoto de menor fuerza que el de hace semanas, cuyo epicentro se registró en Chiapas o Oaxaca.

Solo que la diferencia fue la distancia. De México a Oaxaca hay 600 kilómetros de distancia y de Axochiapan, Morelos, solo hay 120 kilómetros.

De ahí que éste último ha sido más intenso que el primero.

Lo sorprendente de esto es la actitud solidaria de todos los mexicanos, que han demostrado altura de miras y amor al prójimo.

Ese factor nos deja pasmados pues a veces creemos que ya perdimos nuestra esencia humana.

Lo cierto es que la acción bondadosa del resto de los mexicanos que no sufrimos el efecto del temblor, es noticia que impacta a todos.

Basta ver imágenes de mexicanos en acción.

Ofrecimos a HOUSTON, TEXAS ayuda y DONALD TRUMP la rechazó. Esto contristó nuestra alma mexicana.

El imbécil presidente norteamericano, lleno de orgullo rechazó nuestra ayuda tras el huracán Irma que azotó aquélla gran ciudad petrolera.

Pues bien, apenas han pasado casi 30 días del rechazo de ayuda, y nuestra raza azteca sufrió el sorprendente azote de la naturaleza, que por impredecible, fue más mortal y peligroso.

Los mexicanos olvidamos la ofensa Trumpiana y nos avocamos a ayudar a nuestros hermanos.

Hoy y ayer mismo han sido trasladados miles de toneladas de víveres a la Ciudad de México.

Y van en camino otros miles más.

El elemento humano también está haciéndose presente. Se requieren ingenieros, arquitectos, hombres de ciencia que sepan valorar riesgos de derrumbe de edificios.

La UNAM ha dicho que capacitará a esta clase de hombres para que aprendan reglas básicas de evaluación de edificios, y así agilizar el regreso a casa de los damnificados.

Mientras los afectados no pueden dormir en casa; deben hacerlo en campamentos, en la calle, en plazas públicas.

Con tal poderío sísmico, cada edificio dañado podría colapsar y cada inquilino corre peligro de morir.

El asunto es grave, el tiempo corre, no perdona.

Si a esto añadimos la lentitud de una tortuguera burocracia que en estos casos suele presentarse, el panorama se agrava aún más.

Aquí en El Mante el presidente municipal JUAN FRANCISCO LEAL GUERRA no se ha tirado a la hamaca, a dormir el sueño de los justos.

Todo lo contrario, es un alcalde de pensamiento universalista que sabe que El Mante no es una ínsula separada del resto. Actuó con rapidez y sentido humano y solidario.

Ordenó ayer mismo a mediodía a su gente armar el andamiaje de ayuda a través de centros de acopio de víveres.

La respuesta de los mantenses fue inmediata, ipso facto ejidos, colonias y comunidades de El Mante se avocaron a comprar víveres para hacerlos llegar  los afectados de la ciudad de México, Tlaxcala, Morelos, Puebla, Estado de México y un poco menos, de Querétaro.

Así pues, la instrucción oportuna del presidente municipal Juan Francisco Leal Guerra rindió frutos.

El alcalde personalmene ha supersivado que el acopio sea real y que los alimentos, incluidas medicinas, se destinen al sitio y personas correctas.

La UAT y otros centros universitarios locales procedieron a hacer lo mismo, pero siguiendo el liderazgo del munícipe.

Esto nos alegra pues el Ayuntamiento no se duerme en sus laureles.

Asume su rol valientemente y dicta los pasos a seguir para que nosotros, los mantenses, ayudemos en vez de vivir aislados.

Esto habla bien del presidente.

Bien, por ahora es todo, nos leeremos pronto.

Posdata:

Es pertinente ofrecerles, amables lectores, algunos datos duros. Incluso bromas del destino macabras.

Hasta el momento han perdido la vida unos 250 mexicanos a causa del mortal temblor, cifra que podría considerarse ´oficial´, pero que a la verdad, se nos hace poca.

Otro dato. Dicen erroneamente que un rayo no cae dos veces en un mismo lugar.

Falso.

Lo cierto es que para nuestra desgracia ya ocurrió.

Hace 32 años un gran terremoto ocurrió un 19 de septiembre a las 7: 19 horas, cuando los niños estudiantes del sistema oficial SEP entraban a sus escuelas.

Ayer otro terremoto ocurrió el mismo día que hace 32 áños, 19 de septiembre, solo que a las 13: 20 horas, justo momentos antes del horario de salida del estudiantado.

Es quizá por eso que miles, por no decir millones de niños, se salvaron de morir dentro de las aulas.

Coincidencia, broma macabra del destino, quien sabe, pero de que nos están haciendo beber el trago amargo, eso que ni qué, indudablemente.

Hasta pronto ahora sí.