Columnas

Enrique y Álvaro, dos cartas del PRI para diputación

 

RESEÑA POLÍTICA

Por: Juan R. de la Sota

Enrique y Álvaro, dos cartas del PRI para diputación

La política es de circunstancias, cambiante y de tiempos, por ello varios alcaldes no habrán de reelegirse, al no enfrentar un escenario favorable para seguir sirviendo a los ciudadanos.

Quiénes determinarían no repetir en las Presidencias Municipales, pues todos aquellos que tienen problemas de rendición de cuentas en sus estados financieros.

Que los invade cierta amistad con ex gobernadores y los que no han realizado buen trabajo, pero además que representan desconfianza y que su actitud ha sido déspota, altanera y abusiva.

A ellos su partido ya les advirtió que no les sirve como alcaldes y que deberán buscar otros aires políticos.

De esos malos alcaldes hay varios y no vale la pena ni mencionarlos, pues hacerlo promovería más corajes entre la sociedad, al mantener su repudio hacia ellos, por no cumplir con sus compromisos y demandas contraídas.

Se acabaron los tiempos del acuerdo y la tolerancia que permitía la corrupción y se establecieron las bases para hacer realidad un severo castigo a la impunidad, a través de la eficiente aplicación del marco jurídico que busca acabar con el abuso de poder y otras acciones ilícitas que lastiman a los tamaulipecos y sobre todo con aquellas que promovían el desvío del dinero del pueblo.

A desenvolverse en ese panorama estaban acostumbrados varios presidentes municipales y han determinado no buscar la reelección.

No lo harán, por la simple razón de no promover en su contra acusaciones e investigaciones que derive a tener en su contra una demanda penal que genere una intensa indagación y que pueda llevarlos a la fresca cárcel.

Para ellos es mejor ir a buscar otros escenarios, servir desde otra trinchera, en donde no ponga en riesgo su paz y libertad.

Pronto se registrarán sorpresas en ese sentido, ya que alcaldes que en lo oscurito proyectaban reelegirse, han  reculado, pues las circunstancias y los tempos no están a su favor y ante tal decisión  muchos de los soberbios y prepotentes funcionarios de las alcaldías andan bastante nerviosos y preocupados, pues ya no obtendrán un sueldo sin trabajar.

Además, cambiarán su actitud, ahora sí saludarán a su amigos, no serán groseros, desleales y prepotentes en el ámbito familiar y por doquier se atravesarán para figurar y los tomen en cuenta.

Muchos políticos tamaulipecos bien que saben cómo ha sido su actuación en la función pública, por lo que la recomendación es que mejor se mantengan quietecitos para otros tiempos.

Cambiando de tema, el Congreso del Estado, no debe autorizar más la solicitud de créditos  a los Ayuntamientos, sino al contrario aprobar un punto de acuerdo, para exigir paguen todas las deudas que enfrentan con instituciones bancarias, pues hacerlo daría paso a que dejen las alcaldías endeudadas y sin presupuesto para la realización de obras y pagos de servicios de próximas administraciones municipales.

No se justifican nuevos préstamos y, en su caso y  en todo momento, tendrían que negárselos, puesto que no se ve una inversión en obra pública, mejoramiento de los servicios públicos, mejora de salario de los trabajadores municipales y  es un realidad la ausencia de atención a las demandas ciudadanas.

Al contrario, sobre ellos se debe ejercer una estricta vigilancia e investigación por la Auditoría Superior del Estado, para constatar que efectivamente están gastando correctamente los recursos públicos y en beneficio de la gente.

Existe el antecedente que los nuevos alcaldes llegan al poder y se encuentran con Tesorerías saqueadas en sus finanzas, con fuertes deudas con proveedores y sueldos, precisamente porque se tienen que pagar los créditos y el pago de liquidaciones por “la prestación de sus servicios” a los altos funcionarios.

Pero lo más importante, es que sean fiscalizados permanentemente para impedir el robo del dinero del presupuesto, el “jineteo” de estos recursos y se cometan abusos en lo relativo a gastos personales.

En otro asunto, mientras el PRI, siga postulando a  los mismos  políticos como sus candidatos a los diferentes puestos de elección popular, jugará a ser derrotado, como sucedió en pasadas elecciones.

Requiere de caras nuevas, no deben ser los mismos que ostentan en estos momentos cargos de elección popular, ellos ya representaron a su pueblo y lo hicieron bastante mal. Tendría que dar la oportunidad a otros, pues cuenta con políticos serios, populares y capaces para realizar una labor en el Congreso de la Unión y en las Presidencias Municipales.

Tampoco su designación debe obedecer al amiguismo, compadrazgo, a caprichos personales o de grupos, y mucho menos  a líneas políticas de ex funcionarios priistas. Tienen que hacer uso de nuevas caras que han demostrado contacto cercano con la gente, resultados y honestidad, pues acudir a la misma cantera, es jugar para perder.

Reitero, quien quiera ser candidato del PRI tendrá que invertirle de sus propios recursos, pues en estos momentos no tienen ni para pagar el sueldo de sus trabajadores.

Su dirigente Sergio Guajardo Maldonado y la ex diputado Aida Zulma Flores Peña, deben ponerse a trabajar en serio, iniciando con realizar una colecta entre los que se enriquecieron con las siglas del PRI, para pagar esos y otros gastos que mantengan la operatividad de este instituto político.

Por otro ladeo, la población espera de sus diputados que en este periodo legislativo sí se pongan a trabajar y dejen a un lado las actividades políticas para otros tiempos.

El que tenga proyectado ser candidato ya debe irse, pues para elaborar y aprobar las leyes que requiere el Estado, se necesita de tiempo completo y algunos legisladores están trabajando medio tiempo, ante su determinación de hacer realidad su proyecto político de ser presidente municipal, diputado federal o senador. Además, se impide que con recursos del pueblo se proyecten políticamente.

El dato: Enrique Cárdenas del Avellano y Álvaro Villanueva Perales, ambos ex alcaldes de Victoria, podrían resurgir en el campo político, para buscar la candidatura a la diputación federal. Vend5rían a fortalecer la estructura del PRI.

En donde el PRI requiere una renovación inmediata de todo su comité, es en Ciudad Victoria, donde su líder ha dedicado más tiempo a la pachanga y las francachelas que acercarle gente y votos al tricolor. Con estos amigos, el PRI, no necesita de enemigos.

Cprreo: jrdelasota@hotmail.com