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ENTRE EL JEFE MAXIMO Y LUIS VIDEGARAY

LETRA PÚBLICA

ENTRE EL JEFE MAXIMO Y LUIS VIDEGARAY

                                             RODOLFO SALAZAR GONZALEZ

En días pasados hubo un acontecimiento político que hizo cimbrar a los medios públicos especializados en temas de pronósticos electorales y a todos los representantes de la clase política y de las cúpulas empresariales que forman parte del círculo rojo que opera siempre muy cercano a la presidencia de la República.

Luis Videgaray Secretario de Relaciones Exteriores y visiblemente el hombre que mayor influencia tiene sobre el presidente Peña Nieto realizo una ceremonia en la Secretaria de Relaciones Exteriores, donde entregó reconocimientos a tres secretarios de estado. Sin embargo el punto central de su discurso fue cuando elogio y proyecto al futuro a José Antonio Meade Kuribreña a quien en un desmedido elogio comparó con el jefe máximo de la Revolución Mexicana y que fuera presidente de México Plutarco Elías Calles. Un sonorense de Guaymas, que de joven fue profesor de primaria y que la historia registra como hijo natural de Don Plutarco Elías, un próspero empresario con fortuna en la minería y en la ganadería, de quien se asegura era hijo (me refiero al papá de Plutarco Elías Calles) de inmigrantes libaneses, que habían llegado al norte de nuestro país y que se habían afincado en Sonora para construir un futuro en este país.

La historia de Plutarco Elías Calles es fascinante, es sin duda uno de los mexicanos transformadores de este país, que parece que se nos va de las manos, mientras el estado mexicano no encuentre una fórmula para distribuir la riqueza y eliminar para siempre la brutal desigualdad social y económica que existe en la población a lo largo de toda la nación, y que ha permitido que México sea un Llano en llamas, en donde solo el poder, al parecer incontrolable del crimen organizado, se enseñorea sobre el dolor de todas la familias, que ven como no encuentran a sus hijos que son o víctimas o coptados por esta corriente delincuencial.

Quizá el mérito mayor de Plutarco Elías Calles es haber sobrevivido a la influencia del General Álvaro Obregón, quien desde mi punto de vista es el auténtico líder de la Revolución Mexicana, quien como usted recordara fue asesinado durante un banquete, mientras el criminal simulaba hacerle un retrato a lápiz en la Bombilla. En un franco reto al estado mexicano José de León Toral lo sacrifico con el pretexto de que “la voluntad de Cristo se cumpliera y la paz retornara al país”. Aquellos eran días turbulentos en que la iglesia católica se resistía a someterse al imperio del estado de derecho que ordenaba la constitución de 1917, y como producto de esta nueva normatividad el clero político, desato una lucha armada contra Plutarco Elías Calles, conocida en las páginas de la historia como la Revolución Cristera, que logró asesinar a Obregón y que solo arriaron sus banderas de lucha fuera de los templos, cuando Emilio Portes Gil ocupo la presidencia interina de México por 14 meses, y en ese breve lapso resolvió el tema cristero, otorgó la autonomía a la UNAM decreto el reglamento del artículo 123, que protegía ampliamente a la clase trabajadora, que era explotada por los latifundistas y las familias que manejaban las empresas que se habían enriquecido como consecuencia de 34 años de privilegio que el Porfiriato les había otorgado.

La diferencia entre Plutarco Elías Calles y José Antonio Meade Kuribreña, es abismal y esto lo afirmo porque en el destape que Luis Videgaray hizo de “Pepe Meade” como lo llaman sus íntimos, incurrió en el dislate de compararlo con “El Jefe Máximo de la Revolución Mexicana” Plutarco Elías Calles, quien entre los méritos que el país le debe está haber transformado a esta nación de un México de caudillos a una sociedad de instituciones, crear el Banco de México, y lograr pacificar a todos los caciques que había surgido de la Revolución Mexicana, en el norte, en el sur y en el centro del país, y aglutinarlos en un partido político que llamó primero Partido Nacional Revolucionario, para ser después el Partido de la Revolución Mexicana y terminar como Partido Revolucionario Institucional que lo dividió en tres sectores, el campesino, el popular y el obrero; solo de esta forma logro darle cuerpo y rumbo político a la voracidad de los grupos dominantes que habían surgido de la Revolución Mexicana.

Como usted vera mí querido lector son muy grandes los zapatos de Plutarco Elías Calles como para que algún mortal que vive en estos días los llene y pueda caminar con ellos cómodamente. Eran otros tiempos, eran otros hombres.

Por eso me parece que el destape que hizo Luis Videgaray fue temerario, y producto de su inmadurez en materia política, y demuestra soberbia por la influencia que tiene sobre el presidente de México. Porque este tipo de tareas en donde se perfila con toda certidumbre a nombre del estado mexicano el perfil de quien representará al partido oficial en las próximas elecciones presidenciales, en rigor estricto, solo lo puede y debe hacer, el presidente de este país. Porque de lo contrario los mexicanos nos preguntaríamos: ¿Si este hombre que le abrió las puertas a Donald Trump y lo llevo a los Pinos, sin tener carácter de presidente de los Estados Unidos de América y que tanto irrito al pueblo mexicano por las ofensas que como candidato de los Republicanos Trump asesto sobre la dignidad de nuestra nación, es ahora el que dirige la política interna desde la Secretaria de Relaciones Exteriores, un nebuloso futuro nos espera?

O quizá estemos frente a un nuevo tipo de hacer política en nuestro país en donde el presidente de la República en un acto de increíble madurez delegue la función más importante que le depara el final de su mandato como es la de designar en su partido político el candidato que contienda para sustituirlo.

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