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Equidad, el dilema

Tribuna

Por Javier Terrazas

Equidad, el dilema

De cara a las decisiones que deben tomar los partidos políticos en la selección de candidatas y candidatos a alcaldes, Diputados Federales y Senadores, el gran dilema es la equidad de género.

Aunque en la sociedad, inmersas en el quehacer gubernamental, empresarial, académico o docente, las mujeres son reconocidas por sus capacidades y talentos, en  los partidos no han logrado esa apertura.

En las estructuras partidistas y organizaciones filiales, no se aprecian a cuadros políticos del género femenino, que puedan participar en las candidaturas.

Y no solo es el machismo que impera en las cúpulas del poder partidista, sino que influye el descrédito de la política partidista, de tal forma que la gran mayoría de las mujeres prefiere guardar distancia.

Sin embargo,  por ley, los institutos políticos deben registrar un 50 por ciento de candidatas y 50 por ciento de candidatos a los cargos de elección popular.

Para el caso de Tamaulipas, se trata de 43 posiciones para alcaldes, 9 a Diputados Federales y dos a Senadores de la República.

Es decir tendrían derecho a 21 o 22 candidaturas a presidentes municipales, 4 ó 5 a Diputaciones Federales y  1 a Senador de la República.

La indiferencia de las mujeres preparadas y con liderazgos sociales o sectoriales a la incursión en la política y el sistema de partidos, motivó que en el proceso pasado, se definieran candidaturas muy endebles.

En algunos municipios de postularon a esposas de los alcaldes, hermanas, nueras, cuñadas, concuñas y hasta una que otra concubina, a través de las cuales se pretendía seguir ejerciendo el poder tras el trono.

Aún con esa experiencia, ninguno de los institutos políticos se preparó a fondo en la generación de nuevos cuadros calificados para esas misiones.

Así es que ante la cercanía de la toma de decisiones en torno a las candidaturas,  los partidos políticos y sus dirigencias empiezan a sufrir para proyectar a sus posibles candidatas.

Además, hay nuevas reglas por parte del Instituto Nacional Electoral, para que en el caso de las candidaturas a los Ayuntamientos, se den los equilibrios regionales y en el tamaño de la población de los municipios.

Ya que en varias regiones del país, las mujeres fueron marginadas a candidaturas de municipios rurales y pequeños.

Sería importante que los principales partidos abrieran  en el terreno de la realidad, los espacios de dirección a las mujeres, así como mayor número de posiciones en los Comités.

La participación más amplia de las mujeres en esas encomiendas, no solo motivarían el interés de sus compañeras, sino que se dignificaría la política y se restaría la imagen negativa que tienen los institutos ante la comunidad.

En Tamaulipas, quizá el PRI sea el que mayor apertura dio a las mujeres en el último año que tuvo como dirigente interina a la Diputada de la LXII Legislatura, Aída Zulema Flores Peña.

Susana Hernández Flores,  Mayra Benavides Villafranca, Magaly  Balderas Ramírez,  Nayeli Gómez Ramírez, Marisela Guajardo Maldonado, Lucina Villanueva Rangel, Verónica Serna Gallardo, Griselda Carrillo Reyes, entre otras, tuvieron una participación más amplia desde sus áreas de responsabilidad.

Pronto veremos  cómo armonizan los partidos la equidad de género. Hacerlo bien es el gran dilema, pero también  un paso importante para la recuperación de la confianza social.