ColumnasTitulares

ESO QUE SE LLAMA GLOBALIZACION

LETRA PÚBLICA

ESO QUE SE LLAMA GLOBALIZACION

RODOLFO SALAZAR GONZALEZ

Es un hecho que el concepto de la llamada economía global, que desde mi perspectiva representa poner en un mismo campo a los coyotes con los corderos, con que los principales líderes mundiales representantes del neoliberalismo económico han logrado definir ya el nuevo «orden mundial» que hoy por hoy se aplica en el planeta en su generalidad: Es el triunfo de unos cuantos sobre todos; es el desplazamiento absoluto del estado benefactor y responsable de asegurar una equidad entre la sociedad que forma parte de su contexto en su definición como institución. Es también el triunfo de una clase financiera internacional sobre un sector capitalista e industrial, que no tiene la facilidad de desplazarse financieramente por todo el mundo creando inestabilidad y crisis, que después son incapaces de autorregular, generando una multitud de caos en la economía de una nación donde la mayoría pierde todo sus bienes y estos pasan a ser propiedad de los promotores de esta vorágine financiera.

Quienes además en una actitud reprobable por el alto grado de cinismo ético se autodenominan víctimas de la economía del mercado, y creando por lo tanto auténticas oligarquías económicas que carecen en su contenido de los valores que representan la justicia, la democracia, la distribución de la riqueza, la ecología; características de toda sociedad abierta, a la que ellos, los globalizadores, dicen aspirar y construir.

El concepto de economía de mercado, es una entidad tiránica y autoritaria, porque define a todos los elementos que la integran como si estos fueran una mercancía, incluyendo a los seres humanos, con la que fácilmente se puede realizar actos de mercadotecnia. No se puede pensar entonces que existan sociedades de mercado, ya que estas no están contempladas dentro de la economía globalizadora. Lo ideal en todo caso serían sociedades con mercado y no una población cautiva por el comportamiento neurótico del valor de los bienes de consumo.

Por ejemplo el modelo económico que se usó y que tuvo mucho éxito en Chile, fue una copia autentica de la política económica diseñada por Milton Friedman, el gran gurú y ganador del premio nobel de economía en 1976, que satanizo a México con aquella frase que nos a perseguido como un leviatán monstruoso: «Si a los mexicanos los pusieran a administrar el desierto del Sahara, les faltaría arena» y que se usó durante la administración de Ronald Reagan, y después en Gran Bretaña lo implantó a rajatabla acabando con la clase trabajadora la llamada «Dama de Hierro» Margaret Thatcher, es ahora idéntico al que se utiliza en éste país a donde entraran en práctica la serie de reformas fiscales, hacendarias y financieras y laborales, y por encima de ellas la energética.

No es lo mismo dejar avanzar sólo al capital como sucede en México y encarcelar al salario, ha contrario de lo que sucede en Chile, donde también durante la dictadura de Pinochet, los «Chicago boys» alumnos distinguidos de Milton Friedman instalaron este sistema económico pero allá el capital especulativo, factor principal de inestabilidades bursátiles, está fuertemente gravado y amarrado a un plazo fijo, no como sucede en éste país, en dónde se le permite entrar y salir a la hora que quiere.

Volviendo a la consideración de que dentro del concepto de economía global se maneja internamente como soporte la reflexión filosófica de que se está creando una sociedad abierta; tal y como lo pensara en su momento, el filósofo Karl Popper, se está cayendo en una falacia.

Porque toda sociedad abierta se construye sobre la idea de que reconoce sus debilidades; y que dentro de éste reconocimiento a sus límites, se están dando los instrumentos para salir adelante de las crisis que se presentan en perjuicio de las clases mayoritarias que como lo señala la historia son siempre las que pagan los daños que causan los gobernantes irresponsables.

No sucede eso con la economía de mercado, ni con el concepto de globalización mundial. Porque estos son incapaces de autorregularse, llevando dentro de sí, una especie de germen autodestructivo que nos hace recordar aquellas premoniciones socialistas que nos hablaban de la amenaza capitalista y de las hordas de miserables que a su paso van dejando los gobiernos con esta filosofía económica. Por ejemplo el ejido se privatizo en México y el campo está en bancarrota, producto de la privatización de Telmex tenemos el servicio más caro del mundo. La pregunta es inevitable, ¿es honesto prometer que la gasolina y las tarifas por el servicio eléctrico que pagamos en nuestras casas van a bajar como consecuencia de la reforma energética? que no es otra cosa más que entregar a particulares los bienes de la nación.

Lo cierto es que si la globalización no es capaz de generar en su vorágine reglas de comportamiento que garanticen las prácticas de justicia social, ésta y la economía de mercado, no podrán sobrevivir.

Allí están como ejemplo la terrible crisis económica que vive Europa y Estados Unidos y que con toda seguridad nos contaminarán en este año que comienza como ya lo señala la historia en otras ocasiones han provocado en cascada las caídas de las economías latinoamericanas.

E-mail.-notario177@msn.com