Foros de Consulta
Tribuna
Por Javier Terrazas
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La historia de repite cada tres o seis años, cuando los alcaldes o gobernadores están obligados por ley a elaborar un Plan Municipal o Estatal de Desarrollo.
Hoy toca al edil victorense Xicoténcatl González Uresti y su equipo de iluminados, cumplir ese compromiso.
El gran reto es que en lugar de reuniones muy rápidas que recogen propuestas que van desde ocurrencias o situaciones particulares, hasta ponencias académicas, se hiciera un trabajo profundo y fecundo.
Victoria es asiento de un Campus de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, del Colegio de Tamaulipas, de la Universidad La Salle, de la Universidad Politécnica, del Tecnológico Regional, entre otras.
Es tiempo de que la Academia e Investigación, que ha evolucionado de manera importante, tome el papel que le corresponde, colocando sus saberes, investigación e innovación al servicio de las políticas públicas.
En especial aquellas instituciones que operan con recursos públicos, tienen esa doble responsabilidad de contribuir al desarrollo de las regiones en que están inmersas, con su investigación pertinente.
Como Ciudad Capital de Tamaulipas, sede de los tres Poderes del Estado, de la mayoría de las Delegaciones Federales, su dinámica económica gira en torno a las burocracias y la derrama de recursos públicos en obras y servicios.
Sin embargo, el crecimiento poblacional, con más de 350 mil habitantes, exige redireccionar su economía, pues “la cobija presupuestal” del Gobierno, no alcanza para tapar a todos.
Es ahí donde un diagnóstico serio de las áreas de investigación de Facultades y Escuelas de la UAT, del Colegio de Tamaulipas, Tecnológico y Universidad Politécnica, puedan contribuir a definir las alternativas reales en base al potencial de la zona centro del estado.
Para que los tres niveles de gobierno, sectores productivos e instituciones orienten sus esfuerzos a los segmentos de la economía que puedan ser más viables.
Una Ciudad con déficit de agua potable y falta de gas industrial, no puede nunca ser una zona industrial.
Otra circunstancia es que Victoria no puede despegar como municipio en forma independiente, sino que debe verse como la cabeza de la región central del estado y como tal apostar a sus fortalezas como región.
En ausencia de agua suficiente y gas industrial, las opciones mediatas son el sector agropecuario con énfasis en la citricultura; así como el turismo ecológico y deportivo.
En la región central del estado hay casi 50 mil hectáreas de cítricos en los municipios de Victoria, Güémez, Padilla, Hidalgo y Llera. Una zona que puede crecer y mejorar su productividad con mayor sanidad, reemplazo de variedades, tecnificación de riego e industrialización.
El otro sector es el turismo, pues Victoria tiene en los municipios aledaños áreas de oportunidad como la Presa Vicente Guerrero en Padilla, el río Guayalejo en Llera, El Cielo en Gómez Farías; el Pueblo Mágico de Tula, El Chorrito, en Hidalgo; y La Pesca en Soto la Marina, entre otros.
Es ese contexto regional que sumado a los atractivos propios de la capital tamaulipeca, lo que puede apuntalarse.
Igualmente, la generación de profesionistas en áreas de telemática, mecatrónica, ingeniería en sistemas, sumados al Centro de Investigaciones que en esa materia hay en la Universidad Politécnica, puede ser una plataforma ideal para la industria de las Nuevas Tecnologías de la Información.
Es hacia allá donde deben canalizarse los esfuerzos de las autoridades formales y la academia.
Más allá de las técnicas en tapar baches y recolectar la basura; o cómo canalizar la ayuda de la asistencia social.
Habrá que ir por esas vías. Sobre todo cuando uno o dos de los asesores del alcalde victorense, están enchufados a la Universidad.
