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Fuera bolsas de plástico, viva el ambiente.

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza.

Fuera bolsas de plástico, viva el ambiente.

Para que dejemos de usar las bolsas de plástico en las tiendas de autoservicio y en general en todo el comercio, deberán de pasar algunas cosas.

Primero, tiempo, porque a pesar de que el Artículo transitorio único señala que el Decreto mediante el cual se restringe la venta, dádiva y uso de bolsas de polietileno para llevar las compras de todo tipo de tiendas, dice que entrará en vigor al día siguiente de su publicación, ya hubo corrección a la fecha, dieron desde la parte oficial que será a partir de enero del 2019.

El Decreto en mención es el número LXIII-461 publicado en el Periódico Oficial del Estado el 28 de septiembre pasado, de manera que el día 29 debió de evitarse la entrega de bolsas de plástico en las tiendas de autoservicio, tipo como sucede en la ciudad de Brownsville, Texas.

Además de los ambientalistas, gente de todos los sectores de la ciudad ha aplaudido la medida que se tomó en el Congreso del Estado, luego de que, los Diputados estuvieron de acuerdo con la iniciativa que llegó del Poder Ejecutivo para adicionar los párrafos seis y siete al Artículo 36 del Código para el Desarrollo Sustentable del Estado de Tamaulipas, en una sesión que tuvieron el día 20, también del mes pasado.

La noticia del acuerdo entre los dos Poderes del Gobierno de Tamaulipas, de inmediato llegó a todos los rincones de la entidad, en virtud de que, son muchas las voces que están a favor de medidas de carácter ambiental para ayudar a mantener el equilibrio requerido por la naturaleza y que mejor que se trate de lecciones previstas en la Legislación, para que las personas eviten el uso de ese tipo de material que causa mucho daño a la ecología.

Hemos de repetir que, uno de los primeros habitantes de la ciudad a quién escuchamos hace cuándo menos unos 30 años de emitir una Ley para que las bolsas de plástico se dieran sin medida en las tiendas comerciales para la envoltura de las mercancías, fue al licenciado Ricardo González de la Viña, que se desempeña en la actualidad como catedrático en una de las Facultades del Centro Universitario de esta capital.

Incluso, se dio a la tarea de hacer un bosquejo del contenido que la Ley debería considera, sin embargo, por ahí se quedó en el tintero, así que, debe de ser uno de los orgullosos por la medida, no le hace que, a la hora de la adecuación del Código para del Desarrollo Sustentable, su nombre no aparezca para nada.

En una época de su vida, cuando colaboró en medios de comunicación, González de la Viña, propició la generación de opiniones ciudadanas respecto a la urgencia de evitar que las bolsas de plástico, además del desagradable panorama que ofrecen una vez que se sacaron de los hogares, es decir, en las calles, lotes baldíos o basureros, contaminaban el ambiente y deberían de tomarse medidas para su control.

El párrafo seis del Artículo 36 del Código, dice en forma literal que, para la protección ambiental del Estado de Tamaulipas y sujeto a los términos señalados en esta Ley y de las disposiciones que de ella emanen, se restringe la venta, dádiva y uso de bolsas en supermercados, tiendas de autoservicio, tiendas de conveniencia, mercados y demás similares elaboradas con polietileno de baja densidad, polietileno lineal, polietileno de alta densidad, polipropileno, polímero de plástico y cualquier otro de sus derivados.

En tanto, párrafo siete, precisa que, quedan exentas de la restricción del párrafo anterior aquellas bolsas que hayan sido producidas incorporando un porcentaje mínimo de treinta por ciento de material reciclado y que la fabricación de dichas bolsas de plástico sea con materiales y procesos de tecnología que permitan su ágil degradación acorde a la norma NMXE-267 o las que la sustituyan.

El uso de las bolsas de plástico para el transporte de mercancías y productos de las tiendas a los domicilios, está bien arraigado, por tanto, creemos que, en cuándo las tiendas de autoservicio estén listas para participar de la medida restrictiva, todos debemos de colaborar y para que nos eduquemos, la propuesta igualita a la medida que haya en la ciudad de Brownsville, Texas, es decir, que las vendan a 20 pesos para que se lleven el mandado, de manera que, esto podría suceder una sola vez, porque a la siguiente visita que las personas hagan al súper, quizá no lleven una bolsa de otro tipo, pero, no chistarán a la hora de llevarse las compras en el carrito sin bolsas a su vehículo.

Algunas tiendas de franquicia, como una de las establecidas por el rumbo del INFONAVIT Adelitas, entrega la mercancía sin bolsas desde siempre, pero, tiene que ver con la cantidad, tamaño y pesos de los productos contenidos en los empaques y la gente está acostumbrada a llevarse sus cosas en el carrito sin chistar y pasarlas a su vehículo de una por una.

En el país existen más tiendas de membrecía que no manejan bolsas de plástico para que los clientes se lleven aquello que compraron, de ahí que, será cosa de cambiar de actitud y colaborar para que se respete lo previsto en el Artículo 36 del Código para del Desarrollo Sustentable del Estado de Tamaulipas.

Es interesante ver que, de manera paulatina, se alinean muchos factores para cuidar el ambiente, ahí está el asunto de los popotes de plástico, que, a partir de la eliminación de su uso, generó un movimiento internacional, que derivó en la búsqueda, por parte de las empresas, de materiales biodegradables a corto plazo, si es que se buscara mantener su uso como práctica higiénica para tomar algunas bebidas.

Es fácil darse cuenta que son muchos los sitios en los cuales ya no se usan los popotes, pese a que, en las tiendas todavía se venden.

Hay quienes creen que la lucha de unos cuántos para evitar el plástico en el planea, va en serio y que, los pasos dados hasta ahora presagian que sí habrá cambios que permitirán un panorama diferente en el mundo y es que, cada vez era más dramático ver el tipo y tamaño de la contaminación que los plásticos dejan al planeta, sobre todo, porque la colaboración de las personas para dar un destino final adecuado, jamás se dio.

Los usamos y los botamos, como si la naturaleza los degradaría de la noche a la mañana. En lo personal, será difícil olvidar el feo panorama que daba el basurero del municipio de Aldama que se ubicaba por la carretera que lleva a la Barra del Tordo y que lucía siempre atestado de bolsas de plástico que se quedaban por años en las cercas, arbustos y en la tierra de las propiedades aledañas al sitio.

Por fortuna, eso se corrigió hace algunos años, pero, a muchos no se nos puede olvidar porque la contaminación visual era inconcebible.