Columnas

González, líos entre priístas.

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza.

González, líos entre priístas.

Los cursos de orientación que se dan a funcionarios del Gobierno del Estado para que conozcan los términos de la veda electoral y en general el comportamiento que deben de tener durante el proceso de las campañas que está a unas semanas de iniciar, son instrumentos de alerta para que, si llegasen a incurrir en faltas, no salgan con que no conocían lo previsto en la Legislación Electoral.

La idea no es restringir a las personas de participar, pero, si lo hacen tienen que ser en horarios libres, es decir, cuando no deban de trabajar en el área a la que se encuentra incorporados.

El subsecretario de Bienestar Social, Álvaro Barrientos Barrón, que fue Diputado Local y participó en la dirigencia de su partido, el PAN, sabe bien la importancia legal de que los funcionarios eviten situaciones de conflicto jurídico, porque además de perjuicio para ellos, impactan de manera negativa en los partidos políticos.

Si todos están bien enterados del contenido en la Ley Electoral, no habrá necesidad de despedir a nadie de las dependencias gubernamentales, en especial de la Secretaria de Bienestar Social, debido al contacto directo que tiene con los grupos sociales que son beneficiarios de programas de apoyo y que sirven para elevar su calidad de vida.

El exdiputado Local, hizo ver que las autoridades administrativas no tolerarán el incumplimiento de la veda por parte del Gobierno de la Entidad y subrayó que, quien viole la Ley se va.

Hay quienes creen que el Subsecretario puede preocuparse al mínimo, porque nadie que tenga un trabajo en cualquier institución querrá perderlo por andar en asuntos de política y que, ejercerán su derecho político de votar el domingo primero de julio, cuando se abran las casillas electorales y la gente vaya a elegir a sus próximas autoridades Ejecutivas y Legislativas que se disputan entre los partidos políticos registrados ante el INE y los Institutos Locales Electorales que tienen a su cargo los procesos en las entidades del país.

Cierto es que nadie expondrá su chamba por andar en las campañas y menos si sabe de las sanciones a que se hace acreedor, de inicio, se despedido y después hasta hacerse acreedor a penas, en caso de que otro partido político denuncie le demande por trabajar a favor de algún partido y ser empleado o funcionario público.

Por lo pronto, estamos en la etapa de las intercampañas y, en este momento nadie se mueve a favor de los candidatos, aunque hay invitaciones que se hacen por todas las vías posibles para que, llegado el momento se sumen a las campañas que se llevarán a cabo una vez que los candidatos se registren ante las autoridades electorales y su proyecto sea aprobado porque cumplen con la Ley para ello.

En este tiempo, los candidatos que fueron legitimados vía los procesos establecidos por cada partido político, tienen derecho a acudir a reuniones con ciudadanos, pero, no hablar de propuestas y menos de promoverse, porque todavía o están en campaña.

Es válido que se hable en general de los partidos políticos y sus principios, pero, no de la promoción de los candidatos.

Es básico considerar que tanto el INE como el IETAM están vigilantes de los movimientos y las reuniones que tienen los candidatos, para documentar cualquier violación a la Ley Electoral, incluso, si llegasen a existir las pruebas suficientes, podría no aprobarse la petición de registro de aquel candidato echó malas en las intercampañas.

Los otros.

Por allá en González, se registró un malestar político, tipo el que hubo hace tiempo entre la maestra Magdalena Peraza Guerra y el licenciado Ricardo Gamundi Rosas, cuando era presidente del PRI en la entidad. Ella, tenía el respaldo de las bases y no fue la candidata, porque se postuló a Miguel Manzur Nader.

Eso provocó que la exdiputada local, dejarse al PRI y aceptara la postulación del PAN y derrotó al candidato de Gamundi Rosas.

Ahora, en González, municipio que el PRI perdió en las elecciones de hace dos años, el presidente del comité municipal Manuel González Parreño, dejó su cargo y de varios exalcaldes priístas al PRI ya que, del a terna que ellos habían afinado para que uno fuera el candidato, Sergio Guajardo Maldonado no escogió a nadie y determinó que la candidata fuese Griselda Ordaz Esqueda.

De acuerdo a la versión de González Parreño, la justificante es que, por ese municipio tiene que ser candidata y no candidato, para cumplir con la equidad de género que establece la Legislación y que debe de respetarse al pie de la letra, de lo contrario las autoridades electorales, no aceptarán los registros.

La terna que fue trabajada desde la dirigencia municipal y que contaba con el aval de los exalcaldes priístas estaba conformada por Alejandro Pérez Gutiérrez, Andrés Núñez Ramos y Oscar Bernal Mayorga. Obvio, los priístas de ese municipio, están asombrados de la reacción del dirigente y de los exalcaldes, porque en principio debieron de estar de acuerdo con Guajardo Maldonado, desde el momento que el horno no está para bollos.

Ello si consideramos que lo básico es recuperar la alcaldía que tiene en su poder Guillermo Verlage Berry, quien, contó con la autorización del PAN, su partido, para que busque la reelección en las urnas el primer domingo de julio venidero.

En esta capital, el candidato del PAN a la presidencia municipal, Xicoténcatl González Uresti, ha tratado de aprovechar cualquier tipo de concentración ciudadana para que la gente le vea, incluso, trata de saluda a la gente, como si tratase decirles, mírame, soy el candidato y debes verme, sin embargo, la respuesta, nunca fue la esperada por él.

El asunto es que, el aspirante por segunda vez a la presidencia municipal de Victoria, no puede promocionarse como a él le gusta, pues violentaría los tiempos del proceso electoral, dado que, en las intercampañas solo puede ir a invitación de los grupos y para hablar de generalidades del partido que lo postula, no, de sus proyectos como candidato.

En fin, así son los tiempos de las campañas y hay que adecuarse a ello, no nosotros a los intereses que cada persona o grupo tiene